A 67 años de promulgados los derechos cívicos de las mujeres, las mujeres indígenas continúan en la lucha por ejercer una ciudadanía efectiva y participación reinvindicativa
Por: Danitza Alipio
Desde la Organización Nacional de Mujeres Indígenas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP), se han impulsado espacios de reflexión en alianza con comunidades de diversos países como Chile, Colombia, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, con el fin de elaborar una propuesta que promueva la participación y representación en los espacios de poder de decisión mediante nuevas leyes.
Pese a que existen leyes como la Ley de cuota de género y la Ley de cuota indígena, esto resulta insuficiente según lo expresado desde la ONAMIAP. Para la organización “estas normas no fueron suficientes para garantizar nuestra participación política, porque obligaban a la intermediación de los partidos políticos, que no llevan nuestras agendas y nos colocan en los últimos lugares de las listas, solo para cumplir con las normas. Además, las mujeres indígenas carecemos de recursos para desarrollar campañas electorales”.
La ineficacia de estas normativas se pueden evidenciar en el Reporte N° 3 de la Serie participación política de los pueblos indígenas elaborado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Según los datos recogidos, desde el 2001 al 2020 solo fueron escogidos, como representantes del Congreso, 7 miembros de comunidades indígenas entre hombres y mujeres.
Es importante recalcar que, pese a que dichos ciudadanos se identificaron como indígenas, no llevaron la agenda reivindicativa de estas comunidades. Así lo reiteró Melania Canales, presidenta de la ONAMIAP, a Wayka: “Nadie cuestiona la identidad cultural, lo que cuestionamos es la representación y la forma de cómo son elegidos: de forma individual. Porque los pueblos indígenas tenemos nuestras propias formas, nuestros modos de elección ancestrales”.
Desde la ONAMIAP también impulsan la propuesta de un distrito electoral indígena. Según el Censo Nacional del 2017, el 24.6% de la población se identifica como indígena y la mitad de esta población son mujeres. Por ello se busca que se establezcan curules en el Congreso de la República específicamente para mujeres indígenas elegidas desde las organizaciones. “No es igual que seamos indígenas y entremos como parte de un partido político porque así represento al partido y no a la población”, explicó Canales.
Sin embargo, la presidenta de la ONAMIAP también considera que esto será un proceso difícil de concretar debido al dominio de los poderes económicos. “Nosotras como mujeres indígenas exigimos el respeto de los derechos colectivos y luchamos por mantener nuestros territorios. Cuestionamos situaciones de despojo territorial y queremos fortalecer nuestra identidad cultural (…) El poder económico no va a querer que nosotras tengamos cierto espacio de poder y quieren mantenernos fuera para que no busquemos la implementación de nuestros derechos. Simplemente para seguir manteniendo estas desigualdades”, sentenció Canales.
La mujer indígena y sus derechos
El 7 de septiembre de 1955 se promulgó la Ley 12391 en el que se reconoció el derecho al voto de las mujeres alfabetas. Sin embargo, la mayor parte de la población analfabeta se encontraba en las comunidades indígenas, siendo, en su mayoría, mujeres. No fue sino hasta 1978 en el que se incluye a la población universal en este derecho a elegir y ser elegido.
En ese sentido, Melania Canales agrega que el proceso de lucha continúa: “Como mujeres la lucha empieza al interno de nuestras propias organizaciones y también hacia afuera. Al interno el machismo es muy fuerte. Donde está el dinero y donde está el poder, están nuestros hermanos, en su mayoría. A las mujeres nos pueden dar espacios siempre y cuando no haya dinero o no sea un espacio con poder de decisión. Al externo porque tampoco hay normativas, no hay normas que realmente regulen nuestra participación como mujeres indígenas organizadas. Y sentimos que todo esto es por nuestra sociedad racista”.
Canales mencionó además que existe persecución en base a los estigmas que se generan con las mujeres indígenas. Ella misma aseguró haber sido víctima de dicha discriminación en su periodo como alcaldeza de la provincia de Lucanas, en el periodo 2011-2014. “Desde la llegada de los españoles nos han dicho a los pueblos indígenas que somos ignorantes, que no tenemos conocimiento, que somos incapaces, que las mujeres son para la casa, que qué sabe la mujer, no es igual que un hombre. Yo he sufrido de un proceso de revocatoria por incapacidad, la incapacidad es subjetiva. Y aún finalizado ese periodo, continúan los hostigamientos”.
A inicios de este mes, la Organización Nacional de Mujeres Indígenas y Amazónicas del Perú, realizó un encuentro de lideresas y dirigentes de sus bases organizativas, con el fin de conocer la propuesta de la Política Nacional de Pueblos Indígenas y construir propuestas para llevarlas a los talleres macrorregionales de socialización convocados por el Ministerio de Cultura (MINCU).