Redacción Wayka

El embarazo adolescente y la maternidad infantil forzada continúan siendo una problemática que el Perú no es capaz de frenar. En lo que va del 2020, se han registrado 33 mil 365 partos de niñas y adolescentes de 0 a 19 años.

De ese total, 679 corresponden a niñas menores de 14 años que fueron víctimas de violación sexual, según cifras del Ministerio de Salud.

La Defensoría del Pueblo señala que «en el contexto de emergencia sanitaria, dicha realidad se estaría agudizando aún más debido a las distintas medidas de contención y prevención del contagio del COVID-19».

Es decir, la cantidad de niñas y adolescentes embarazadas ha aumentado por la pandemia. Y los registros lo demuestran, pues ya se superó las cifras del 2019. El año anterior, según Reniec, 27 mil 799 niñas entre 10 y 17 años registraron a sus recién nacidos.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se ha pronunciado al respecto y ha elevado recomendaciones al Estado peruano para atender esta problemática que afecta, sobre todo, a las niñas y adolescentes más pobres.

Dichas recomendaciones abarcan adoptar medidas integrales e inmediatas para respetar y garantizar el derecho a la salud sexual y reproductiva de las y los adolescentes. Es decir, se debe reforzar la disponibilidad y continuidad de los servicios de salud que incluyan consejería y acceso a métodos anticonceptivos modernos durante la emergencia sanitaria.

Cabe resaltar que, según normativa del Ministerio de Salud, las y los adolescentes mayores de 14 años no necesitan acudir al centro de salud en compañía de sus padres o tutores para recibir consejería sobre salud sexual y reproductiva. Además pueden recibir métodos anticonceptivos yendo por cuenta propia.

Sin embargo, Wayka comprobó que incluso antes de la pandemia este derecho de las y los adolescentes no se cumplía. Pues el hospital Loayza le negó la entrega de un condón a una adolescente que fue a buscar servicios de planificación familiar.