En alianza con medios de 15 países de Iberoamérica, Wayka participó de la investigación Mujeres en la Bolsa, que analiza cómo están compuestos los directorios de empresas que cotizan acciones en la Bolsa de Valores.
Lucero Ascarza
De las 232 empresas inscritas en la Bolsa de Valores de Lima (BVL), 133 tienen consejos directivos integrados solo por hombres. Estereotipos sobre roles de las mujeres son un factor, además de la poca visibilidad de las empresarias que ejercen cargos directivos.
El resultado: En el ranking de 16 países de América Latina y España en igualdad de género, Perú ocupa el penúltimo lugar. Un puesto para no celebrar.
Del total de las 232 empresas inscritas en la Bolsa de Valores de Lima, casi 60% no tiene a ninguna mujer en un puesto directivo. Es decir, que las mujeres están excluidas de cargos que implican participación en la toma de decisiones y responsabilidad dentro de las empresas.
En las empresas de fondos de inversión, por ejemplo, no existe ninguna mujer en cargo de dirección. Y entre las empresas que sí incluyen mujeres, estas son las diez que tienen menor participación respecto a sus pares hombres:
Sectores empresariales como el agrario, el minero o el de servicios públicos tienen aún una baja presencia de mujeres en directorios. Mariella del Barco, representante de Women CEO Perú con experiencia en el mercado de valores, señala que, por ejemplo, en el rubro minero hay «sesgos inconscientes predominantemente masculinos todavía muy arraigados».
Si bien reconoce que los estereotipos sobre el rol de las mujeres se han ido desarmando, aún son un factor que juega en contra. «Una razón limitante para preferir otorgarle un puesto de liderazgo a un hombre y no a una mujer es pensar que el rol de la mujer en el hogar no le permitirá asumir un puesto de liderazgo que consuma muchas horas de trabajo fuera de su hogar, lo cual es un error», explica del Barco.
Por otro lado, las mujeres que llegan a ocupar un cargo directivo tampoco la tienen fácil. Como señala Mariella del Barco: «Hay códigos silenciosos que se perciben (…) lo que una dice, en boca de un hombre suena como la idea perfecta; pese a que no haya sido originariamente dicha por él, sino por una mujer«.
En 2018, Women CEO Perú, Centrum Católica y PwC realizaron un estudio parecido sobre las mujeres en directorios de empresas en el mercado de valores. Uno de sus hallazgos fue la poca visibilidad que existe de las mujeres que ocupan cargos de alta dirección.
«Al encontrarse las mujeres menos expuestas en su trayectoria como miembros de directorio, el nombramiento se concentra mayoritariamente en los hombres (…). Para algunas, se considera que hay discriminación, y la excusa que se señala es que no hay suficientes mujeres preparadas», explica.
Mujeres en la toma de decisiones
La Bolsa de Valores de Lima (BVL) tiene como presidenta a una mujer. Claudia Cooper, exministra de Economía, es actualmente la única mujer en el directorio y la segunda mujer en asumir la presidencia de esta institución en sus 159 años de existencia.
Si ya es difícil encontrar mujeres en los consejos directivos, es más difícil aún verlas en puestos de presidencia. De acuerdo a la base de datos analizada por Wayka, solo hay siete mujeres como presidentas de directorios en empresas que cotizan en la BVL.
Una de ellas es Rosanna Ramos-Velita, quien preside el directorio de la Caja Rural Los Andes, con sede central en Puno. Esta empresa del sector financiero destaca además por tener 60% de participación femenina en su directorio: tres directoras y dos directores.
«Para una mujer, llegar a ser miembro de un directorio corporativo no es la norma, es la excepción. Por lo tanto, nos tomamos muy en serio las responsabilidades corporativas y fiduciarias de este importante cargo. No sé si lo hacemos más o menos que un hombre, pero sí sé que las mujeres que llegan a ese nivel han tenido que demostrar y trabajar mucho más que sus pares masculinos», afirma Ramos-Velita.
Para la empresaria natural de Ica, hoy en día un modelo sin acceso a liderazgo para las mujeres es insostenible. «En nuestro caso, como en el de muchas otras organizaciones, por lo menos un 50% de nuestros clientes son mujeres. Entonces, ¿por qué las decisiones de nuestras compañías, que en teoría buscan atender las necesidades de esas mujeres, serían tomadas por un grupo exclusivamente de hombres?«, indica la presidenta de Caja Rural Los Andes.
La igualdad de género como ventaja empresarial
¿Por qué una empresa debería preocuparse en promover el acceso de mujeres a posiciones de liderazgo? Para Rosanna Ramos-Velita, la equidad de género es una estrategia rentable para quienes, como ella, lideran compañías.
«Dotar de las mismas oportunidades a hombres y mujeres atraviesa de forma transversal el negocio. Ello, porque contar con un equipo diverso, con ideas provenientes de diferentes experiencias de vida, permite que nuestras empresas sean más sólidas, creadoras, y, sobre todo, ricas en innovación y capacidad de reacción frente al actual entorno de constante cambio», explica.
Ninguna de las empresarias entrevistadas por Wayka cree que sea necesario implementar una cuota de género, pero sí medidas que reconozcan la importancia de contar con mujeres en puestos de liderzgo.
Mariella del Barco, de Women CEO Perú, agrega que: «La participación de las mujeres en los directorios contribuye positivamente en desarrollar buenas prácticas de Gobierno Corporativo, valores y ética (…) Existe consenso en afirmar que la diversidad contribuye a lograr mejor performance y resultados en favor de las empresas».
Pese a ello, en Iberoamérica el promedio de participación de las mujeres en consejos directivos es de 13%. Perú se encuentra aún por debajo de esa cifra, con solo 9.59% de mujeres ocupando posiciones de liderazgo en empresas inscritas en la Bolsa de Valores.
Revisa aquí la plataforma que analiza la participación de mujeres en las bolsas de valores de 16 países.