Los docentes de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP) lograron inscribir su sindicato a fines de mayo de este año con la autorización del Ministerio de Trabajo. No pasó ni un mes, según relatan los trabajadores, para que esta casa de estudios los haya cesado de forma indiscriminada y arbitraria. Hay que recordar que esta institución forma parte del abanico de empresas de Carlos Rodríguez Pastor, dueño del conglomerado Intercorp.
Por Jair Sarmiento
Horas excesivas sin descanso de lunes a domingo, pagos muy bajos, revisión de cientos de trabajos estudiantiles en menos de 48 horas, aulas sin internet, computadoras anticuadas y que en ocasiones no funcionan, una calidad académica deteriorada, una salud mental desgastada y un capitalismo cognitivo salvaje.
Esas son las razones que denuncian los profesores de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), por las que formaron un sindicato, pero hace poco fueron cesados. Un atentado a la libertad sindical ha ocurrido en los salones de la UTP, señalan los maestros, quienes a fines de mayo lograron inscribir el Sindicato Único de Profesores de la Universidad Tecnológica del Perú (SINPRUTP) por medio del Ministerio de Trabajo.

La UTP pertenece al grupo Intercorp, conglomerado de empresas del hombre más rico del Perú, Carlos Rodríguez Pastor.
«Esta abrupta decisión de la Administración de la UTP se constituye en un acto que no solo infringe nuestras leyes laborales internas, sino que se contrapone a las normas internacionales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)», señalaron los profesores a través de un comunicado del sindicato.
En tal sentido, el Convenio n.º 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que los representantes de los trabajadores en la empresa gozan de protección efectiva contra todo acto que les perjudique y que pueda ser dictado a causa de su condición de representantes de los trabajadores, de sus actividades en defensa de sus intereses o de su afiliación sindical.
Es necesario señalar que este año, la UTP fue elegida como uno de los mejores lugares para trabajar según el Great Place To Work.
«Sorprende que una de las entidades académicas más grandes del país, que se entiende formadora de juventudes haya emitido una decisión con evidente desconocimiento de nuestra normativa nacional e internacional», añadieron.
En estos momentos, hay ocho docentes cesados el 14 de junio, como consta en los documentos que se mostrarán debajo de este párrafo. El sindicato está conformado por 20 trabajadores, y hay otros más que están en proceso de afiliación.
Augusto Medina, secretario general del SINPRUTP y profesor con 12 años en la UTP, señala que en su última clase enseñó derechos humanos a sus alumnos. «Esto ha sido una medida arbitraria e ilegal», manifiesta.
«Como si formar un sindicato fuera un acto criminal. El despido ha sido casi de inmediato ni bien se formó el sindicato, han corrido las cartas de despido, y esto ocurre cuando el Ministro de Trabajo ha viajado a Ginebra para la conferencia internacional de la OIT», menciona Medina.
Pedro Calvay, profesor de Derecho de la UTP especializado en Derechos Humanos, indica que decidieron alzar su voz ya que hay amenazas, maltratos y abusos constantes. «Quizá no volveremos a a trabajar en la UTP, pero queremos que se abra una puerta para que otros profesores puedan alzar su voz y puedan hacer un cambio institucional en la universidad», comenta.
Por último, manifiestan que agotarán todas las instancias nacionales pertinentes, y si es necesario, instancias internacionales para promover la justicia laboral.
Ya han presentado una queja ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y han mantenido una reunión con la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP).
Asimismo, mencionaron que la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) acudirá a la universidad para revisar las pruebas y evidencias del hecho.
‘Reunión antilaboral‘
El miércoles 7 de junio de la semana pasada, los docentes señalan que los coordinadores seniors de la UTP mantuvieron una reunión peculiar que ya les avizoraba lo que podía pasarles a nivel laboral como consecuencia por sindicalizarse.
«En aquella reunión vimos al abogado Jorge Toyama, un abogado con sesgo antilaboral, entrando a la Facultad de Derecho», comentan los trabajadores de la UTP.
Solidaridad de estudiantes
Los estudiantes de la UTP ya vienen de protestar en anteriores ocasiones contra la universidad por las pensiones, fallas en el sistema, cierre de aulas de forma intempestiva, etc.
En esta ocasión, realizarán un plantón el martes 20 de junio.
«Internamente estos despidos están generando un miedo en los trabajadores, y eso afecta y genera una situación de incertidumbre con los estudiantes, ya que ellos no saben qué pasa con sus docentes», señala Medina.