Escribe Francesca Emanuele

#BlackLivesMatter, es un hashtag famoso en EEUU, donde cada 28 horas en promedio un hombre afroestadounidense muere a manos de las fuerzas de seguridad. Así, los recientes 3 casos conocidos a través de videos, representan solo el 25% del total de las muertes de las 2 últimas semanas.

Las nuevas tecnologías han permitido que la brutalidad policial contra los afroestadounidenses se desnude ante la opinión pública, si bien su existencia no es nueva. En EE.UU. solo el 13% de la población es afro, mientras que el 60% de la población carcelaria es también negra. El racismo opera claramente cuando la probabilidad de que un policía arreste a un negro es hasta 6 veces más que a un blanco.

Desde el asesinato de Travon Martin en 2012 (perpetrado por un vigilante de raíces peruanas en Florida), empezó una ola de protestas en todo el país, retomada con más fuerza en 2014, tras la muerte de Michael Brown en Ferguson. Poco después, Eric Garner, padre de 4 hijos, moría estrangulado también por un oficial. Aquel noviembre, Tamir Rice, de 12 años, era baleado 2 segundos después de que los policías lo vieran con lo que resultó ser una pistola de juguete. Otras muertes que llegaron a los medios internacionales fueron las de Freddie Gray en Baltimore y Sandra Bland, quien perdió la vida dentro de una celda.

Ni un solo agente relacionado con estos casos está tras las rejas, e incluso algunos sacaron provecho: el oficial que mató a Michael Brown recaudó $1 millón. Los únicos criminalizados han sido los familiares de las víctimas y los que se atrevieron a grabar los videos con sus celulares.
La hermana de Tamir Rice, al acudir a ver su cadáver, fue esposada y arrestada. Quien grabó el estrangulamiento de Garner, enfrenta hoy 4 años de cárcel por imputaciones que asegura fueron sembradas. El vendedor que filmó la reciente muerte de Alton Sterling, que dio la vuelta al mundo, fue también detenido.

El sistema está podrido, dicen los manifestantes en las calles de EE.UU, mientras marchan en numerosas ciudades del país, exigiendo que cambie.