Jesús Gálvez pide garantías para su vida tras demostrar que un supuesto allegado al candidato presidencial le ofreció 5.000 dólares a cambio de que no testifique contra Daniel Urresti, quien es investigado porque habría asesinado al periodista Bustíos el 24 de noviembre de 1988.

Con audios y videos, el ciudadano Jesús Gálvez denunció que un presunto allegado de Urresti le ofreció 5.000 dólares a cambio de que no testifique contra el candidato presidencial, quien es investigado por el asesinato al periodista Hugo Bustíos el 24 de noviembre de 1988, cuando fue jefe de Inteligencia de la Base Militar Castropampa, en Huanta, Ayacucho.

Gálvez probó que Serapio Cárdenas, testigo de Urresti en el juicio que se le sigue, le pidió que se reuniera con un trabajador del candidato a la presidencia para que escuche su propuesta.

«Como te digo, 5.000 dólares y si quieres que te operen la vista, que te operen en Lima, es mejor que acá en Ayacucho (…). Yo sí te aseguro 5.000 dólares que son más de 20 000 soles, mucho más», se le escucha decir a quien sería el enviado de Urresti.

Para Gálvez, este ofrecimiento surge porque Urresti es consciente de que lo maltrató y torturó cuando fue un alto mando militar. «Él está ofreciéndome, como dice el señor Serapio, ese sencillo para taparme la boca, pero yo no me voy a quedar, yo voy a seguir para adelante», aseguró en el programa dominical Cuarto Poder.

Ante estas revelaciones,  la Comisión de Derechos Humanos (Comisedh), que acompaña el caso, demanda que estas graves denuncias sean investigadas por la Fiscalía, pues pondrían en evidencia el funcionamiento de una presunta red delictiva de intimidación, silenciamiento, distorsión de testimonios y compra de testigos para favorecer a Daniel Urresti Elera en su propósito de conseguir la impunidad en el caso del asesinato del periodista Hugo Bustíos. Asimismo, exigen la implementación de las acciones de protección previstas en el marco de este juicio a favor de los testigos denunciantes.

El abogado Henry Mercado también solicitó que se ordene la incorporación de Jesús Gálvez al Programa de Asistencia de Víctimas y Testigos del Ministerio P´úblico.

FUE TORTURADO

Gálvez, quien es principal testigo de la Fiscalía junto a Ysabel Rodríguez Chipana, denunció que tras el asesinato de Bustíos, él fue secuestrado por los militares de Castropampa. Dentro de la base militar, lo ataron de manos y lo ahogaron mientras, según él, Urresti le exigía que revele quién mató a la señora Primitiva Jorge.

«En aquel momento, su nombre era ‘Arturo’, no sabíamos su nombre legal (…) Con palabras vulgares, la misma voz que estaba en todo momento haciéndome la pregunta seguía preguntándome ‘habla, habla’. Yo seguía arriba colgado. ‘Yo no sé nada’ le dije (…). Grité todo lo que podía porque doblaron mis brazos hacia arriba», contó en entrevista con FemLatam.

Cuando despertó se encontraba en un calabozo de la Policía de Investigación junto con otros 13 hombres. Presentaba heridas en los brazos y en sus genitales, pero no pudo asistir a un centro de salud porque los efectivos, que estaban bajo el mando de Urresti, lo amenazaron de muerte.

«(Me dijeron que) me iban a matar, desaparecer si yo me quejaba o si iba al hospital y contaba lo que me habían hecho (…). No puedo hacer esfuerzos como antes yo hacía. Si no hubiera pasado esto, yo hubiera sido otra persona. Mis hijos hubieran sido profesionales. Era mi intención (…). Pido seguridad para mi persona», añadió.

RED DELICTIVA

En octubre de 2020, dos meses antes de que ofrecieran dinero a Gálvez, Ysabel Chipana, otra testigo importante en el caso Bustíos, denunció que también le pidieron que no testifique contra Urresti.

«‘Eso se puede arreglar’, me dice ‘¿Y cómo vas a arreglar?’, le digo. ‘Con un dinero, con un sencillo. Usted puede hacer una declaración jurada notarialmente diciendo que nunca viste la matanza a Bustíos, nunca has vivido en Irapata, no te ha ultrajado Urresti, tampoco has trabajado en el muro de Castropampa (…). Te podemos dar pensión hasta el último día de tu vida'», narró.