Redacción Wayka
La paridad y alternancia para garantizar la participación política de las mujeres volvieron a ser cuestionadas en la sesión de la Comisión de Constitución del Congreso. Durante el debate para la aplicación de estos principios en las próximas elecciones generales, los congresistas de Unión por el Perú (UPP), Somos Perú (SP), Fuerza Popular (FP) y Alianza para el Progreso (APP) fueron sus principales opositores.
Como se recuerda, el año pasado, el Congreso aprobó modificar la Ley Orgánica de Elecciones e incluir los principios de paridad y alternancia de manera progresiva para las elecciones al Parlamento. Es decir, para las elecciones del 2026, las candidaturas deben tener un 45% de hombres o mujeres y presentarse de manera intercalada: un hombre, una mujer. Para el 2031, las listas deberán tener 50 – 50 ei también intercaladas.
Respecto a este tema, el parlamentario Rubén Ramos (UPP) puso en duda que el principio de paridad y alternancia buscara el acceso a una participación y representación política igualitaria de las mujeres e insinuó que se trata de privilegios. De igual forma, Jorge Pérez de Somos Perú, sostuvo que la paridad distorsiona la democracia.
Por su parte, el congresista Omar Chehade (APP) argumentó que la alternancia “iría en contra de la meritocracia dentro de los partidos políticos”. Mientras que Martha Chávez (FP) agregó que implementarlos es un “apresuramiento y forzar la realidad”.
Lo que los legisladores pasaron por alto es que, a lo largo de la historia, las mujeres no han tenido el mismo acceso a participación política en el país. Actualmente, de 130 congresistas, solo 34 son mujeres. En el anterior Congreso, solo habían 36 mujeres parlamentarias.
Esta discriminación histórica fue señalada incluso por el presidente Martín Vizcarra, quien en su último informe sobre la situación del estado de emergencia por el COVID-19, afirmó que defenderán la reforma política que incluye ambos principios.
Si bien existía la cuota del 30%, las mujeres candidatas eran relegadas al final de las listas partidarias y, con ello, tenían menos posibilidades de ser elegidas. En las últimas elecciones al Congreso, el porcentaje de hombres que lideraban la lista de candidatos fue de 86%, a diferencia de las mujeres que solo conformaban un 14%, según reporta un informe de la Defensoría del Pueblo.
Al respecto, la doctora en Derecho, Elena Alvites, quien participó en sesión de la comisión aclaró que estos principios “no son un privilegio. La paridad y la alternancia son una exigencia del principio de igualdad y no discriminación”.
Para Diana Miloslavich, vocera del colectivo Somos la Mitad queremos Paridad sin Acoso, las posturas de los mencionados congresistas son reflejo del “miedo a perder privilegios de un sector de la clase política”.
“La democracia paritaria es un horizonte nuevo, donde el poder se comparte con las mujeres. Las encuestas están a favor de la paridad y alternancia. Incluso fue una de las preguntas del referéndum con resultado positivo, esa es la realidad. La paridad debe ser un espejo de la sociedad en toda su diversidad, la mitad de la ciudadanía son mujeres y tienen derecho a la representación política”, sostiene Miloslavich.
La Defensoría del Pueblo es otra de las instituciones que se ha pronunciado respecto de lo sucedido ayer en la comisión de Constitución. A través de sus redes sociales, advirtió que las “cuotas no son suficientes para garantizar participación política efectiva de mujeres, sino se precisan medidas como el adelanto de la paridad y alternancia en elecciones más próximas”.