Por: Pedro Francke*

A muy poco de que venza la vigencia del DU 003 que emitió PPK frente a la corrupción de odebrechtiana,  el gobierno y los fujimoristas se tiran la pelota. Ambos quieren quedar bien con Odebrecht en vísperas de las declaraciones de Jorge Barata, pero ambos quieren ocultarlo a la opinión pública.

Este es el punto central de la propuesta del gobierno, que los Fujis no han criticado: permite que Odebrecht venda sus empresas y activos y se lleve la mitad de la plata, lo que se mantendría aun cuando Barata no diga nada. Se facilita, además, la venta, señalando explícitamente que al que compre lo robado no se le podrá reclamar nada. Porque lo que se quiere vender son APPs (asociaciones público-privadas) producto del robo, contratos obtenidos con coima mediante los cuales los peruanos debemos pagarles millones en los años que viene.

Está pésimo: si se permite que Odebrecht saque algo de sus dineros del país, debe ser solo si Barata y los demás funcionarios de Odebrecht cantan como un ruiseñor con muy buena memoria (corremos el riesgo de que la tan esperada declaración de Jorge Barata esté llena de “no me acuerdo” o “pregúntenle a fulanito”).

Se sigue también sin ponerle freno a otro problema gordo de corrupción: las otras constructoras brasileñas, como OAS, Camargo Correa y Queiroz Galvao, todas, parte del “club de la construcción” e involucradas en el caso Lavajato y similares en Brasil, para quienes solo se plantean opciones “voluntarias”: pueden seguir actuando, si lo desean, como hasta ahora. Para las constructoras peruanas socias de Odebrecht, se les facilita seguir haciendo negocios con el estado aunque sigan los mismos dueños sinvergüenzas.

Esta propuesta se presenta como necesaria para la economía nacional y es aplaudida por los poderosos de la Confiep. A pesar de eso, ni PPK ni el Fujimorismo quieren hacerse de esa papa caliente. No es por gusto, claro, porque si hoy tremendo regalo a la corrupción está pasando piola, esperen nomás a que Odebrecht se lleve 700 millones por Chaglla o 200 millones por Olmos para que vean cómo reaccionará la ciudadanía.

¿Cómo están tratando de evitar la papa caliente?  A una semana de vencerse el plazo de vigencia del DU 003, realmente poco tiempo, PPK mandó un proyecto de ley al Congreso, sabiendo que está en receso, aunque la Comisión Permanente pueda ver el asunto. Pero los fujimoristas, particularmente Galarreta han dicho que no lo van a ver – regresando a su costumbre de actuar contra la Constitución, que establece que en estos casos deben tratar el tema de manera prioritaria. Es más, Galarreta ha dicho que PPK debe dar un nuevo decreto de urgencia, aunque algo que tiene un año completo para estudiarse no puede considerarse una emergencia y la reiterada costumbre de diversos gobiernos de abusar de decretos solo menoscaba la autoridad del parlamento – algo a lo que ahora abona Galarreta, a la sazón presidente del Congreso. Oportunismo puro. La mayoría fujimorista del Congreso, que tanto quiere gobernar, ahora juega al muertito.

En vísperas que hable Barata y teniendo la soga de la vacancia al cuello, se prepara tremendo regalo a este club de los corruptos. El que PPK mande su proyecto de ley al Congreso solo es una maniobra para tratar de desviar parte de la rabia de la opinión pública hacia el Fujikeikismo. Por su parte, la mototaxi de Keiko evade el tema: no quiere enfrentarse a Odebrecht cuando faltan pocos días para que hable Barata, pretende lavarse las manos cual Poncio Pilatos y luego poder señalar a PPK como el responsable.

Puras maniobras de baja estofa para ocultar cómo, ambos, benefician a estos grandes corruptos.

*Pedro Francke es Magister en economía y profesor principal de la Pontificia Universidad Católica del Perú, experto en políticas sociales, ha sido Director Ejecutivo de FONCODES, funcionario del Banco Mundial, Coordinador de ForoSalud, Presidente de SISOL y Gerente General de EsSalud.