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Escuelas sin prejuicios

LA EDUCACIÓN PROHIBIDA

En medio de un contexto electoral que pone en jaque a la educación con igualdad, las historias de una escuela y sus estudiantes que lograron eliminar la tasa de embarazo adolescente reafirman la importancia de mantener la educación sexual integral.

El grupo escolar que redujo a cero el embarazo adolescente en su colegio

Por Graciela Tiburcio Loayza

*Las entrevistas fueron realizadas en noviembre de 2019, antes del inicio de la pandemia

Valerie tenía 16 años cuando logró lo que ningún gobierno ha podido cumplir hasta ahora: prevenir el embarazo adolescente en su colegio. Su escuela se llama I.E. Benito Juárez y está ubicada en San Juan de Lurigancho en Lima. Desde 2017, ninguna de las adolescentes que estudian allí ha vuelto a truncar sus estudios por un embarazo.

Año tras año, Valerie veía cómo 3, 4 o 5 de sus compañeras abandonaban el colegio al quedar embarazadas. Enfrentaban la maternidad sin ninguna otra opción. Lo que Valerie tenía a su alrededor era el reflejo de una problemática mayor: Un distrito donde entre el 2017 y 2019 más de 1 100 adolescentes tuvieron hijos.

—Era normal ver cómo una compañera de tercero de secundaria de pronto estaba embarazada. Te preguntabas qué va a ser de mi futuro, si realmente eso era lo que te esperaba a ti también, no nos decían cómo prevenir esas situaciones— nos contó Valerie el día que nos reunimos con ella en su colegio.

Cuando llegamos a la escuela era la hora de educación física. Más de 30 estudiantes practicaban vóley y fútbol en grupos mixtos. Valerie sonreía al ver a sus compañeros, «ahora todos están integrados», resalta. Las divisiones de ejercicios o deportes para chicas y otros para chicos, no existían más. 

El colegio estaba decorado con periódicos murales donde se leían frases como «No a la violencia física, verbal, sexual» y «tengo derecho a aprender con amor». Cada salón tenía afiches sobre la importancia de una educación igualitaria y el respeto que debe primar entre estudiantes. El panorama actual del colegio, dista bastante de cómo era hace cuatro años.

En Benito Juárez, al igual que en muchos otros colegios públicos, los temas sobre sexualidad eran poco tratados en sus clases. El tabú, la vergüenza y los prejuicios limitaban que los compañeros y compañeras de Valerie hablaran de las dudas que tenían sobre sus emociones y sensaciones. Más aún, en una edad donde todo está a flor de piel.

—En clases solo hablábamos sobre las partes del cuerpo, pero no nos decían que existían las infecciones de transmisión sexual o las relaciones tóxicas. Los chicos tenían muchos tabús y mitos, no podían hablar de métodos anticonceptivos entre ellos y menos con sus padres. Ponían caras extrañas. Si preguntábamos algunos (compañeros) se reían por vergüenza o lo tomaban a broma, no todos los profesores querían hablar sobre eso- resaltó la adolescente.

Un día, Valerie se dio cuenta que la información que recibía no era suficiente y decidió que no se quedaría de brazos cruzados. En 2015, ella, junto a veinte estudiantes más, formaron la organización escolar Somos Líderes; un grupo gestado con la motivación de cambiar lo que parecía ser el destino de varias estudiantes. Así, iniciaron un largo y arduo trabajo voluntario dando charlas de educación sexual integral a sus compañeros.

Valerie. Adolescente egresada del colegio Benito Juárez e integrante de Somos Líderes

Cuando Somos Líderes se creó, simbolizó un terremoto en todo el colegio. No solo configuró el inicio de la organización estudiantil; también significó un cambio en el paradigma de la educación que primaba hasta ese entonces en su escuela.

El enamoramiento, las desigualdades entre varones y mujeres, la violencia de género, métodos anticonceptivos, sexualidad y sexo, eran temáticas, por lo general, ausentes en las conversaciones familiares y en las aulas, pero que Somos Líderes abordó desde el principio sin miedo y que se convirtieron en un reto para toda la plana docente.

El inicio no fue fácil. Valerie y sus compañeros se reunían varios días a la semana al terminar sus clases para coordinar el proyecto. Contactaron organizaciones especializadas en educación sexual integral para capacitarse en el tema, asistieron a talleres, encuentros y diversos espacios de trabajo para formarse en enfoque de género. Una vez terminada la primera etapa de preparación, comenzó el segundo paso: replicar en sus aulas lo aprendido.

Tocaron puerta por puerta cada uno de los salones. Solicitaron a los profesores que les cedan parte de sus horas de clase para exponer a otros alumnos lo que ellos habían aprendido. No todos aceptaban, pero eso no les desmotivó.

Poco a poco lograron ganarse la confianza de sus compañeros y docentes, el respaldo del director y del municipio escolar jugaron un rol importante en ese aspecto. La semilla estaba sembrada y no fue cuestión de mucho tiempo para comenzar a ver los resultados de su trabajo. Valerie estaba en segundo de secundaria cuando inició Somos Líderes, a penas tenía 13 años. Este es su último año escolar y su promoción termina el colegio sin ninguna compañera embarazada.

—Cuando empezamos era bastante controversial escuchar a un adolescente hablar de estos temas, era como un tabú. Era complicada la accesibilidad que nos daban los profesores para ingresar a las aulas. Hay profesores que te dicen que está bien lo que haces, pero que dentro de su curso deberías enfocarte solo en lo académico— narra Valerie mientras se alista para dar una de sus charlas sobre educación sexual.

En la entrada del salón del 4° E, nos recibe otro periódico mural con fotos de una de las más recientes actividades escolares que organizó Somos Líderes: Festivoces. Una feria donde las alumnas y alumnos de secundaria presentaron sus iniciativas para generar aulas libres de violencia. Varias fotos acompañan el mural, en ellas, se muestra al alumnado presentando sus ideas mediante el teatro, historietas, murales y videos. En la mitad del mural resalta una frase: Entre pares nos entendemos y aprendemos mejor.

En el colegio Benito Juárez, las alumnas y alumnos ya no son más actores pasivos, han tomado la educación en sus propias manos. “Aprender entre pares” es la consigna que Somos Líderes eleva en cada una de sus clases de educación sexual integral. Son adolescentes hablando desde sus propias realidades y vivencias e informando a sus compañeros sobre temas que demandan conocer y que no siempre los adultos están dispuestos a abordar.

—El trato en Somos Líderes es horizontal, un compañero de 1° es totalmente capaz de ingresar a un aula de 5° y dar una charla, la información que se comparte entre adolescentes es mejor recibida – nos cuenta Valerie antes de ingresar al salón. Dentro, unos 30 alumnos la esperan para escuchar su charla sobre métodos anticonceptivos y sobre cómo prevenir infecciones de transmisión sexual.

El trabajo realizado por Somos Líderes ha sido reconocido en otros países. En 2018, esta iniciativa escolar fue incluida como parte del proyecto CONCAUSA de las organizaciones CEPAL, UNICEF y América Solidaria. Las compañeras de Valerie viajaron hasta Chile para compartir con la experiencia y los resultados exitosos que tenían gracias a sus charlas de educación sexual integral.

Somos Líderes. Los estudiantes iban de salón en salón para dar charlas de educación sexual integral.

Los alumnos no son los únicos que aprendían con las charlas de educación sexual integral. Las actividades que realizaron Valerie y Somos Líderes también permitieron que los profesores y profesoras amplíen sus conocimientos sobre estos temas y, sobre todo, trabajen articuladamente con sus estudiantes para mejorar los procesos de enseñanza y convivencia.

Amparo Rodríguez lleva 17 años enseñando en el colegio Benito Juárez y es profesora del curso de Educación Religiosa. Ella es una de las maestras que apoyó desde un inicio a la organización estudiantil. Amparo recuerda cómo varias de sus alumnas dejaron la escuela debido a sus embarazos; algunas regresaban luego de sus partos, pero no era fácil para ellas conciliar la maternidad y los estudios. Otras simplemente ya no volvían.

—La educación sexual era algo de lo que los alumnos querían hablar. Cuando hacíamos encuestas sobre la calidad de la enseñanza en el colegio, los temas sobre educación sexual eran los que más surgían dentro de sus intereses— nos comenta. La iniciativa de Valerie y Somos Líderes le ayudaron a comprender cuán necesario es que se aborde la educación sexual con información adecuada y sin prejuicios.

De adolescente, Amparo confesó que nunca recibió este tipo de información en su colegio, tampoco de sus padres. Incluso hablar sobre la menstruación y los cambios en su cuerpo eran temas desconocidos para ella. La profesora narró que antes no era común platicar sobre cuestiones relacionadas a la salud sexual y reproductiva, y muchos adultos crecieron pensando que esos temas debían mantenerse en el ámbito privado.

—Por lo general los padres y madres trabajan todo el día, los chicos están solos, al estar solos pueden hacer mal uso de su libertad. Tienen que estar preparados para saber las consecuencias que traen sus actos. La educación sexual integral les ayuda a estar seguros y no arrepentirse de sus decisiones para que no vean truncadas sus posibilidades de avance académico—, sostuvo la docente.

Amparo Rodríguez, profesora de Religión, es una de las docentes que más apoya a Somos Líderes.

La profesora reconoce que las distintas formas de violencia, las infecciones de transmisión sexual, el embarazo adolescente, la deserción escolar, son problemáticas que deben ser conversadas en los espacios educativos para que las niñas, niños y adolescentes sepan reconocerlas y actuar ante estas situaciones.

Los resultados del trabajo de Valerie y Somos Líderes, son la muestra que desmiente directamente a los opositores de las políticas de igualdad de género, entre ellos, al colectivo Con Mis Hijos No Te Metas y Padres en Acción, que durante todo el 2019 trataron de eliminar la educación sexual integral y el enfoque de género del currículo escolar diciendo que eso solo incentivaría a que los adolescentes inicien su vida sexual anticipadamente.

—Ellos están equivocados. Ellos no están dentro de los colegios, ellos no son quienes reciben las clases, nosotros sí. Nosotros sí sabemos lo que pasamos, sabemos las circunstancias en las que nos encontramos. Nuestro derecho es recibir educación sexual integral, recibir educación completa, científica y certera. Por dos años seguidos ya no hemos tenido casos de embarazo adolescente en el colegio. Eso es algo muy bravazo, porque se ve reflejado el trabajo de nosotros, se ve reflejado nuestro potencial— comentó Valerie luego de la charla que dio a sus compañeros.

Estudiantes organizados . Somos Líderes fue formado en 2015 por adolescentes para dictar charlas de educación sexual integral.

Valerie concluyó sus estudios en 2019. Dejó la escuela, pero los cambios generados a favor de sus compañeras y compañeros continuarán. Somos Líderes cuenta ahora con la participación de 70 estudiantes, cada una de ellas y ellos trabajando, como Valerie señala, “por el amor a sus compañeros y a su colegio”.

—Es bonito saber que mis compañeras salen del colegio y pueden continuar con sus sueños. Ese es uno de los logros de los que más nos enorgullecemos. Si Somos Líderes ha podido prevenir el embarazo en el colegio, imagínense todo lo que pueden hacer los adolescentes si se organizan—, concluye Valerie antes de ingresar a su examen de fin de curso.

Ahora, con 17 años, está estudiando derecho. La pandemia no ha quebrado su ganas de seguir impulsando Somos Líderes. Junto a sus compañeras y compañeros están planificando adaptar a talleres virtuales las charlas que daban en el colegio. Si ella y sus compañeros lograron mejorar la situación de su escuela, sin duda tienen la gran posibilidad de generar un cambio en la sociedad peruana.