Foto: Juan Zapata

Más de 12 horas de protesta, 58 detenidos y varios heridos fue lo que dejó ayer la segunda marcha contra el peaje de Puente Piedra. Un peaje que, de pasar por ahí todos los días, les restaría cerca de 300 soles mensuales al sueldo de los residentes del lugar. Un peaje construido por la concesionaria Rutas de Lima donde Odebrecht, empresa denunciada por corrupción, era accionista.

Los miles de vecinos que tomaron el kilómetro 27 de la Panamericana Norte, rechazan la suspensión del peaje por 30 días y exigen el retiro total de las casetas. Hasta entonces, ya han fijado fecha para la tercera marcha: 19 de enero.

Muestra de la violencia de ayer generada por la policía es el fotoreportaje realizado por nuestro fotógrafo Juan Zapata.

Los enfrentamientos entre los vecinos de Puente Piedra y la policía se prolongaron hasta 12 horas.

La policía resguardó la zona desde las 2.am.

Los enfrentamientos se desarrollaron por diferentes puntos de la Panamericana Norte.

Hasta las 7.pm. se registraron enfrentamientos en el kilómetro 27 de la Panamericana Norte.

Los detenidos fueron llevados a la Seguridad del Estado.

Niños estaban expuestos a perdigones y gases lacrimógenos disparados en los enfrentamientos.

Se han registrado 58 detenidos, dos eran mujeres, uno menor de edad.

Muchos de los detenidos fueron arrestados sin razón alguna por el Grupo Terna.

Policías reprimieron constantemente con perdigones y gases lacrimógenos.

El nuevo peaje afecta economicamente a los vecinos tras duplicar el costo del pasaje.

A pesar de que los manifestantes intentaron marchar pacificamente, la policía no dejó de reprimirlos.

Ciudadanos criticaban la información manipulada difundida por los medios tradicionales.

El impacto de los gases lacrimógenos llegó hasta las casas del lugar.

Los enfrentamientos también se desarrollaron en las calles aledañas al kilómetro 27 de la Panamericana Norte.

Los manifestantes también rechazan la suspensión del peaje por 30 días. Exigen el retiro total.

Según los vecinos, agentes del Grupo Terna ingresaron a las casas para capturar supuestos agitadores.

Los manifestantes incendiaron llantas, basura y autos viejos por la carretera.

Tras la constante represión, la manifestación no logró llegar hasta las casetas.

Los vecinos denunciaron el alza de precio de  los alimentos causado por el peaje.

Niños, madres y ancianos se sumaron a la protesta.

Los carteles fueron retirados y quemados por la policía.

Varios manifestantes fueron despojados de sus pancartas violentamente.

Mientras pasaban las horas, los refuerzos policiales seguían llegando.