¿Qué está haciendo el Estado para promover la participación activa de los hombres en la planificación familiar?
En Perú, cada cinco años se realiza la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar – ENDES, para obtener información sobre fecundidad y prevalencia anticonceptiva. Este estudio está dirigido a mujeres en edad fértil (15-49 años), pero ¿qué información se tiene sobre los hombres?
Wayka solicitó al Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), entidad encargada de desarrollar la ENDES, datos sobre el número de peruanos que utilizan algún método de planificación familiar. El INEI reconoció que no se tiene información actualizada sobre salud sexual y reproductiva de los hombres.
Durante los últimos 25 años, Perú solo ha realizado dos investigaciones estadísticas respecto a la salud sexual y reproductiva de los hombres. La primera se realizó en 1996 y la segunda en 2008, ambas se llamaron ENDES Varones.
Las dos ENDES Varones reconocen la necesidad de incentivar a los hombres a que asuman su responsabilidad en la planificación familiar y que desempeñan un rol primordial e ineludible en su comportamiento sexual y reproductivo.
Además, resaltan que al promover la participación de los varones en las decisiones sobre planificación familiar, es más probable que estas se lleven a la práctica y se aumente el uso de métodos anticonceptivos.
Sin embargo, desde aquel entonces, no se han hecho mayores esfuerzos para incentivar en los hombres un rol activo en la planificación familiar. ¿Por qué los hombres siguen ocupando un rol secundario en este ámbito?
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), explica que, históricamente, la responsabilidad reproductiva ha sido asignada a las mujeres por la creencia de que, al ser ellas quienes llevan el embarazo, son quienes deben asumir la carga de la anticoncepción.
Si bien el foco del cuidado sexual y reproductivo está puesto principalmente sobre las mujeres, esto no implica que en los hombres no haya una necesidad insatisfecha sobre anticoncepción.
En agosto de este año, médicos especialistas de doce establecimientos de salud de Lima se capacitaron en temas referentes a los derechos sexuales y reproductivos de los hombres y se especializaron en los aspectos concernientes a la consejería, evaluación, control, seguimiento y técnica quirúrgica de la vasectomía sin bisturí, en el Instituto Nacional Materno Perinatal (INMP), conocido como Maternidad de Lima.
“Los medios de comunicación compartieron la noticia sobre la vasectomía sin bisturí y comenzaron a llegar cientos de hombres solicitando una. Eso nos muestra que la información sí despierta el interés de los pacientes varones por involucrarse en la planificación familiar, pero debe ser motivado para que tomen un rol más activo”, señaló Luis Meza, ginecoobstetra y responsable del Comité de Planificación Familiar y Salud Reproductiva del INMP.
En la actualidad, desde el Ministerio de Salud se impulsa la campaña Yo Decido Cómo que busca difundir cuáles son los métodos anticonceptivos que pueden solicitarse gratis en los centros de salud públicos. Pero para promover el acceso y uso equitativo de la anticoncepción entre los hombres y las mujeres, hace falta más que sólo una campaña esporádica.
Hay un mensaje contradictorio por parte del Estado que repercute en la salud sexual y reproductiva de las personas.
Por un lado, se sostiene que la participación de hombres y mujeres es necesaria para garantizar una mejor planificación familiar, mientras que, por el otro, no se cuentan con estudios ni análisis que permitan centrar a los hombres como eje importante en la anticoncepción y planificación familiar, y los que existen, están exclusivamente enfocados a las mujeres.
Perú se encuentra entre los países donde el uso de métodos anticonceptivos es el más bajo de Latinoamérica. El 55% de embarazos fueron no planificados. Las personas pueden conocer sobre anticoncepción, pero no los integran como parte de su vida sexual.
Además, quienes deciden solicitar algún tipo de anticoncepción, deben enfrentar la barrera que representan los operadores de salud, pues muchas veces son ellos mismos los que terminan negando el acceso a la anticoncepción, sobre todo cuando se trata de la ligadura de trompas y la vasectomía.
Son varios los casos en los que un médico se ha negado a realizar una ligadura de trompas o una vasectomía excusándose en la edad o en la cantidad de hijos que tienen o no tienen las y los pacientes.
Si bien la Norma Técnica de Planificación Familiar señala que en el caso de las solicitudes de vasectomías y ligaduras, se debe poner especial atención a las personas menores de 25 años y sin hijos, este criterio no es razón para negar el procedimiento si la persona realmente está segura de su decisión. Independientemente de la edad o la cantidad de hijos, toda persona tiene derecho a acceder a estos métodos y recibir orientación para que pueda elegir el que más desee.
A estas barreras, se suma el limitado número de opciones anticonceptivas que existen para varones. Del total de 20 métodos anticonceptivos reconocidos por la Organización Mundial de la Salud, solo dos de ellos están dirigidos para los varones, los 18 restantes son anticonceptivos para mujeres. La salud sexual aún se considera como un tema solo de mujeres y el hecho de que mayoritariamente se generen y promuevan anticonceptivos solo para usuarias, refuerza esa idea.
¿Por qué no existen más métodos anticonceptivos para hombres si ellos son fértiles todo el tiempo?
Para Lucy López Reyes, directora de servicios de salud del Instituto Peruano de Paternidad Responsable – INPPARES, esto se debe a que desde la comunidad científica no hay motivación por investigar nuevas opciones anticonceptivas para hombres porque está muy instaurada la idea que las mujeres son el foco central al hablar de planificación familiar.
“La comunidad científica también está influenciada por una concepción machista de la sociedad que delega la carga de la responsabilidad reproductiva solo a las mujeres, por eso es que no hay mayor investigación en anticonceptivos para hombres”, señala la doctora.
“Incluso los exámenes médicos para las mujeres son bastante invasivos y dolorosos. Para detectar el cáncer de mama el busto debe ser aplastado por la máquina evaluadora, si hubiera un examen parecido donde se tenga que aplastar algún órgano del hombre, probablemente existirían más alternativas que pudiesen probar”, agregó.
En 2016, se detuvo el estudio de una píldora anticonceptiva para hombres que bloqueaba la producción de espermatozoides. ¿Por qué no se continuó con el estudio? Porque 20 voluntarios, de los 320 participantes, que probaron la pastilla se quejaron de los efectos secundarios que tenía en ellos: vómitos, acné, cambios de humor. Los mismos malestares que sienten las mujeres cuando toman anticonceptivos.
Desde 2010, en Estados Unidos se investiga una nueva opción anticonceptiva para hombres conocida como Vasalgel que consiste en un gel que se inyecta en los conductos deferentes, rellenando una parte de ellos e impidiendo el paso de los espermatozoides fuera de los testículos.
A la par, el Consejo Indio de Investigación Médica está desarrollando el primer inyectable anticonceptivo para hombres que estaría lista para salir al mercado en 2020. Este inyectable fue probado en 303 personas y tuvo una tasa de éxito del 97.3% sin presentar ningún efecto secundario. Además, brindaría una protección de hasta siete meses y ha causado gran expectativa en el público masculino.
Aún así, la brecha entre las opciones anticonceptivas para hombres y mujeres continúa siendo bastante amplia. Han tenido que pasar más de 100 años desde la creación del primer anticonceptivo moderno (el Dispositivo Intrauterino o T de Cobre) para que recién ahora se estén investigando alternativas anticonceptivas para los hombres.
Mientras los estudios continúan, son muchas las personas que esperan que no se vuelva a truncar un anticonceptivo para ellos.