Diez millones de dólares buscaba ocultar Miguel Atala Herrera, el ex vicepresidente de la empresa nacional PetroPerú durante el gobierno de Alan García, a través de una cuenta en la Banca Privada d’Andorra.
Atala Herrera, a quien Odebrecht le pagó US$1,3 millones en una offshore de Andorra, intentó ingresar los US$10 millones bajo la justificación de que se trataba de dinero originario de negocios propios del sector agrícola, inmobiliario y textil, según el diario español El País.
Como se recuerda, cinco meses después de que Atala deje la vicepresidencia de la empresa estatal PetroPerú, se firmó un acuerdo con la filiar de Odebrecht en Lima, Braskem, para analizar la ejecución de una planta petroquímica valorizada en cerca de 3 mil millones de dólares.
Las autoridades de la Banca Privada d’Andorra ya tenían sospechas sobre el ex vicepresidente de la petrolera peruana. En 2009, Atala fue imputado por ocultar los libros de balance y la verdadera realidad económica de PetroPerú durante cuatro años y por apropiarse de US$70 mil tras la venta de un inmueble.
Otros funcionarios
El exmiembro del Comité de Licitaciones de la Línea 1 del Metro de Lima, Edwin Luyo Barrientos y al exarbitro de la Cámara de Comercio de Lima, Jorge Canepa Torre, también se suman a la ola de información revelada sobre los altos funcionarios del gobierno de García.
Según el informe de El País, Edwin Luyo administró al menos dos cuentas en la Banca Privada d’Andorra. Crédit Andorrá es la segunda cuenta de Luyo en la que se registra un saldo de US$1,2 millones. Por su parte, Canepa Torre planeaba ingresar hasta US$500 mil a su cuenta de la BPA.
En la gestión de la exalcadesa Susana Villarán también se descubrieron irregularidades entre sus altos funcionarios, según los documentos a los que tuvo acceso El País. El exdirector de Seguridad Ciudadana de Lima, Gabriel Prado Ramos, también intentó ocultar hasta un millón de dólares en la banca española Andorra bajo la excusa de que el dinero provenía de sus servicios como consultor de empresas.