Como cada año, se viene una nueva edición de la Muestra de Cine Indígena, esta vez denominada Hijas de la Madre Tierra, y que organiza Chirapaq Centro de Culturas Indígenas del Perú. Es un espacio de encuentro del 13 al 15 de octubre, y que permite acercar a los espectadores de Lima una serie de obras desde la mirada de cineastas mujeres indígenas de diversas partes de Latinoamérica y Europa, quienes a través de sus películas nos trasladan a problemáticas, alternativas y demandas en torno a territorio y género. Relatos diversos sobre la violencia estructural, el racismo, cosmovisiones y saberes ancestrales, pero también historias sobre silencios y traumas ante abusos sexuales.
Las películas, entre documentales y ficciones, de esta edición muestran realidades y expresiones de los pueblos Ashaninka, Atikamekw, Guna Dule, Innu, Karuk, Mapuche, Maya Kiche, Navajo, Ñuu Davi, Quechua, Wampis, Wayuu, Zapoteco y los pueblos de raíces afro e indígenas del Ártico, los Andes, la Amazonía y El Caribe del continente americano. Asimismo, del pueblo Sami, asentado en Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia.
Sobre este pueblo escandinavo, el largometraje El silencio en Sápmi (Tystnaden i Sápmi, 2022) plantea una situación grave que se mantuvo en secreto a lo largo de más de medio siglo. En 2016, los medios noruegos replicaron una denuncia policial que hizo visible más de 151 casos de agresiones sexuales, de los cuales se identificaron a 82 víctimas, entre mujeres, niños y algunos hombres. La mirada de la cineasta sami Liselotte Wajstedt permite recuperar algunos testimonios de las mujeres victimas y mostrar todo lo que tuvieron que hacer para lidiar con este problema estructural en el pueblo de Tysfjord, en la provincia noruega de Nordland, y que tiene no más de veinte mil habitantes.
En este largometraje documental, la realizadora Liselotte Wajstedt se centra en dos historias, la de Ida Labba y Marion Anne Rimpi, dos mujeres indígenas sami que denunciaron estos abusos y que ayudaron a cuestionar algunas creencias y actitudes de los hombres del pueblo, cuyas prácticas violentas se normalizaban dentro de sus relaciones sociales. La cineasta aborda a sus dos personajes con comprensión y desde la intención de cuestionar, por un lado, el modo en que este tema fue abordado por las mismas mujeres ancestras, quienes a lo largo de décadas sufrieron las consecuencias de un silencio fruto de un sistema machista y patriarcal, y también sobre la perspectiva de los medios y autoridades, y por otro, la capacidad de las víctimas para seguir adelante. Así, lo interesante de El silencio en Sápmi está en su tratamiento de un tema delicado sin evitar estos cuestionamientos a un sistema estructural que incluso puede ser ancestral y demasiado férreo.
Los sami fueron conocidos mundialmente como comunidad al ser representados en la película Frozen, ficción de Disney que ha tomado danzas, costumbres y vestimentas a modo de inspiración. Pero, más allá de este tipo de representaciones cinematográficas, las mujeres sami desde la perspectiva de la cineasta buscan combatir estas taras que las condenaron al silencio por siglos. Por ello, el film de Wajstedt logra transmitir un ideal de transformación y desde una necesaria demanda de justicia para las víctimas, sin usar recursos audiovisuales demasiados manidos.
La Muestra de Cine Indígena tendrá como invitadas especiales en Lima a las cineastas Liselotte Wajstedt, del pueblo indígena Sami de Noruega; Shaandiin Ruth Anaya Tome, del pueblo Dine de Estados Unidos, Olowaili Green Santacruz, del Pueblo Gunadule de la Amazonía colombiana y Cleida Cholotío Cholotío, del Pueblo Maya Tzutujil de Guatemala.
En esta muestra se proyectarán veinte películas en el auditorio del Centro Cultural de España (Jr. Natalio Sánchez 181, Cercado de Lima). Las funciones son de ingreso libre e inician a las 5:00 p.m. El evento tiene el apoyo del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA) y la Coordinadora Latinoamericana de Cine y Comunicación de los Pueblos Indígenas (CLACPI), entre otras redes.