Por Álvaro Meneses
Fotos: Valia Aguirre y Juan Zapata

A través de su asesor experto en materia de metales pesados, el Ministerio de Salud responde a la publicación del reportaje “La tragedia después de un derrame de petróleo tiene rostro de mujer”, que cuenta la situación de las mujeres de Cuninico, una comunidad nativa del distrito de Urarinas (Loreto) que sufrió el impacto del derrame de más de 2500 barriles de crudo de petróleo sobre sus aguas en 2014 y que hasta la fecha no ha recibido atención médica especializada pese a que lo ordena un fallo judicial.

Fernando Osores Plenge, médico experto en toxicología ambiental y salud pública, es el asesor que responde por las deudas del Ministerio de Salud no solo con la comunidad de Cuninico, sino también con todas las poblaciones que han sufrido el impacto de los metales pesados después de los derrames de petróleo sobre sus aguas.

Han pasado 4 años desde que el Poder Judicial dictó una sentencia a favor de Cuninico y otras comunidades afectadas por el derrame de más de 2500 barriles de crudo de petróleo en 2014, en donde le ordenó al Ministerio de Salud implementar en 1 mes una estrategia de salud pública de emergencia que permita emprender un programa de atención médica y vigilancia epidemiológica. ¿Cómo va el cumplimiento de la sentencia?

Acabamos de tener una reunión con los damnificados que están comprendidos en esa demanda de cumplimiento. Y la primera gran diferencia entre lo que se venía haciendo era con la actual gestión es que antes decían: “estamos haciendo un plan de salud pero no conversamos contigo”. Ahora vamos a comenzar a trabajar interculturalmente de la mano con las comunidades. Y estamos tomando nota de qué cosa se ha cumplido, qué no se ha cumplido, y las deficiencias de lo cumplido.

Esta sentencia ordena al Ministerio de Salud y DIRESA de Loreto el desarrollo de un plan para proteger la salud de las poblaciones afectadas por el evento del derrame de petróleo en la zona. Dentro de ese plan idóneo se indica que se debe cuidar de forma preferente a las poblaciones afectadas más vulnerables, a niños, mujeres en gestación y mayores de la tercera edad. En ese sentido, se inician en gestiones anteriores una serie de acciones que no han llegado a cumplir las expectativas de la población afectada. Tenemos que ser claros en señalar que la gestión de Cevallos está marcando un antes y un después. Y ese después es el ahora, y ese ahora está marcado por un reconocimiento basado en la evidencia científica de que existen alteraciones en la salud humana que se deben a factores ambientales, y que estos se ven incrementados por desastres de tipo antropogénicos como el vertimiento de petróleo.

¿Qué deficiencias han encontrado dentro de lo que el Ministerio de Salud ha cumplido?

Hemos detectado que el plan se estaba desarrollando pero de manera parcial e intermitente. Hemos quedado que inmediatamente después de la audiencia de cumplimiento, el Minsa y la Diresa Loreto veremos la implementación de infraestructura de salud y que los monitores comunitarios se implementen en su real dimensión. Que ellos tengan la capacidad de tener una medicina intercultural real en su comunidad. 

Yo conozco el puesto de salud que tienen y no cumple los criterios de interculturalidad que manda el plan. Tenemos que garantizarles que el sistema de referencia y contrarreferencia, que hacen con la hidroambulancia que se les proporcionó, funcione. Y que ellos como ciudadanos tengan la garantía de que esa hidroambulancia funcione y que no van a tener que estar peleándose por el tema de la gasolina.

Módulo de salud de Cuninico. Foto: Valia Aguirre.
Hidroambulancia de Cuninico. A la fecha se encuentra averiada. Foto: Valia Aguirre.

Por último, los dosajes a las sustancias tóxicas a las que ellos fueron expuestos se han venido ejecutando de manera parcial. Ahora se va a ejecutar en su totalidad, tal cual está ordenado en la sentencia. La evidencia que nos muestre ese dosaje, sumado a la atención médica, nos va a permitir determinar la población en riesgo para protegerla, determinar la población afectada pero sin síntomas para recuperarla y protegerla, y a aquellos que tengan afectación más importante, les daremos la atención especializada que requieran, cosa que anteriores gestiones no hicieron. 

Esta vez la atención va a ser integral, va a ser especializada, intercultural y con participación plena de los afectados. No haremos nada sin que ellos no estén a nuestro costado.

El pueblo de Cuninico reclama también que la atención del Ministerio de Salud no ha pasado de los exámenes toxicológicos. Han pasado 7 años desde el derrame y no han recibido atención médica especializada para metales pesados. ¿Cuándo empezará el dosaje a toda la comunidad y la atención especializada?

Terminando la audiencia el 3 de diciembre, y teniendo la resolución que emita el juez, inmediatamente nosotros vamos a apersonarnos porque es una preocupación del ministro de Salud. Que haya habido este problema demuestra la desarticulación que había entre el Minsa y su población. Esta gestión va a romper con eso.

Lo primero que vamos a hacer es coordinar con el Laboratorio de Referencia Nacional, que tiene a cargo el ejercicio de estos análisis para que disponga de un equipo y se dose a la totalidad de la población. Con los resultados vendrá una atención especializada, con médicos especialistas, integralistas, capacitados en el área toxicológica.

¿Cuánto tiempo puede tomar este proceso de dosaje y atención especializada?

Tiene que empezar de forma inmediata, articulando con las autoridades regionales e indígenas. Y va a durar el tiempo necesario que se requiera para proteger la vida de esas personas. Sobre todo la de los niños y mujeres gestantes.

¿El Ministerio de Salud cuenta con el capital humano especializado para atender a las poblaciones afectadas por metales pesados?

Te voy a ser sincero. En Perú la especialidad de toxicología no existe. En las anteriores gestiones, el concepto de salud relacionado a factores ambientales ocasionaba una fuerte resistencia en el ministerio, porque no se quería ver ese problema por factores políticos y económicos. En esta gestión, a pesar de que el país no ha avanzado con la evidencia científica que la misma OMS establece que el 25% de las patologías y muertes están asociadas a factores ambientales, el Ministerio de Salud viene implementando desde el primer día un desarrollo de capacitación de fortalezas profesionales, para que junto con los expertos en toxicología puedan brindar la atención integral. 

Fernando Osores Plenge, médico experto en toxicología ambiental y salud pública. Foto: Juan Zapata.

¿Cómo sería una atención médica especializada para las personas afectadas por metales pesados?

La atención integral tiene 3 pilares. El antecedente epidemiológico, el antecedente médico plasmado en una historia clínica toxicológica y el antecedente laboratorial. Si yo tengo una persona que está en un ambiente contaminado, que clínicamente tiene síntomas asociables con una de las sustancias tóxicas que sospechamos y que laboratorialmente aparece con esa sustancia tóxica con niveles por encima de los permisibles, pues esa persona está afectada por esa sustancia. Eso se llama unidad clínica, o dejar de tapar el sol con un dedo.

¿Cuál es la meta real del Ministerio de Salud? ¿Es posible curar a los afectados por metales pesados?

No todos los pacientes están intoxicados. Tenemos que categorizarlos. Hay pacientes que van a salir en riesgo. Esos pacientes no están afectados. Están en riesgo y estamos interviniendo para reducir los riesgos. Esos pacientes son la mayoría.

Los que están afectados, pero todavía no presentan patologías, los vamos a proteger para sacarlos de ese nivel de afectación. Y finalmente queda un porcentaje, que debe ser la menor cantidad de la población, con afectaciones a la salud. Por ejemplo, si en una persona detectamos hipertensión arterial temprana, diabetes, enfermedad renal o cáncer, no vamos a ponernos a discutir que el cáncer es multifactorial. Vemos el antecedente epidemiológico, la unidad clínica, el examen laboratorial positivo de un agente cancerígeno y listo. No podemos cerrar los ojos. Tenemos que hacer lo que otras gestiones no hicieron: delimitar el grado de afectación de la población.

¿El Ministerio de Salud reconoce que en Cuninico y en todas las poblaciones con metales pesados existe una afectación diferenciada por género? 

Un 25% de la población mundial ve afectada su salud por factores ambientales modificables. Es decir, esas enfermedades y muertes son potencialmente evitables. Si extrapolas ese enunciado a zonas calientes, de altas contaminación con pasivos mineros, vas a tener población afectada. En el caso de los metales, estos actúan como llaves que cambian el funcionamiento del cuerpo. Es lo que científicamente llamamos disruptores endocrinos. Es como una llave que lejos de abrir bien una puerta, o la abre mal o la cierra. El cuerpo comienza a funcionar mal. Esos metales afectan de manera variable a hombres y mujeres. El porcentaje de afectación generalmente es el mismo desde una perspectiva netamente biológica. Si vamos al plano de género, la mujer en el mundo andino y amazónico carga con una serie de sobrepesos que es el cuidado de la familia, la administración de la casa, etc. Si a eso le sumas la afectación biológica, en mi opinión, la población femenina y pediátrica tienen un mayor riesgo en zonas de alta exposición tomando en cuenta las variables sociales.

Se lo preguntaba porque justamente hemos recogido testimonios de mujeres de Cuninico que sufrieron abortos espontáneos después del derrame del 2014. Ellas y algunos estudios sugieren una relación con el consumo de aguas con metales pesados.

Hay evidencia que demostraría con un cierto nivel de certeza que la exposición a derivados de hidrocarburos está asociada a prematuridad al nacer, abortos, etc. Hay estudios muy interesantes en el lado ecuatoriano con respecto a la contaminación que sufrieron por las petroleras.

Acá tenemos que ejecutar el principio precautorio. No voy a esperar a tener evidencia 100% sólida para atender a esa población que tiene riesgo de abortos espontáneos o malformaciones, porque cuando llegue tener la evidencia al 100%, esas personas habrán muerto o perdido a sus bebés por un principio de precaución. Ellas van a ser atendidas. Vamos a ir a Cuninico con ginecobstetras.

Mujer gestante de la comunidad nativa de Cuninico. Foto: Valia Aguirre.

Hablar sobre Cuninico nos lleva a hablar también sobre la Comisión multisectorial para atender a afectados por metales pesados. ¿Cuál es el encargo que tiene el Ministerio de Salud en esta comisión?

El problema de la contaminación por metales pesados generó en 2008 una estrategia nacional de metales pesados. Esa estrategia pasó por una metamorfosis hasta que en 2019 se creó la Unidad Funcional de Atención Especializada en Personas Afectadas por Metales Pesados y otras Sustancias Químicas. En ese interín se formaron diversas comisiones y la última fue de carácter temporal que venció en julio de este año, en la que participó la Plataforma Nacional de Afectados y diversos ministerios. Hemos venido trabajando en un proyecto de reglamento en el que esa comisión multisectorial que deje de ser temporal y sea permanente. El reglamento incluye la creación de un listado nacional de afectados por metales pesados y otras sustancias.

¿Cuándo se va a firmar el Plan multisectorial? La premier Mirtha Vásquez, hace casi un mes, se comprometió a firmarlo.

El plan en sí todavía no existe, lo que existe es una estructura de cómo llegar a ese plan. Este debe ser integral y unificado. Ese es el plan que se va a trabajar con la Plataforma Nacional de Afectados a partir de diciembre.

La Plataforma Nacional de Afectados también reclama por la asignación de un presupuesto para el 2022. ¿La comisión multisectorial considera incluir un presupuesto?

En la asignación presupuestal se están incluyendo diversas partidas que si bien no están directamente tituladas bajo esta denominación, transversalmente sí están vinculadas. No te puedo hablar de qué presupuestos son, pero te digo que sí hay un compromiso del ministerio de llegar con una atención integral, comunitaria, fortalecimiento y que realmente satisfaga la protección de la vida humana como un derecho humano.