El pasado sábado se publicó la Ley 30838 que modifica el Código Penal en cuestión a delitos sexuales. Entre los cambios más importantes que propone está la inclusión del libre consentimiento como punto fundamental para determinar una violación sexual. Ya no será necesario que la víctima presente huellas físicas de la agresión para probar el delito.

Además de eso, se aprobó la imprescriptibilidad de los delitos de violación, reconociendo así el proceso de cada persona para reconocerse como víctima. Este punto acaba también con la impunidad a los violadores.

¿Qué pueden esperar las víctimas con esta reforma?

El año pasado una empadronadora voluntaria del Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI) fue violada durante la jornada. Como el delito ocurrió antes de la reforma en delitos sexuales, el agresor recibirá apenas 6 años de pena preventiva de la libertad. Esto debido a que antes de la reforma, solo los agresores de niñas y adolescentes eran considerados para penas más severas. Con estos cambios, el agresor de la empadronadora, hubiera recibido una pena entre 20 y 26 años.

Lo mismo sucede en el caso de la terramoza que fue violada en el bus de la empresa de transporte Interprovincial Palomino, los agresores de la joven no recibirán una pena mayor a los 10 años, solo porque la víctima era mayor de edad.

Ahora, el daño ocasionado hacia las mujeres adultas también será considerado en su real magnitud.