Este fin de semana salió a la luz un caso internacional de pedofilia que tiene como protagonista al ex embajador de Hungría en el Perú. Se trata de Gabor Kaleta, cuya misión diplomática en nuestro país inició en mayo de 2017, y fue cancelada de manera abrupta y misteriosa en abril de 2019, por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Hungría.
En noviembre pasado, la fiscalía de Budapest denunció finalmente al diplomático por la posesión de 19 mil archivos multimedia de pornografía infantil hallados en su computadora. Kaleta, detenido hoy en la capital húngara, espera el inicio del juicio en marzo próximo.
Sin embargo, el portal húngaro Index reveló hoy que fue una agencia estadounidense de crimen cibernético la que venía vigilando las actividades de Gábor Kaleta, y que fueron las autoridades del país norteamericano quienes, tras haber amasado suficiente evidencia, involucraron al servicio secreto de Hungría, bajo acuerdo de estricta discreción. Este extremo secreto habría permitido a Kaleta salir del país sin tener que enfrentar a las autoridades locales ni ir a parar a una prisión peruana.
Una explicación para tal secretismo sería salvaguardar la investigación, que involucraba a una red internacional de pedofilia, en la que cayeron en total 33 personas, dos de ellas en el Perú. Lo que resulta inexplicable, sin embargo, es que la fiscalía de Budapest continuara manteniendo la reserva tras haber culminado la investigación y realizado la denuncia, pese a tratarse de un caso de interés público. Según explica Index, la Fiscalía suele emitir notas de prensa de casos mucho menos relevantes.
Diplomático de carrera
Gábor Kaleta es un diplomático de carrera, quien incluso formó parte de anteriores gobiernos de la izquierda que hoy es oposición. Antes de ser nombrado embajador en el Perú, Kaleta había trabajado en sedes diplomáticas de Estados Unidos, entre el 2002 y el 2010.