A raíz del evento «Ciencia y Género» organizado por el despacho del congresista Julio Rosas en el Congreso de la República, la organización de la sociedad civil PROMSEX lo denunció ante la Comisión de Ética del legislativo por discriminación, pues haciendo uso de su cargo público, el parlamentario  invitó a un especialista que, sin ningún sustento científico, afirmó que la homosexualidad puede ser curada, esto sin agregar las concurrentes frases que ha realizado hacia la comunidad LGTB en ocasiones anteriores.

Diferentes organismos internacionales de medicina y derechos humanos ya han catalogado las supuestas terapias de «reconversión» de la orientación sexual como tortura. Brenda Álvarez, asesora legal de Promsex, en un comunicado añade que «lo que el parlamentario Rosas estaría promoviendo actos que son considerados como tortura, y es contrario a nuestra norma constitucional y a las normas internacionales de derechos humanos». En este sentido, considera que los y las congresistas deben trabajar respetando el derecho a la igualdad y no discriminación, lo cual no ocurre en el caso del congresista Rosas, quien estaría violando el Código de Ética Parlamentario y que, por ende, debe ser investigado y sancionado como corresponde.