El Comité contra la Desaparición Forzada de las Naciones Unidas emitió un comunicado en el que exigió al Estado peruano que tome medidas inmediatas para encontrar a Anthony Camizán, un joven universitario miembro de la comunidad LGBTIQ+ que se encuentra desaparecido desde el 2022.
El domingo 21 de agosto del 2022 Anthony Camizán se despidió de su madre para salir rumbo a Piura a realizar unos trámites en la Universidad de Piura (UDEP) en donde estudiaba Ingeniería Civil. Salió con una mochila pequeña en la que llevaba solo algunas prendas, debido a que pensaba regresar solo unos días después. Alrededor de las 5:00 de la tarde se comunicó por teléfono con ella por última vez, le informó que ya se encontraba en el bus y que la llamaría al llegar a su destino, sin embargo esa llamada nunca llegó.
Han pasado dos años desde ese día y aún no se ha resuelto la investigación judicial sobre lo que sucedió con el joven universitario. Las pruebas involucran a un miembro de la Policía Nacional del Perú (PNP) con quien mantenía una relación sentimental, Rone Córdova Godos. Córdova es el principal sospechoso y quien lo habría visto por última vez con vida, pero ante la desidia de los investigadores y la presunta complicidad de la policía al blindarlo, el caso ha tenido que ser trasladado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para iniciar nuevas diligencias.
La desaparición de Anthony
La denuncia de desaparición fue puesta por Junior Camizán, hermano mayor de Anthony, en Catacaos el 23 de agosto del 2022, dos días después de su desaparición y dos antes de su cumpleaños número 23. Al principio, Junior creía que su hermano no respondía las llamadas debido a que estaba reunido con sus amigos de la universidad, a quienes veía después de las vacaciones de medio año, “quizá estarán coordinando la celebración de su cumpleaños para que se vayan a Canchaque”, cuenta para Wayka Junior que le decía a su madre, quien había hecho varias llamadas preocupada por el silencio de su hijo.
Sin embargo, su madre insistía diciendo que Anthony siempre contestaba las llamadas, y que la actitud de apagar el celular y no reportarse no eran usuales en él. Tras llegar el segundo día sin noticias, Junior decide poner la denuncia en la comisaría de Catacaos y pedir que se inicien las diligencias. Además, decidieron difundir la noticia de su desaparición en redes sociales. Sin embargo, para la noche, una pista daría mayor claridad sobre la situación.
El hermano menor de la familia Camizán Guerrero fue contactado por la mejor amiga de Anthony, quien le contó que Anthony mantenía una relación amorosa con Edixon Rone Córdova Godos, un miembro de la policía de Canchaque, zona donde vive la familia del desaparecido. Además, con capturas de pantalla de conversaciones de WhatsApp, le explicó que al parecer su hermano era víctima de una relación de violencia tanto física como psicológica. También encontraron audios en los que el policía lo amenazaba con suicidarse debido a que Anthony quería terminar la relación.
En el último mensaje enviado por Anthony a su amiga, él le contaba que estaba con Córdova en su moto, y le envió una ubicación cercana al domicilio del policía aproximadamente a las 7 de la noche.
Las pruebas lo incriminan
Junior presentó ante la comisaría las capturas de pantalla que el menor de los Camizán le entregó, y pidió a su hermano mayor, Alan, que junto al resto de sus hermanos fueran a buscar a Rone Córdova para preguntarle por el paradero de Anthony. Al enfrentarlo, inicialmente el policía aceptó haber movilizado a Anthony en su moto hasta una zona llamada Salitral, en donde aseguró haberlo dejado, sin embargo negó tener una relación con él. Luego de mucha insistencia y cuando se le mostraron las capturas de pantalla en su poder, según narró Junior Camizán, Rone terminó aceptando la relación con Anthony, pero adujo que se terminó porque era un “chibolo inmaduro”. En posteriores declaraciones Rone no ha aceptado su relación y sigue sosteniendo que dejó a Anthony el día de su desaparición en el paradero de Salitral porque se lo pidió como un favor.
Pero la coartada presentada por el agente de la PNP Rone Córdova guarda inconsistencias, pues sostiene que él estuvo a las 6 de la tarde en un operativo policial, al que habría asistido después de dejar a Anthony en la zona indicada. Sin embargo, esto ha quedado desmentido por una cámara de seguridad que fue hallada a aproximadamente 15 min de la zona donde sostiene haberlo dejado, y en donde se les ve pasar a ambos en la moto a las 5:48 pm. Debido a que hay una distancia de 45 minutos desde el paradero de Salitral hasta la comisaría de Canchaque, es imposible que Córdova haya llegado a la hora en la que figura su firma en el registro policial.
Junior menciona que las diligencias demoraron meses en la comisaría de Catacaos antes de que fueran derivadas a la División de Investigación Criminal (DIVINCRI), que ordenó una intervención en el cuarto que el suboficial Córdova alquilaba el 3 de febrero de 2023, 6 meses después de ocurrida la desaparición.
Las pruebas encontradas en el domicilio fueron aún más comprometedoras y desgarradoras. Junior estuvo presente cuando ingresaron al domicilio y lo encontraron vacío, sin embargo, Rone había dejado como parte de pago un ropero que se encontraba en un rincón de la lavandería de la casa. Al inspeccionar el mueble con los agentes de la Divincri y el fiscal presente, encontraron prendas que Junior reconoció como de propiedad de su hermano desaparecido.
“Yo reconozco porque él ha vivido con nosotros y había un pantalón que yo le he comprado a él, y ahí estaba la ropa de mi hermano. Encontramos sábanas con sangre”, relata. Además, en su testimonio señala que encontraron alrededor de 6 documentos de denuncias puestas en la comisaría de Canchaque que otros ciudadanos habrían hecho contra diversos abusadores por violencia, y que el suboficial mantenía guardadas en el ropero; algo que también deberá investigarse para determinar si ocultó denuncias por violencia. También señala que encontraron maletas, y un martillo.
Según narra Junior, las pruebas fueron enviadas a Lima para que se hagan los análisis de sangre y a las muestras biológicas encontradas. Sin embargo, éstas fueron regresadas a Piura, alegando que no eran suficientes para hacer los análisis debidos. “Yo tenía el contacto de una señorita, y cuando le pregunté si había una novedad sobre las pruebas en Lima me dijo que no había los insumos, los recursos para que hagan los estudios de esas prendas”, denunció Junior Camizán.
Añade que el comisario de apellido Pimentel, de la comisaría de Canchaque, derivó al sospechoso a la comisaría de Piura cuando se iniciaron las diligencias en su contra. Es decir, Rone Córdova fue protegido por la policía y sigue laborando con total normalidad, mientras se siguen presentando trabas a las investigaciones.
“Yo pedí, en cierto tiempo, que ahí donde mi hermano había mandado su última ubicación, que la policía me ayude buscando perros, con esos que trabaja la policía. Que me ayude ahí para encontrar a mi hermano, pero la Divincri me dijo que no, que eso es todo un proceso, que tenía que mandar un oficio, y siempre que yo quería hacer algo me ponían trabas, me ponían peros”, agrega.
ONU exige justicia
Tras más de dos años sin avance en la investigación, el Comité contra la Desaparición Forzada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha solicitado al Perú intensificar la búsqueda de Anthony Camizán, gracias al pedido de la organización sin fines de lucro Generación Orgullo.
El Comité ha instado a investigar las irregularidades que presuntamente se han cometido en el caso, además de los encubrimientos en la Comisaría de Canchaque el día de la desaparición de Anthony. Además, también hizo hincapié en que se debe investigar a Rone Córdova como principal sospechoso y un miembro del aparato estatal.
Así mismo, el Comité también ha pedido que la investigación tenga en cuenta la orientación sexual de Anthony, dado que podría haber influido en su desaparición.
Junior cuenta que tras este pronunciamiento de la ONU, la Divincri le ha solicitado un prórroga para la investigación, y le han informado de nuevas diligencias que se llevarán a cabo para esclarecer el caso, entre ellas la toma de muestras de sangre de sus padres para que se pueda comparar su ADN con el ADN encontrado en las prendas que se hallaron en el cuarto que habitaba el suboficial Córdova, que ya se realizó.
Otras diligencias programadas son la búsqueda de la lista de pasajeros en los buses de Piura para verificar los viajes de Anthony, además de la pericia a la cámara de seguridad que captó las últimas imágenes de Anthony en la moto conducida por Rone Córdova. También han solicitado el levantamiento del secreto de comunicaciones, la verificación de distancias entre los puntos que se mencionan en el relato, y una pericia psicológica al sospechoso.
El Estado peruano deberá presentar un informe antes del 18 de octubre de 2024 ante la ONU sobre las medidas adoptadas para localizar a Anthony y sancionar a los responsables.
Mientras tanto, la familia de Anthony solo espera que se resuelva el caso, y anuncia que realizará una medida de protesta el viernes 18 de octubre para exigir justicia. “La justicia no se pone en nuestros pantalones, en el pellejo de mi papá, de mi mamá. Cuando pasó todo esto mi madre se ha decaído (…) Lo que se pide es que se le dé el castigo a este efectivo policial, y aunque sea que se le de una prisión preventiva mientras continúan las investigaciones, porque él sigue trabajando como si nada”, señala Junior.