Roxana Loarte

Cuando tus familiares son los agresores. Balvina Sánchez Navarrete (39 años) recuerda que la primera discusión con sus sobrinos ocurrió en 2018. El móvil de las peleas fue la casa donde viven ella, su madre y su hija. El terreno de su padre fallecido enfrentó a la familia hasta que se convirtió en una denuncia por violencia contra la mujer e integrantes del grupo familiar. El caso ha remecido a Piura, tras la difusión de unos videos donde ella aparece golpeada y ensangrentada por sus sobrinos Carlos Emilio y Neil Alberto Corrales Sánchez (23 años). Ahora ellos tienen prisión preventina, pero Balvina teme por su vida y la de su madre.

La semana pasada, el martes 7 de julio, Balvina se encontraba atendiendo a su hija de 14 años con discapacidad. Su madre, Irma Navarrete (73 años), se dio cuenta que su cubrecama no estaba en el lugar donde lo dejó. Entonces sospechó que sus nietos, los gemelos Carlos Emilio y Niel Alberto, lo habrían tomado. Ambos tienen un taller de mecánica en la casa de Balvina, donde ocupan un espacio en litigio. Además, Carlos Emilio vive en una habitación del inmueble.

Al escuchar a su madre, fue a reclamar a sus sobrinos. En medio de la discusión, les increpó la falta de pago de luz y agua desde fines marzo. Carlos Emilio respondió que no se harían cargo, lo que llevó a Balvina a bajar la llave de luz de la casa. Ese fue el detonante para que ambos sobrinos la golpearan, dejando su rostro con lesiones.

Balvina cuenta que hasta ahora tiene secuelas de los golpes. «Es un dolor horrible que hasta ahorita no me pasa… Ellos me han soltado cuando me han visto que yo ya no podía respirar… con todo el dolor he tomado valor y me he ido a la comisaría», narra a Wayka.

Foto: Diario La Hora de Piura
Captura del expediente donde se amplían las medidas de protección para Balvina Sánchez.

Luego de realizar la denuncia y recibir atención médica, Balvina decidió hacer público su caso a través de sus redes sociales, cansada de la violencia por parte de sus familiares, quienes ya habían sido denunciados por violencia psicológica en julio de 2019, además la madre de ella también hizo una denuncia en el 2018. Tanto Carlos Emilio y Neil Alberto Corrales tenían una orden que les prohibía «insultar, humillar, amenazar y agredir físicamente a la denunciante [Balvina Sánchez]» notificada el 10 de agosto de 2019. En este documento también figura una de las hermanas de Balvina y madre de sus sobrinos, Silvana Sánchez Navarrete. Sin embargo, los tres incumplieron las medidas de restricción.

Carlos Emilio y Neil Alberto Corrales Sánchez están siendo investigados por los delitos de lesiones leves y desobediencia a la autoridad, y se les dictó prisión preventiva de 7 meses, que fue solicitado por la Fiscalía Especializada en delitos de violencia contra la mujer y los integrantes del grupo familiar de Piura. Han sido internados en el establecimiento penitenciario exRío Seco en Piura.

En tanto, las medidas de protección a favor de Balvina han sido ampliadas y ratificadas. Pero ella teme por su vida. Señala que su sobrina, también hija de su hermana Silvana, quien vive con ella ha recibido amenazas de la pareja de Carlos Emilio dirigidas a Balvina.

«Esas amenazas fueron enviadas a través del celular de uno de mis agresores [Carlos Emilio], por la conviviente de él, [que le envió] a mi sobrina que vive con nosotros y al mandarle las amenazas seguro mi sobrina se debe haber asustado y me las compartió a través de mi Facebook, me dijo: ‘Tía, mira lo que está mandado F, y por eso yo las he hecho públicas», declaró a Wayka.

A esto también se suma, que su hermana Silvana, dos días después de las agresiones, irrumpió por la tarde en la casa y violó la medida de protección. Dijo que iba a retirar las pertenencias de su hijo Carlos Emilio para venderlas. Pero no hizo solo eso, continuó agrediendo verbalmente a Balvina y también la amenazó, como consta en la resolución donde se otorgan las garantías.

Captura del mensaje que envía la pareja de Carlos Emilia a la sobrina de Balvina

Violencia que se silencia

La violencia al interior de la familia muchas veces es silenciada o se oculta, pero es también violencia de género. De acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional sobre Relaciones Sociales (ENARES 2019), el 67,6% de mujeres a partir de los 18 años han sido víctimas de violencia psicológica, física y sexual al interior del hogar y las instituciones educativas, alguna vez en su vida.

Por su parte, según los Centros de Emergencia Mujer a nivel nacional, entre enero a marzo de 2020, las agresiones físicas por parte de un integrante de la familia alcanza los 5 609 casos, mientras que los casos de violencia psicológica suman 9104, en ambos registros más de la mitad de las víctimas son mujeres.

Wayka consultó con el Centro de Emergencia Mujer (CEM) La Alborada de Piura, y confirmó que Balvina se encuentra recibiendo atención tanto psicológica, social y legal. Aún así, ella siente preocupación por los mensajes que ha recibido y espera que las autoridades cumplan con garantizar su protección.