Por Alvaro Meneses

Isabel Huamancasi, cuyos hijos fueron detenidos, desaparecidos y asesinados en Ayacucho por las fuerzas del orden durante el conflicto armado interno, falleció la tarde del pasado domingo 26 de enero, sin haber conocido la justicia.

La noche del 8 de noviembre de 1983, un grupo de militares irrumpió la casa de Isabel Huamancasi, quien inmediatamente fue apuntada con armas de fuego y obligada a permanecer contra la pared y con las manos arriba, mientras veía a su hijo, Walter Cueto Huamancasi, ser llevado con los ojos vendados y las manos atadas.

Días después, la familia Cueto Huamancasi se enteró que su hijo, Walter, estaría detenido en cuartel militar Domingo Ayarza, conocida ahora como Los Cabitos, el lugar donde se torturó, asesinó e incineró los cuerpos de los detenidos bajo la sospecha de pertenecer a Sendero Luminoso.

Con un hijo desaparecido, la casa de Isabel Huamancasi fue tomada por segunda vez, por militares que buscaban detener a su menor hijo, Julio César Cueto Huamancasi (15), quien intentó escapar y terminó con un impacto de bala en la parte posterior de su nuca. Isabel denunció su asesinato ante la Fiscalía, pero el caso fue archivado.

Desde entonces, Isabel Huamancasi se unió a la Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos del Perú (ANFASEP), un grupo de parientes de las víctimas de la violencia desatada por el Ejército y Sendero Luminoso.

Justicia a medias

En abril de 2019, la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema confirmó las condenas contra los jefes del cuartel militar Los Cabitos y la Casa Rosada, Humberto Orbegozo Talavera y Edgar Paz Avendaño.

“Al margen de las actividades lícitas que se realizaban a fin de combatir el terrorismo en la zona y que formaban parte del Plan de Defensa del Territorio, también se llevaron a cabo actividades ilícitas, como las detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales”, sostiene la sentencia.

La abogada Gloria Cano, directora de la Asociación Pro Derechos Humanos a cargo de la defensa legal de los familiares de los desaparecidos en Ayacucho, recuerda que “en el caso de Walter, hubo condenas pero el Ministerio del Interior aún no detiene a los condenados, y su cuerpo (el de Walter) aún no es recuperado”.