Un terremoto de 7,1 grados le arrebató a México al menos 225 vidas humanas, más de 30 edificios y dejó una resaca de 700 heridos sobre las ciudades de Morelos, Puebla, Edoméx, Guerrero, Oaxaca y Ciudad de México. Y aunque aún no se confirme la situación de los 4570 peruanos que residen en el país gobernado por Peña Nieto, ¿cuál sería la situación de los que vivimos en Perú tras un terremoto como el que hizo vibrar a México?

El Instituto Geofisico del Perú ha lanzado una predicción apocalíptica. Un terremoto de 8,5 o 8,8 podría sucumbir la costa de Lima tras toda la energía acumulada desde el último terremoto de 1746. Señala también que, a raíz del poco movimiento entre las placas de Nasca y Sudamericana, el movimiento telúrico podría ser aún más brusco.

El Instituto Nacional de Defensa Civil, por su parte, también da luces al escenario de la capital tras un posible terremoto de 8 grados.  Cincuenta y un mil víctimas mortales, 686 mil heridos y 200 mil viviendas destruidas y 348 mil afectadas gravemente son las cifras que lanza Indeci.

Gráfica: La República

El Centro Peruano-Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres de la UNI, también aporta al posible escenario de Lima post terremoto. Villa El Salvador, Cercado de Lima, Puente Piedra, San Juan de Lurigancho, Carabayllo y La Molina serían los distritos más afectados de los 49 que concentra los departamentos de Lima y Callao.

Por otro lado, si se cuantifica el impacto de las muertes y edificios destruidos, la pérdida económica sobrepasaría los 35 millones de dólares. En el cálculo no se considera un posible tsunami que podría generarse tras el terremoto del que se habla en el estudio. En tal caso, el mar cubriría hasta un kilómetro de la superficie costera. 

Peligro en el río Rímac

El panorama se agrava aún más si miramos 93km al norte, en Huachorirí, donde se encuentra Tamboraque, un depósito de relaves mineros muy cerca a la cuenca del río Rímac que abastece de agua potable a las 10 millones de personas que habitan Lima. Y es que un terremoto de magnitud similar a la que desplomó parte de las ciudades de Mexico, dejaría al río Rímac con desechos tóxicos del relave que concentra los desechos de la mina Coricancha de Great Panther Silver, una empresa canadiense con cuatro multas de 600 mil soles cada una. 

Relaves mineros en Tamboraque que podrían caer sobre el río Rimac dejaría a Lima sin agua potable de manera indefinida.

«Un relave es un almacenamiento de material tóxico, si esto cae en el río, simplemente la cuidad se queda sin agua durante un tiempo muy largo porque es agua que Sedapal no podría limpiar», explicó la parlamentaria del Nuevo Perú Marisa Glave, cuando inspeccionó el lugar junto a los funcionarios del Gobierno Regional de Lima, Defensa Civil y la Autoridad Nacional del Agua.

Sin embargo, un vocero de Sedapal aclaró que, los huaicos generados por un sismo de gran magnitud, los relaves de Tamboraque no contaminarán la cuenca del río Rímac  y que solo afectaría a la presa de Yuracmayo, pero que la contaminación de esta última no afectaría al abastecimiento de agua a la capital.

«Pero no podemos seguir esperando que un desastre humano por falta de previsión termine siendo una emergencia para toda la ciudad de Lima», dijo Marisa Glave sobre el tema, y con razón.