La creación del Colegio profesional de historiadores del Perú divide al gremio entre quienes celebran la medida y los que expresan su preocupación. ¿Quién tiene la razón?
Claudia Risco
Raquel Aragón, presidenta de la Asociación Pro Colegio de Historiadores, se sintió feliz cuando se enteró que el 18 de enero de 2022 se promulgó la ley que crea el Colegio profesional de historiadores del Perú. La licenciada en Historia ha luchado por 15 años para la creación de esta institución, sin embargo, esta no sería la respuesta para los problemas que atraviesan los historiadores en el país, así lo creen investigadores de la comunidad académica.
Los intentos por crear un colegio profesional de historiadores del Perú datan desde el 2009. Los proyectos de ley han ido y regresado del Congreso al Ejecutivo, es la primera vez en cerca de 13 años que se concreta. Lo que tampoco es reciente es el malestar que esto provoca en un grupo de historiadores.
“La manera como se ha dado ha sido muy poco consensuada, no ha tenido en cuenta la opinión mayoritaria de los historiadores que nos hemos expresado en contra, se hizo a la fuerza”, comenta el historiador Juan Fonseca.
La ley del congresista Javier Mendoza Marquina que permitió la creación del Colegio de historiadores del Perú es calificada de discriminativa e inconstitucional por la historiadora de arte Natalia Majluf. “Es excluyente porque solo considera a los licenciados en historia”.
En el artículo 2 de mencionado documento se señala que para ser miembro del Colegio Profesional de Historiadores del Perú se requiere haber obtenido título profesional de licenciado en Historia.
Otro aspecto que también preocupa es la cercanía que expresó el grupo arequipeño de extrema derecha como es el Frente pro colegio profesional de historiadores del Perú a la creación de esta institución. En 2017 miembros de este colectivo se reunieron con el excongresista Justiniano Apaza, meses después Apaza presentó el proyecto de ley para crear el Colegio profesional de historiadores del Perú. La actual ley recoge la propuesta del también educador.
NO HAY DIÁLOGO
La discusión por el Colegio de historiadores del Perú muestra una imposibilidad de conversación. “Desde el lado de la oposición al colegio, hay una tendencia a decir bueno aquellos que no se dedican a la investigación histórica no son realmente historiadores. Desde el otro lado, hay un discurso de lo que sucede es que hay una argolla muy restrictiva que los discrimina, que no les permite destacar. No se ven mutuamente como interlocutores legítimos”, señala el historiador Jorge Bayona.
Al respecto, el presidente de la Asociación de historiadores de Ayacucho, Sergio Gamboa, y promotor de la creación del Colegio de Historiadores del Perú, señala que en el Perú «hay una especie de grupos que manejan la carrera de historia (…) realmente solamente eso se promueve desde algunas universidades como la Católica, la San Marcos».
Bayona afirma que no puede negar que existen estas desigualdades e injusticias en el campo de la historia. “De cierto modo este impulso por crear el colegio profesional de historiadores es una respuesta a esa percepción, a esa sensación de discriminación”.
¿ES EL COLEGIO LA SOLUCIÓN?
El colegio profesional de historiadores del Perú se suma a los 36 colegios profesionales que existen en el Perú. Hay varios fallos de la INDECOPI contra los colegios profesionales por imponer barreras burocráticas. Por ejemplo, en 2013, la institución identificó que el Colegio de Ingenieros del Perú hacía el cobro de 2.000 dólares por la obtención de una colegiatura temporal.
“Hasta qué punto los colegios profesionales son una respuesta a lo que necesitamos, (…) han servido para burocratizar más las carreras profesionales, crear expectativas falsas sobre fondos de investigación. Nuestros problemas se pueden resolver desde el mismo Estado, facilitando el trabajo de los profesionales en diferentes áreas”, sostiene el historiador José Ragas.
En otros países, como es el caso de Chile y Estados Unidos, tienen asociaciones de historiadores más no colegios. “Son voluntarias y representan al gremio a nivel nacional. Son instituciones mucho más flexibles. Lo que quiere el Colegio es establecer que los historiadores son aquellos únicamente que tienen determinados grados o títulos”, afirma Ragas.
Otras medidas a tomar en lugar de la creación de un Colegio profesional de Historiadores son que se cambie el estatuto del Concytec para incluir a las humanidades, no existen apoyos que se contemplen desde esta institución. También se necesitan más bibliotecas. Perú tiene una densidad bibliotecaria de 1,62 bibliotecas por cada 100 000 habitantes, muy por debajo de Brasil (2,91), Chile (2,77), Colombia (3,43) y Uruguay (1,83). Y ni que decir de la situación en la que se encuentran los archivos históricos. “Hemos visto por décadas que se han ido saqueando sistemáticamente archivos como el de la beneficencia pública y el Archivo General de la Nación”, añade Majluf.
El Gobierno peruano utiliza el pasado como una suerte de sello a nivel de marca Perú, la gastronomía, el turismo, “pero no hay una correspondencia con los fondos que deberían haber para justamente seguir investigando ese pasado”, concluye Ragas.