El pueblo de Acarí lleva varias semana reclamando justicia para un menor, víctima de violación. Pese a la declaración de una testigo y los resultados del médico legista que confirman el abuso, el agresor no fue detenido y ahora se encuentra no habido.

Por Zintia Fernández, corresponsal en Arequipa

 ‘Juan’ (11) se encontraba en su vivienda, ubicada en una calle desolada del distrito de Acarí, provincia de Caravelí en Arequipa, cuando Ever Lino Ayala Bellido (58), su entrenador de fútbol y vecino, llegó a su casa para sacarlo con engaños. Esa misma tarde del 3 de enero, Ayala abusaría sexualmente del menor, sin darse cuenta que la tía de ‘Juan’ sería testigo de la agresión a su sobrino.

—Me pregunté por qué se llevaba a mi niño detrás de la casa y los seguí—narra al teléfono.

La tía de ‘Juan’ regresaba de la chacra, hasta que se percató de la presencia de Ayala Bellido y le pareció extraño.

—Lo que vi me dejó paralizada. Corrí y le di un puñete. Le reclamé. Tenía los pantalones abajo. [Ayala Bellido] Y todavía empezó a gritar que no estaba haciendo nada—.

Ayala Bellido tiene una academia de fútbol para menores en el distrito y se dedica al negocio familiar de la venta de pan. Lo conocen también como ‘Cocorico’ y es, además, locutor de una radio local. No tendría nada de peculiar, excepto, que Bellido ya tenía como antecedente una investigación por presuntos tocamientos, actos de connotación sexual en agravio de una menor de seis años. El caso se encuentra en etapa de acusación, según la Fiscalía.

Acarí es un distrito pequeño con una población de alrededor 5172 habitantes, sin embargo, los madres y padres de familia desconocían de la investigación previa que tenía Ayala Bellido y recién se supo con el caso de ‘Juan’.

LARGA DEMORA

La tía de ‘Juan’ cuenta que pasado los minutos acudieron a la Comisaría Rural de Acarí para la denuncia. A raíz de su insistencia, fueron a la casa del agresor, pero la policía no ingresó a la vivienda. «Estaba ahí, pero regresamos a la comisaría y estuvimos sentados. Se movían de un lado a otro, pero no procedía la denuncia. Fue mi esposo quien reclamó y empezaron a anotar».

Ever Ayala Bellido es sindicado como agresor de un menor de 11 años. Foto: Reniec

Entre tanto, la madre de ‘Juan’ regresaba de Nazca (Ica). Había ido a realizar unas compras y trámites, cuando en el camino supo de la noticia. «Me llamaron contando lo ocurrido y empecé a buscar un carro para regresar», cuenta. Al llegar a la comisaría encontró a su niño. No había ningún personal del Ministerio de la Mujer y Población Vulnerable en ese momento.

«Estaba sentadito en la comisaría. Yo llegué a las 6.30 p.m. así como mis otros familiares. Mi cuñado es quien reclama el por qué no estaba asentada la denuncia. Ellos decían que buscaban al sospechoso», narra la madre.  Cerca de las siete de la noche, agregó, comunicaron de los hechos a la Fiscalía.

A esa misma hora, la familia recibió la información de que el sospechoso estaba en su vivienda. Insistieron a la Policía para acudir nuevamente.

 «Mi esposo fue de nuevo a la casa del señor [Ayala Bellido], la familia salió a decirles que no iba a salir. Los efectivos no quisieron ingresar porque, según ellos, necesitaban una orden y el fiscal tampoco aparecía. Como a las diez de la noche nos dijeron que regresemos al día siguiente porque no llegaba el fiscal. Nos contaron que llegó a las dos de la mañana. Recién a la una de la tarde (4 de enero) fuimos a la División Médico Legal de Nazca en Ica», detalla la madre de ‘Juan’.

El resultado del examen médico confirmó la violación: signo de acto sexual contranatura antiguo y reciente. Es decir, no era la primera vez que ‘Juan’ era víctima de abuso sexual. De acuerdo con el examen, las agresiones iniciaron desde noviembre de 2021. El niño recibía clases del entrenador desde los siete años.

«El fiscal nos dijo que debemos esperar el resultado de la cámara Gesell como prueba contundente, pero eso sería hasta el jueves», agrega la madre de familia a Wayka.

Por las protestas y reclamos de la población de Acarí la diligencia se adelantó para el martes 11 de enero. La declaración del menor ante los especialistas corroboró la violencia que sufrió.  El jueves 13 allanaron la vivienda del entrenador para el recojo de evidencias, pero no encontraron al investigado.

EXIGEN JUSTICIA

Tras conocerse la agresión en el distrito, las madres de Acarí empezaron a organizarse para apoyar a la familia. Habían pasado tres días desde la denuncia sin la detención del agresor. Las madres junto a otros vecinos realizaron plantones en diferentes calles e instituciones. Piden cambios en el cuerpo policial por la mala atención en este tipo de casos.

El jueves 6 de enero se dirigieron en movilización hasta la sede policial, donde se demoraron con la denuncia. Exigieron respuesta a los reclamos y fue el teniente PNP S. Pari, quien salió a mostrar solidaridad y explicación por la actuación policial. El oficial acudió al distrito desde Yauca, ubicado a una hora del distrito, para calmar los reclamos.

 “El trabajo policial debe ser inmediato, se ha conversado sobre la atención básicamente al caso, se va a tomar las medidas correctivas con respecto a cualquier efectivo policial si es que haya incumplido o no haya realizado bien su trabajo. (…) El comisario a cargo tomará dichas medidas”, expuso.

Después de ese discurso, la población insistió con la salida o cambio de los agentes, en especial del Brigadier G. Velásquez quien, según las madres, estuvo el día que llegó el niño y su tía a la dependencia policial.  “No es la primera vez que hay malestar con el agente, por la lentitud en la atención. Por eso es por lo que queremos el cambio”, manifestó una de las madres. Como respuesta, los efectivos indicaron que deben dirigir un memorial a la oficina de la Novena Macro Región Policial Arequipa para concretar el pedido.

Ese mismo día, el Ministerio Público informó que el fiscal a cargo del caso, Javier Mariño Delgado estableció el plazo de 60 días para realizar la investigación preliminar. En este plazo debe recabar todas las pruebas para la detención de Ayala Bellido. A 24 días, el sospechoso sigue en libertad.

MAL INICIO DE LA INVESTIGACIÓN

El abogado penalista Javier Cornejo Portocarrero señala que si el fiscal puede reunir las pruebas en un día la solicitud de detención al entrenador debe hacerse efectiva. Aunque consideró como “mal inicio” el proceso realizado con este caso.

“No se debió esperar tres horas, al ser un menor de edad se debió aceptar la denuncia de manera inmediata y realizar las diligencias con urgencia. Incluso si no hay personal, como ocurre en lugares lejanos, debieron comunicar al comisario para que él mismo registre la denuncia y comunicar al fiscal”, explicó el exprocurador anticorrupción de Arequipa a Wayka. 

En esa línea agregó que la Policía al contar con las 24 horas de flagrancia pudo haber ingresado a la vivienda para la detención del sospechoso. “Hemos visto que durante la emergencia sanitaria los agentes ingresaban a las viviendas cuando incumplían las normas, con mayor razón en este caso delicado. Se busca la inmediatez”, compara.

Desde Acarí, la madre de ‘Juan’ insiste con la captura del entrenador. Al cierre de esta nota, el Ministerio Público continúa sin tomar las declaraciones a ella y a su esposo, y esperan la reprogramación de la cita que fue suspendida el 14 de enero. “No nos comunican nada. (…) Yo no sé hasta cuándo podré soportar todo esto. Nosotros pedimos justicia para que no vuelva a suceder con otro niño o niña”, lamenta. Mientras tanto, los operadores de justicia permanecen indiferentes ante la agresión sexual del menor, pese a los casos de violencia que existen en la región.

*’Juan’ es un nombre ficticio que se usó para preservar la identidad del menor, así como de sus familiares.