Eduardo Abusada

La primera línea es como se conoce al cuerpo médico que está enfrentando al virus. Pero hay una primera línea de la primera línea, y es todo el personal de salud que labora en las Unidades de Cuidados Intensivos. Son los que se ven cara a cara, sin más escudos que las mascarillas, con el mortal coronavirus; día a día respiran el aliento de la muerte. Es su trabajo, arrebatarle vidas a la parca.

Al iniciarse la pandemia en nuestro país, hace dos años, el Hospital de Emergencias de Villa El Salvador se transformó en hospital especializado en recibir los casos más duros del coronavirus. Desde entonces viene trabajando allí Jorge Vento, médico intensivista desde hace 8 años. Ha conocido casos dramáticos y muertes que se pudieron evitar; pero también la alegría inmensa de ver un paciente, que estando al filo del más allá, logró aferrarse a la vida.

Doctor, ¿qué sabemos ya de la Ómicron? Entiendo que no va tan rápido a los pulmones, sino que se aloja más en la garganta y antes de los pulmones…

La variante Ómicron es la que fue identificada en Sudáfrica en noviembre del 2021. Hasta la fecha, se ha demostrado su alta transmisibilidad (su alta capacidad para transmitirse de una persona a otra), lo que explica la alta tasa de contagios sucedida en todo el mundo en tan poco tiempo. También, las características clínicas de esta variante difieren en algo de las anteriores (Alfa, Delta, Gamma): suele presentarse como un resfriado común (dolor de garganta, congestión nasal, fiebre, malestar general). Esta característica no la hace intrínsecamente leve, sino más bien responde a que, al ser de mayor transmisibilidad, infecta también a personas previamente infectadas con las variantes anteriores, las cuales ya tienen un sistema inmunológico protector (buenas defensas) frente al Covid. El mismo principio se cumple en las personas vacunadas. Sin defensas adquiridas naturalmente (infección previa) o a través de las vacunas, la variante Ómicron puede hacer formas severas de la enfermedad tal como las anteriores.

¿El tratamiento es igual que con la Delta y las otras variantes previas?

Sí, el tratamiento es el mismo. En infecciones leves, tratamiento y control de síntomas. En presentaciones moderadas, la hospitalización con el apoyo de oxígeno; y en casos severos, el ingreso a una UCI para soporte respiratorio avanzado.

Entonces, ¿es cierto que esta variante Ómicron es más suave? En todo caso, ¿en lo que has visto, para alguien no vacunado también será suave o le puede ser tan complicada como las anteriores?

No, no es más suave. Pareciera que se comportara así. La razón de los cuadros leves de esta variante es que está infectando a personas con sistema inmunológico preparado para esta infección, como son los infectados previamente con otras variantes y los vacunados. Sin embargo, en no vacunados se presenta tal como se han venido presentando las otras variantes: hay estados graves y, lamentablemente, también fallecimientos por complicaciones asociadas a la infección por esta variante.

Usted está atendiendo en UCI, ¿qué está viendo respecto a vacunados y no vacunados? ¿En qué porcentaje están siendo internados cada grupo y cuál es su situación de salud?

A grosso modo y en concordancia con los registros, vemos que más del 90% de los ingresados en UCI son personas no vacunadas (ninguna dosis) de cualquier edad, el resto con vacunación parcial (01 o  02 dosis); mayormente con una condición médica pre existente. Igual sucede con la mortalidad, mayor en no vacunados que en vacunados.

Los que no se han vacunado, ¿qué te dicen?, ¿qué suelen argumentar?

Las veces que he conversado con no vacunados, me dan múltiples razones. La más frecuente es que “no tenían tiempo” o que “las vacunas son dañinas”.

De esos que no se han vacunado, ¿algunos se arrepienten de no haberlo hecho?

Sí, cuando hemos conversado con ellos, prácticamente todos. En esta ola, hemos visto las historias de los no vacunados y su inmenso miedo y preocupación por lo que les sucederá y su arrepentimiento al no vacunarse. Como el caso de una señora de 56 años, quien al preguntarle por los motivos a no vacunarse nos dijo con un gesto de miedo y resignación “por tonta, doctor”. Esa señora, lamentablemente, fallecería horas después. También el caso de otra señora con la que conversé ayer, no vacunada, ya recuperándose luego de haber estado cinco semanas en el ventilador mecánico y con riesgo de morir hasta en dos oportunidades. Me dijo, mientras la examinaba: “Doctor, lo primero que haré apenas salga de aquí será vacunarme…”

-Deber ser un trabajo muy fuerte atender en UCI. Así como historias trágicas, también, supongo, hay historias de alegrías…

En realidad, muchísimas historias hay para contar. Las alegrías y algarabía de las familias al otro lado del teléfono cuando le comunicábamos que su familiar había dejado el ventilador mecánico y pronto sería dado de alta es algo que recuerdo mucho. También, dentro de su dolor y preocupación, las palabras de aliento hacia nosotros por parte de los mismos familiares al otro lado del teléfono. Las cartas y fotografías que los familiares dejaban a diario en las pertenencias de los pacientes y que las enfermeras colocaban al lado de los pacientes, aunque ellos estuvieran sedados profundamente y conectados al ventilador mecánico. Cuando se recuperaban se encontraban con todas esas muestras de cariño. Otras veces, lamentablemente no despertaban jamás.

-Finalmente, este rápido barrido que está haciendo el virus en esta tercera ola, ¿cree que ya sea el final de la pandemia?

Según una declaración de la OMS hecha el día de hoy, es posible el fin de la pandemia para este año, quedando la Covid-19 como una endemia. Concuerdo con esta idea, puesto que hasta el momento no tenemos ningún reporte de alguna otra variante de preocupación que desate una nueva ola de contagios.