Roxana Loarte

Foto portada: Cosecha Roja

La alerta feminista que avanza en Latinoamérica se fortalece cada año en una provincia de Argentina, desde 1986. Hace 34 años un grupo de mujeres argentinas participaron de la clausura de la Década de la Mujer en Kenia, África; a su regreso decidieron autoconvocarse y organizar reuniones para discutir y tomar acciones sobre la opresión que afronta la mujer en la sociedad.

El encuentro que inició congregando a tan solo casi 1000 mujeres, hoy concentra a más de 65 mil tanto de Argentina como de otros países latinoamericanos. Incluso, la participación se amplió, incorporando la demanda de las diversidades y minorías. Este año el Encuentro ha reunido a 200 mil mujeres tanto de Argentina como de otros países de la región.

De esta manera la convocatoria de 2019 tuvo la denominación de 34 Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y No Binaries, y su nombre en adelante será Encuentro Plurinacional de mujeres, disidencias y no binaries. Además, cuenta con la participación de organizaciones sociales de base indígena tanto de Argentina y de países de la región como Perú, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Chile y otros.

«Creemos que la Argentina es un país diverso y también tiene pueblos originarios que muchas veces no son nombrados y reconocidos en los encuentros, hay muchas mujeres indígenas que están demandando que sean consideradas (…) También las disidencias sexuales, muchas de nosotras también somos negras e indígenas», declaró Mónica Coronado migrante peruana de la organización lésbica feminista Las Safinas de la provincia de Rosario en Argentina.

La marea verde plurinacional

Una ciudad de mujeres diversas y disidentes llenaron La Plata, lugar a una hora y 15 minutos de Buenos Aires. Alegres y rebeldes convirtieron la ciudad en un espacio de lucha feminista y anticapitalista. Calles y plazas tomadas por las marchas, iglesias cercadas con muros de metal y guardias policiales, así como instituciones gubernamentales enrejadas.

Un hecho que marcó la diferencia de los encuentros anteriores ha sido la participación de organizaciones de pueblos originarios y del campo como de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT); movimiento sindical donde participan mujeres campesinas de Argentina. La UTT es muy conocida por los «verdurazos», acciones que consisten en distribuir de manera gratuita verduras y tubérculos en plazas a modo de protesta frente a la crisis y ajuste económico en Argentina.

Esta organización denuncia las desigualdades que existen en sus centros de trabajo, y la discriminación del modelo de producción a las cuales están sometidas. La secretaria de género de la UTT, Rosalía Pellegrini, explicó a Wayka que la UTT fue abriéndose paso con los ‘verdurazos’ y las distintas estrategias de lucha, sin embargo «las mujeres campesinas rurales estamos muy marginadas a la hora de pensar en políticas públicas, y a la hora de pensar dentro del movimiento de mujeres en Argentina una agenda propia nuestra». También señala que sobre el pedido de la despenalización del aborto no tienen aún una posición definida, pero están trabajando en el tema, para que las mujeres campesinas comprendan por qué es importante el derecho a decidir.

Así también entre otros de los reclamos están los del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir de Argentina, quienes demandan al Estado el derecho a la titularidad de sus tierras, denuncia los casos de violencia policial a la que están expuestas y las condiciones de pobreza en la que viven las comunidades de los pueblos originarios. 

Reunidas en un encuentro previo al que se llevó a cabo en La Plata, las mujeres indígenas; denunciaron al capitalismo, neoliberalismo, el modelo extractivista, el patriarcado y el machismo como los males que las aquejan. Los mismos que otras mujeres latinoamericanas de los pueblos originarios señalaron en el 34 Encuentro Plurinacional.

En Perú, la Organización de Mujeres Indígenas, Andinas y Amazónicas (ONAMIAP), quienes también fueron parte del Encuentro, es uno de los espacios que plantea el reconocimiento a la identidad de las mujeres indígenas peruanas, y a su inclusión como comuneras calificadas en el trabajo de la tierra y contra todo tipo de violencia contra ellas.

La mañana del lunes en el estadio único de La Plata se aprobó la sede del Encuentro en el 2020, en la provincia de San Luis. Con el aplauso de las asistentes culminaron los tres días de mesas, talleres y movilizaciones en uno de los lugares donde la oleada feminista latinoamericana se proyecta para el siguiente año aprobar el aborto legal, seguro y gratuito para las mujeres en Argentina, y un gran paso para que otros países de la región cambien su legislación a favor de las mujeres.