El presidente Martín Vizcarra, en su último discurso a la Nación, ha mencionado algunas problemáticas que siguen inclinando al país del lado de la impunidad y la desigualdad.  Para todo lo que dijo sobre la violencia de género, nos deja algunos apuntes la feminista y antropóloga Angélica Motta, investigadora en temas de género y sexualidad de la Universidad Cayetano Heredia.

Lo bueno

«En comparación con discursos anteriores, se ha hecho énfasis en la prevención y la erradicación del machismo, los cuales se mencionaron en varias oportunidades, es importante visibilizar que existe una cultura machista que se necesita desmontar, como una transformación necesaria de la cultura. Otro elemento a resaltar es que por lo menos en algún punto del discurso, se haya hablado de la importancia del enfoque de género en las políticas públicas. Y, por el otro, el énfasis en la exigencia de justicia para el tratamiento de los casos de feminicidio», explica Motta sobre el lado positivo del discurso presidencial. 

Lo que no dijo

Por otro lado, no todo fue bueno en lo que dijo Vizcarra. De hecho, lo negativo parte de lo que no dijo. «El discurso se queda vacío al mencionar el enfoque de género solo en la temática de los feminicidios, de la violencia física, cuando existe una controversia respecto al enfoque de género en el ámbito educativo y no se menciona su apoyo explícito a este en la política educativa. Es increíble que no haga mención a la necesidad del enfoque de género en la reforma del sistema de justicia. Es decir, habla de exigir justicia para las víctimas de feminicidio, pero es crítico que en su extensa mención a la actual reforma del sistema de justicia no haya mención a cómo se abordará una justicia con enfoque de género», precisa Motta. 

Y es que si bien Vizcarra menciona reiteradas veces las palabras prevención y machismo, no entra en detalles. Sobre esto, Angélica Motta afirma que se deja este mensaje superficial, sin precisar qué acciones concretas se realizarán con los hombres ni cuánto será el presupuesto asignado para erradicar el machismo.

«Erradicar la cultura machista implica una revolución cultural, una transformación integral que requiere la participación de diferentes niveles del gobierno más allá del Ministerio de la Mujer y sobre todo implica recursos. Para creerle al presidente Martín Vizcarra que está tomando el problema en serio, uno de los indicadores sería conocer cuál es la “inversión”, para usar una palabra que le gusta al Ejecutivo, destinada a erradicar la violencia. Estos son compromisos concretos que no señaló y deja muy volátil la propuesta», agregó.