De las decenas de posibles curas para el COVID-19, tres medicamentos creados para otras enfermedades y que aún están probando su eficacia sobre este tipo de coronavirus están patentadas por 3 grandes empresas farmacéuticas: Gilead Sciences, Abbott y Toyama Chemical, revela un informe de Salud con lupa.

Desde la organización internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) ya levantaron la voz en contra de las patentes de la industria farmacéutica contra las posibles curas para el COVID-19. Para la asesora de MSF en políticas sobre el acceso a los medicamentos esenciales, Dana Gill, los gobiernos deberían “prepararse para suspender o anular las patentes de herramientas médicas” para “garantizar que haya suficientes proveedores que vendan a precios que todos puedan pagar”.

Uno de los fármacos que podría funcionar como posible cura al COVID-19 es el antirretroviral Kaletra, creado por el laboratorio estadounidense Abbvie, de la multinacional Abbott, para controlar el VIH. En Perú, según información del portal Salud con Lupa, la patente del Kaletra vence en 2026, mientras que en Chile en 2027.

Otro de los fármacos que pasa por ensayos clínicos para usarse en pacientes de COVID-19 es el antiviral Remdesevir, del laboratorio Gilead Sciences. Este medicamento está patentado en 70 países. Y solo en América Latina, su uso exclusivo en Argentina y México vence en 2029, mientras que en Chile, Perú y Colombia dura hasta el 2031.

Finalmente, la empresa japonesa Toyama Chemical, del Grupo Fujifilm, tiene bajo su poder su fármaco antigripal, Avigan. Este medicamento patentado en 16 países, demostró en dos ensayos realizados a 340 pacientes de China, que agiliza la cura de la infección respiratoria generada por el COVID-19.

Frente a ese escenario, la organización Médicos Sin Fronteras insta a que los gobiernos hagan uso de las licencias obligatorias, un recurso legal que les permite dar permiso a otros laboratorios para que fabriquen los mismos medicamentos patentados a un menor costo.