Queda clara la agenda detrás del golpe parlamentario: no es “la lucha contra la corrupción”, que simplemente ha sido usada como una excusa. No podía ser esa la verdadera causa, si 68 de los congresistas que vacaron a Vizcarra están, ellos mismos, investigados por la Fiscalía por diversos delitos.

El nombramiento de Ántero Flores Aráoz, lo más rancio de la política tradicional y de la oligarquía caduca y racista de nuestro país, revela claramente qué personas y qué objetivos están detrás del golpe. Flores Aráoz es recordado por sus declaraciones racistas llamando “llamas y vicuñas” a los ciudadanos peruanos; se ha opuesto a la tipificación del delito de feminicidio; ha apoyado abiertamente al grupo homofóbico “Con mis hijos no te metas”; promovió la campaña de mentiras en contra del Acuerdo de Escazú, que busca garantizar los derechos ambientales; y ha sido representante de los lobbies de las universidades bamba que trafican con el derecho a la educación. Por su participación en el Baguazo, ya las organizaciones amazónicas han alertado los peligros que entraña para los pueblos indígenas.

Sin duda, Flores Aráoz es un viejo conocido en la política peruana: ex PPC y exministro de Alan García, se recicló en los últimos años dentro de la “Coordinadora Republicana”, ese grupúsculo de ultraderecha que se ha dedicado a firmar en los últimos años decenas de comunicados en contra de la lucha anticorrupción.

Ese es el sector detrás del golpe. Y el objetivo no es otro que imponer, por la fuerza de los hechos, lo que no lograron conseguir con los votos (recordemos que Flores Aráoz postuló a la presidencia en las pasadas elecciones, quedando (ÚLTIMO). ¿Y qué es lo que quieren imponer? La restauración conservadora.

La agenda más inmediata es obvia: retroceder en la Reforma Universitaria. Ya el premier usurpador, honoris causa por TELESUP, ha dicho que se les debe dar una “segunda oportunidad” a las universidades bamba. Lo que no ha dicho es que las universidades que no se licenciaron YA tuvieron su “segunda oportunidad”, llamada “Plan de Adecuación”, y no lo cumplieron.

Es evidente que Flores Aráoz tiene un conflicto de intereses en este tema, e incluso su estudio de abogados es el encargado de la defensa legal de la universidad del señor Luna, que por cierto fue detenido en un caso gravísimo de corrupción que alcanza incluso a los organismos electorales.

Pero los golpistas van por todo el poder, y copar el Tribunal Constitucional es parte de su agenda inmediata, como lo ha confesado en Twitter el disuelto congresista aprista Mauricio Mulder. Así, un mismo sector político podría controlar el Congreso, el Ejecutivo y el TC, y podría paralizar las investigaciones anticorrupción, bloquear las políticas de equidad de género, desarmar la fiscalización ambiental y laboral que incomoda a las empresas, y penetrar los organismos electorales para manipular las elecciones.

La buena noticia es que estos dinosaurios son minoría. Están tan aislados que han tenido enormes dificultades para definir ministros. Los únicos que están dispuestos a quemarse participando en un gobierno ilegítimo son los mismos 20 oligarcas que firman siempre los comunicados de la Coordinadora Republicana. Mientras tanto, la calle arde en todo el país y los jóvenes protagonizan históricas jornadas en defensa de la democracia. Y la comunidad internacional toma todo esto con mucha cautela, exige que se mantenga el cronograma de las elecciones y pide que el Tribunal Constitucional se pronuncie.

Sin apoyo popular, sin legitimidad y con ideas del siglo XIX. Este es un manotazo de ahogado de los grupos antiderechos, que serán sin duda sepultados por la Historia.