¿Has visto aquel comercial de los misioneros en Youtube? Este spot pertenece a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, conocida popularmente por profesar el mormonismo, una religión que indica que la homosexualidad es una “abominación”. Asimismo, este movimiento religioso tiene diferentes críticas y cuestionamientos, desde el racismo hasta la falta de transparencia financiera. Desde hace años, esta congregación realiza donaciones a varias escuelas del país mediante el Ministerio de Educación. 

Por Jair Sarmiento

Entras a YouTube, pretendes escuchar tu canción favorita, y ¡bam!, te aparece un spot publicitario de unos personajes vestidos formalmente de distintos países que se hacen llamar misioneros, y se presentan con títulos diferenciados según su género: ‘élder’ para varones y ‘hermana’ para mujeres. Mormones al fin y al cabo, es decir, miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Hace unos días, esta congregación, cuestionada por sus reglas y discursos ultraconservadores, realizó un donativo de 368 mesas y 403 sillas valorizadas en más de S/ 160 mil a seis colegios de Cajamarca, canalizado a través del Ministerio de Educación. No es la primera vez.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es parte de “Aliados por la Educación”, una estrategia del Minedu que agrupa a organizaciones privadas, públicas y de la sociedad civil. Asimismo, este sector otorga un reconocimiento que lleva el mismo nombre desde el 2014 y que le ha sido concedido a este grupo religioso en años anteriores.

Uno de los agradecimientos más pomposos ocurrió en octubre del 2017, cuando Idel Vexler —personaje que pidió que se retire la palabra identidad de género en el currículo escolar— era ministro de Educación. Estuvo en Piura con representantes de esta iglesia y les agradeció en persona por el donativo que hicieron en aquella ocasión.

En la página web de la iglesia están registrados algunas de sus donaciones.

En tal sentido, esta iglesia mormona ha realizado donativos todos los años al Estado, pero no solo al Minedu, sino también a otras instituciones y ministerios. Pero, ¿qué hay detrás de este movimiento mormón y qué intereses tiene?

Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Este movimiento religioso profesa el mormonismo desde que a su fundador Joseph Smith se le “apareció” un ángel llamado Moroni hace más de 200 años. A partir de allí, el líder religioso de esta congregación se autoproclamó intermediario de Dios, un profeta, y empezó a predicar el “evangelio”.

Los mormones tienen diversos templos y fieles alrededor del mundo con una mayor presencia en Estados Unidos, México y Brasil.

Su presidente es Russell M. Nelson —cercano a Donald Trump—, a quien consideran “profeta” de Jesucristo. Este personaje tiene dos consejeros, doce apóstoles y otras autoridades.

Esta iglesia se instaló en Perú hace más de 60 años. Nuestro país es el cuarto país con más miembros (más de 500 mil), detrás de las naciones mencionadas arriba.

En el país poseen tres templos, uno en Lima desde 1986, otro en Arequipa desde el 2019 y otro en Trujillo desde el 2015. Hay otro en fase de construcción en Los Olivos. Asimismo, han sido anunciadas estructuras similares en Chiclayo, Iquitos y Cusco.

Uno de los templos de esta congregación en el distrito de La Molina.

Según registros de la Sunat, hay una lista larga de representantes legales. Sin embargo, llama la atención uno de esos nombres.

Augusto Ordinola Silva es un apoderado de esta iglesia mormona desde el 2013. Según el JNE, se encuentra afiliado al partido político Fe en el Perú, el cual está postulando para presidente al exalcalde de La Molina, Álvaro Paz de la Barra. Dicha exgestión edil fue cercana a esta congregación durante el 2019.

El exalcalde de La Molina junto a miembros de la iglesia mormona.

No está de más señalar que en el distrito de La Molina está el primer templo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Movimiento Antiderechos

Uno de los primeros estatutos que profesa este grupo religioso es acerca del aborto, al que consideran un “pecado”.

Si bien tienen excepciones, en su Manual General señalan: “La vida humana es un don sagrado de Dios. El aborto voluntario por conveniencia personal o social está en contra de la voluntad y de los mandamientos de Dios (…). Los que se enfrenten con tales circunstancias deben considerar el aborto sólo después de consultar con sus líderes locales de la Iglesia y de recibir una confirmación por medio de la oración sincera”.

En la página de Facebook de esta iglesia en Perú señalan en un post que “el aborto es una maldad cruda, real y repugnante que está arrasando la tierra”. Esta cita es de Neil L. Andersen, uno de los líderes de esta iglesia.

Otro punto que rechazan es la homosexualidad. Señalan que es pecado si se “cede a la tentación”, y que es “controlable” una orientación sexual como tal.

“A los ojos de Dios no existe tal cosa como matrimonio entre personas del mismo sexo. La conducta homosexual es y será siempre un pecado abominable ante el Señor”, dijo Lance B. Wickman, líder mormón, en una entrevista del 2006.

Por esta “regla”, en el 2015, al menos 1.500 personas presentaron su renuncia a la Iglesia mormona, como informó la BBC en una nota periodística de dicho año.

Las cabezas de esta iglesia son todos hombres. “Seguimos el patrón de la Iglesia antigua. Antiguamente el patrón era que los apóstoles eran hombres”, señaló David A. Bednar, otro líder de esa iglesia.

Asimismo, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha sido cuestionada por su pasado racista. Es necesario señalar que algunos de sus miembros se unieron al Ku Klux Klan, como apunta en un artículo Larry R. Gerlach, profesor de Historia de la Universidad de Utah.

El periodista y escritor Jon Krakauer, recuerda en su libro Obedeceré a Dios una norma que tenía uno de los presidentes de esta congregación (Brigham Young): “…para los que cometen pecados tan atroces como el de la homosexualidad o el de tener relaciones sexuales con un miembro de la raza africana «la pena, según la ley divina, es la muerte en el acto. Esto será así siempre»”.

Incluso un párrafo del Libro del Mormón, existen párrafos que aducen a una piel oscura como una maldición, y una piel blanca como una bendición.

Denuncias de abuso sexual y una escasa transparencia financiera

A fines del 2019, David Nielsen, mormón y exgerente de inversiones de la iglesia,  acusó a este movimiento religioso de acumular miles de millones de dólares y evitar pagar impuestos. 

Según el testimonio recogido en un informe de The Washington Post, el dinero recaudado en diezmos (donaciones obligatorias de los miembros) se invirtieron en un brazo de inversión de la iglesia, pero que no fue distribuido a causas benéficas.

Por esta razón, este año, la iglesia y su brazo de inversión, Ensign Peak Advisors, fueron multados con 5 millones de dólares por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos.

Por otro lado, el periodista Paul Huntsman ganó el premio Pulitzer en el 2017 por una serie de informes que destaparon el trato perverso, punitivo y cruel dado a las víctimas de agresión sexual en la Universidad Brigham Young, una de las instituciones más poderosas de Utah, propiedad de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

La agencia de noticias Associated Press (AP) también realizó una investigación sobre los abusos sexuales. Este medio obtuvo casi 12.000 páginas de documentos sellados de una demanda separada por abuso sexual de un menor contra la iglesia mormona de Virginia. 

Según la agencia AP, las familias de las víctimas que presentaron la demanda revelaron un sistema que puede ser fácilmente manipulado por los jerarcas religiosos para impedir que las denuncias de abuso lleguen a manos de la policía y para que sean manejadas en cambio por abogados de la iglesia, que pueden ignorar el problema, exponiendo a las víctimas a nuevos abusos.

Estos son las diversas críticas, casos y cuestionamientos a esta Iglesia que se presenta en las redes sociales como una religión ‘buena onda’, pero que tiene un trasfondo turbio, oscuro y ultraconservador y hace donativos a través del Estado.