Escribe Jorge Mora

Hace un mes y medio Franco Osorio Paredes (Lima, 1987), poeta licenciado en periodismo en la Universidad de Lima y estudiante de Literatura Hispánica en la PUCP, soñó que se moría y eso lo hizo pensar que tenía que dejar algo antes de que eso ocurriera. Así nace el ANTIFIL 2016, un movimiento de difusión artística, generado por él y financiado con el dinero de varios colectivos de poetas a los que convocó. Este tipo de movimientos alternativos al circuito comercial son ya una realidad en otros sitios como Buenos Aires y ciudad de México, nos cuenta Franco, él los visitó, pero nunca pensó en que se llevaría a cabo acá hasta después de su sueño. “Ayer podía no haber ocurrido si es que no hubiéramos contado con el local de la Asociación Guadalupana, de ellos dependió al final y colaboraron con nosotros.

Bueno, no con nosotros, con la libertad, con la vida, con el derecho que tenemos todos a culturizarnos y al conocimiento libre para todos”. La idea es hacer un movimiento más humano, donde no impere el criterio comercial por encima del arte y la educación. Donde los escritores sean libres de publicar las cosas como les viene y en los formatos que crean mejor los representan -está la increíble obra Splendor, ¡mil páginas de poesía!, de Enrique Veraztegui. Le brillan los ojos de felicidad al poeta, nos habla con el entusiasmo y la calidez de quien entrega todo con mucha ilusión y alegría por una educación y cultura libres de ataduras hegemónicas.