El caso de feminicidio de Ruth, una joven embarazada de 8 meses, y el homicidio de su hijo de dos años, conmocionó a la región de Apurímac en el 2023. Sin embargo, la justicia camina a paso lento y sus familiares siguen esperando la captura de los presuntos feminicidas.
Por Malú Ramahí
El 10 de diciembre de 2023, Ruth Esther Ccoellccascca y su hijo de 2 años fueron encontrados muertos en un descampado muy cerca a la casa de su pareja Jhidermen Huanaco Román, en el distrito de Rocchac, en Chincheros, Apurímac. El padre de Ruth, había pasado una noche buscando a su hija.
En la casa de Ruth se encontraba solo su otro hijo de seis años. Según comentó el menor, su madre había recibido una llamada en la noche del 9 de diciembre. “Ahorita regreso, que tu papá me está llamando”, fue lo último que le habría dicho antes de salir en brazos con su bebé de dos años.
El padre de la joven madre, al encontrar a su nieto solo en casa al día siguiente, y sin obtener rastro alguno de su hija, decidió reportarla como desaparecida en la comisaría de Chincheros, la cual se ubica a una hora de Rocchac. En la comisaría los policías finalmente ingresaron la denuncia por desaparición, no sin antes hacer un comentario minimizando el riesgo que podría estar corriendo Ruth con su hijo. «Es adulta, ya volverá», recuerda el padre que le dijeron.
Tras la nota de alerta, los familiares de Ruth tuvieron que esperar alrededor de 5 horas para poder contar con el apoyo policial. Mientras tanto, se movilizaron junto con la comunidad para buscar a la joven madre y a su bebé. La preocupación aumentó cuando se dieron cuenta que Jhiderman tampoco se encontraba en su vivienda. A partir de ahí decidieron emprender la búsqueda en las zonas descampadas de Rocchac.
Finalmente, alrededor de 4 horas después, el papá de Ruth encontró a su hija y a su nieto muertos en un descampado y con signos de haber sido agredidos antes de morir. Cuando el padre de Ruth fue a darle el aviso al equipo policial que los socorrería, ellos recién estaban abasteciendo su vehículo de gasolina para iniciar el patrullaje.
Un caso de feminicidio
Aunque no tenía antecedentes por agresión, se supo que Jhidermen mantenía en paralelo una relación con Erika Villarino Delgado, una joven también de la zona con quién tenía dos hijos. Días antes de la muerte de Ruth, la familia había mantenido una reunión con Jhidermen donde aseguró que había decidido vivir con Ruth, sin embargo esto nunca pasó.
Para la familia, el reciente embarazo de Ruth podría haber sido un móvil para acabar con su vida. Por ello, y por posiblemente haber sido la última persona que la vio con vida, la familia de Ruth, decidió denunciarlo inmediatamente por su muerte. Sin embargo, ni Jhidermen ni Erika Villarino pudieron ser capturados por la Policía y hasta el día de hoy se desconoce el paradero de ambos.
Los cuerpos de Ruth y de su menor hijo pasaron por diferentes exámenes, incluyendo el toxicológico, donde ambos dieron positivo a «estricnina», un peligroso alcaloide utilizado como veneno para roedores; por lo que ahora, tanto su familia como su defensa legal creen que también pudo haber sido envenenada.
Justicia a paso lento
Jharith Mogollón, abogada de APRODEH y quien ha asumido la defensa de Ruth y de su hijo, señaló que desde el inicio del caso hubo deficiencias. “La Policía siempre cuestiona a las víctimas. Ante tanta insistencia del papá, lo único que hizo la policía fue emitir una nota de alerta. La emitieron en Chicheros pero no se acercaron a Rocchac hasta aproximadamente las 6 de la tarde; para ello ya el papá y los vecinos empezaron a buscarlos”.
En términos jurídicos, Jharith Mogollón señala que, si bien a Jhidermen Huanaco se le ha imputado el delito de feminicidio por Ruth y parricidio por su hijo, en el caso de Érika solo se ha contemplado el delito de homicidio, cuando, según los familiares y la defensa legal, también debería ser investigada por feminicidio. “Vamos a pedir al Ministerio Público que se evalúe calificar el accionar de Érika como feminicidio también. No porque ella sea mujer no es que no haya tenido la intención de asesinarla por la imposición de un estereotipo de género. Hay un móvil de género que motiva a ambas personas a asesinar a Ruth”, indicó.
Asimismo, cuestionó que el interés en el caso haya disminuido con el pasar de los meses, pese a tratarse de un triple homicidio que incluye el asesinato de una mujer por causales de género. “Consideramos que si bien la Fiscalía al inicio llevó a cabo las diligencias que estaban dentro de sus parámetros, esto fue porque el caso se hizo muy público en la región Apurímac. Hemos sentido que cuando disminuyó lo mediático del caso, no se ha exigido la celeridad necesaria, por ejemplo, solicitar a los laboratorios que remitan los resultados de manera inmediata o se tomen todas las acciones para ubicar a los presuntos responsables”, explicó.
Jharith también hizo énfasis en la lentitud de las autoridades para buscar a los presuntos asesinos de Ruth y su hijo. “Las acciones para ubicarlos no han sido suficientes, a pesar de que nosotros hemos enviado información de donde posiblemente estén”, señaló. Finalmente, la abogada refirió que, esta última semana de noviembre, inteligencia de la PNP llegaría a la zona donde presumiblemente se ubicarían los imputados. “Esperemos que sea así”, mencionó Mogollón.
Este 9 de diciembre se cumplirá un año de este feminicidio que viene afectando a la comunidad por la crueldad de los hechos, sin embargo lejos de un proceso o sentencia, aún ni siquiera se ha ubicado a los responsables.
Ruth se suma así, de manera trágica, a las 170 presuntas víctimas de feminicidio en el 2023, de acuerdo a los registros de atención del Centro de Emergencia Mujer; dos de los cuales sucedieron en la región de Apurímac.
Este 2024 las cifras de feminicidios en el Perú siguen siendo alarmantes, con 132 mujeres asesinadas en lo que va del año. A esto se suman los 118 202 casos de mujeres que fueron víctimas de violencia física, psicológica, sexual o económica en el país, dando cuenta del extendido problema de la violencia de género en todo el territorio nacional.