A inicios de año, la sala encargada del caso pasó a ser presidida por el cuestionado magistrado Josué Pariona y este 8 de marzo un nuevo juez dirimente se unirá al proceso para tomar la decisión final sobre el futuro del enfoque de género en el Currículo Escolar.

Por Lucero Ascarza

En el Día Internacional de la Mujer, este viernes 8 de marzo, el juez Omar Toledo Toribio escuchará los informes orales del colectivo Padres en Acción (PEA), cuyos representantes están vinculados al Opus Dei, y de la Procuraduría Especializada en Materia Constitucional del Ministerio de Justicia, que defenderá la posición del Ministerio de Educación (Minedu).

Luego, el magistrado especializado en materia laboral, emitirá su voto. Mientras el Minedu apela porque el Currículo Nacional de Educación Básica sea difundido, Padres en Acción demanda el retiro –en su totalidad– del documento que incluye en sus planteamientos el enfoque de género.

Omar Toledo fue llamado como juez dirimente por la Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente, de la que también es parte.

Hasta el año pasado, la Sala era presidida por Vicente Walde (hoy jefe de la Oficina de Control de la Magistratura). Pero desde el 2 de enero de este año, según resolución publicada en El Peruano, es Josué Pariona el magistrado elegido para liderar esta importante instancia.

Aquí recordamos algunos preocupantes hitos en la trayectoria del juez supremo Pariona.

Un historial anti mujer

El año pasado, IDL-Reporteros hizo pública una conversación telefónica en la que César Hinostroza negociaba la reducción de pena para un acusado de violación a una menor de edad.

Entonces, el magistrado integraba la Sala Penal Permanente junto a Josué Pariona, Javier Villa Stein, Duberlí Rodríguez y José Neyra. Aparentemente solo Hinostroza negoció el fallo, pero lo cierto es que todos los jueces confirmaron la reducción de pena para un acusado de violación en la provincia de Chimbote. De 30 a 5 años de cárcel.

Sentencia de Casación N° 335 – 2015 del Santa, firmada por la Sala Penal Permanente a la que pertenecía Josué Pariona.

Lo grave de su decisión recae en que generó doctrina jurisprudencial, haciendo posible que también en otros casos se pueda reducir la pena de violadores entre 18 y 21 años.

En 2016, Josué Pariona también fue parte de la sala penal que absolvió a una acusada de trata y explotación sexual de una joven de 15 años con el argumento de que la menor fue captada para trabajar como «dama de compañía» y las relaciones sexuales con los clientes eran «un evento aislado». Se indicaba además que no se trataba de un caso de explotación pues la labor de la menor no era una «que vaya a agotarla fuerza de la trabajadora».

Extracto del Recurso de Nulidad N° 2349 – 2014 Madre de Dios, con Pariona Pastrana como uno de los firmantes.

El magistrado también estuvo involucrado en la sentencia que absolvió a Alberto Fujimori del delito de peculado en el caso de los “diarios chicha”, y formó parte del fallo unánime que redujo condena a los integrantes del ‘Grupo Colina’.

Ahora preside la Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente que tiene en sus manos marcar un precedente en el avance o retroceso de la educación nacional.

Contra el enfoque de género

En 2014, debido a un acuerdo sostenido entre el Estado peruano y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Academia de la Magistratura (AMAG) modificó su reglamento del régimen de estudios para incorporar en sus líneas de formación cursos, seminarios y talleres sobre Género y Justicia.

La razón: un caso presentado –y ganado– ante la CIDH demostró que el sistema judicial peruano había dificultado el acceso a la justicia de una joven quechua hablante, víctima de agresión sexual por parte de un violador reincidente.

Pero cuando en abril de 2015 Josué Pariona Pastrana asumió la presidencia del Consejo Directivo la AMAG, ese importante logro empezó un extraño retroceso.

Demus – Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer, organización que había trabajado para facilitar el cumplimiento del compromiso asumido por la AMAG, se encontró con trabas.

Para María Ysabel Cedano, directora de Demus, la situación resultaba incomprensible. Josué Pariona no respondía sus comunicaciones y pese a que los funcionarios de la AMAG aseguraban que venían desarrollando cursos y talleres sobre género, el Consejo Directivo no parecía tener la voluntad de aprobar el diplomado que ofrecían Demus y la Defensoría del Pueblo.

Lo más grave ocurrió luego. Haciendo caso omiso al acuerdo internacional suscrito por el Estado, Josué Pariona Pastrana derogó la resolución que había hecho posible incluir cursos con enfoque de género en la malla curricular y aprobó otro reglamento de régimen de estudios en su lugar.

Por supuesto, no había ninguna mención a estudios de género y justicia en ninguna parte.

El largo camino del Currículo

Han pasado casi dos años desde que la Sala Civil de la Corte de Lima resolvió anular en parte la resolución que aprobó el Currículo Nacional de Educación Básica. El párrafo que se eliminó fue el siguiente:

“Si bien aquello que consideramos ‘femenino’ o ‘masculino’ se basa en una diferencia biológica-sexual, estas son nociones que vamos construyendo día a día en nuestras interacciones”.

Esa decisión fue apelada tanto por el Ministerio de Educación como por el colectivo Padres en Acción. Así, en 2018 la discusión pasó a la Corte Suprema, en específico la Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente.

Vicente Walde, antiguo abogado del Cardenal Juan Luis Cipriani y del Arzobispado de Lima, era el presidente. Y fue él junto al magistrado Samuel Sánchez quienes votaron a favor de la demanda del colectivo PEA.

Por otro lado, los jueces Ramiro Bustamante Zegarra y Julio Wong Abad votaron a favor de que se declare infundada la demanda en contra del Minedu. En tanto, la jueza Silvia Rueda Fernández se pronunció también en esa línea, pero propuso además algunas precisiones como: «el sexo biológico masculino y/o femenino se determina al nacer, y la identidad de género es la que se construye pudiendo coincidir o no con el sexo biológico».

La votación quedaba en un empate, además  del voto singular de Rueda Fernández.

En agosto de 2018, el primer juez dirimente, Pedro Cartolín Pastor, tampoco se adhirió a las posturas de sus colegas. Meses después, Carmen Martínez Maraví, la segunda jueza dirimente, le dio su voto a Minedu.

Así llegamos al 2019, con 2 votos a favor del colectivo PEA y 3 votos a favor del Minedu, sin lograr aún una mayoría necesaria. Y además, con una nueva sala. Ahora la decisión está en manos del juez supremo Omar Toledo Toribio, designado por la sala que hoy preside Josué Pariona Pastrana, y este 8 de marzo podríamos saber si el enfoque de género tendrá futuro dentro del Currículo Escolar.