El Grupo Impulsor de Vigilancia del Abastecimiento de Retrovirales (GIVAR) señala que el desabastecimiento ha generado inestabilidad emocional a los pacientes y fomenta el mercado de venta ilegal de los retrovirales. 

La Cuarta Fiscalía Especializada en Prevención del Delito ha dado un plazo de siete días al Seguro Social de Salud – EsSalud, para brindar un informe sobre las acciones empleadas respecto al desabastecimiento de los medicamentos de primera línea empleados en el tratamiento de personas con el virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH).

Esto luego de que el coordinador del Grupo Impulsor de Vigilancia del Abastecimiento de Retrovirales (GIVAR), Marlon Castillo Castro, interpusiera una denuncia a inicios de mayo, contra su actual presidenta, María Elena Aguilar, y quien resulte responsable, por el presunto delito contra la vida, el cuerpo y la salud.

En la notificación, la Fiscal Margot Moreno además ordena que se inicie el procedimiento preventivo solicitado por Castillo Castro, con el fin de prevenir el delito. Así mismo exige que dicho informe sea presentado con documentos sustentatorios que acrediten las acciones tomadas en relación a la solicitud preventiva.

“Denuncias llegaron desde marzo”

Marlon Castillo aseguró a Wayka que las denuncias de la interrupción del tratamiento en pacientes asegurados en EsSalud iniciaron desde el 17 de marzo, quienes señalaban la falta de la denominada dosis fija combinada, que mezcla Tenofovir 300 mg, Lamivudina 300 mg, Dolutegravir 50 mg (TLD). Además señalan como principales afectados los hospitales que se encuentran en Lima, Callao, Chiclayo, Trujillo y Piura. 

“Desde el 17 de marzo se han reportado denuncias del desabastecimiento Tenofovir, Lamivudina y Dolutegravir. Estos medicamentos son de primera línea del tratamiento, según los lineamientos del MINSA (Ministerio de Salud), es decir que hay un bolsón de usuarios, de asegurados, que toman este tratamiento más que otros, porque los otros son de segunda línea. En la actualidad son 30 denuncias reportadas a GIVAR, la mayoría tiene recetas con sello de agotado o escritura al costado que dice agotado”

Castillo Castro además señala que el 15 de abril del presente año envió una carta a la presidenta de EsSalud solicitando información sobre el abastecimiento de medicamentos “invocando a la Ley de Transparencia”, la cual fue respondida el 23 de abril. En esta respuesta se detalló que el contrato con el proveedor concluyó el 12 de febrero, y por lo mismo se realizó una nueva licitación, pero que no se especificó la fecha de entrega del primer stock. Esta información también fue detallada en la denuncia. 

Desabastecimiento pone en riesgo salud física y mental de pacientes

Marlon además señaló que debido a la falta de medicamentos necesarios, EsSalud ha modificado el tratamiento de varios pacientes, incluso aquellos con diagnósticos recientes, lo que ellos consideran una mala práctica.

“Una de las malas prácticas que nosotros denunciamos es el cambio de tratamiento por desabastecimiento. ¿Por qué? Porque cuando hay desabastecimiento para evitar denuncias o quejas, al usuario se le cambia el tratamiento de manera arbitraria, pese a que debería cambiarse cuando ha hecho falla terapéutica, cuando no está haciendo efecto, cuando hay respuestas adversas, y lo que se está haciendo aquí es jugar con la salud de las personas”.

Según las denuncias, algunos de los afectados por estos cambios han presentado síntomas adversos como náuseas y vómitos. El coordinaron señaló también, que debido a este cambio, estos otros medicamentos también se están agotando, descuadrando la logística de los centros de salud. 

“Debido a esto, cuando mejore el abastecimiento van a regresar a todos a sus tratamientos iniciales, pero hay riesgo de que los usuarios ya hayan hecho resistencia, porque se les está cambiando una o dos veces el producto. El virus del VIH es un virus muy inteligente y muta”, acotó.

Además, dicha situación tiene especial incidencia en la salud mental de las personas. Según señala, muchos de los pacientes viven una experiencia traumática con el diagnóstico y el inicio del tratamiento, un cambio genera preocupación, y varios de los pacientes no cuentan con una red de apoyo cercana ya que ocultan su diagnóstico por temor. 

Por último, existe un incremento en el porcentaje de abandono a los tratamientos. Tan solo en el 2023, se reportaron cerca de 15 mil personas que no siguieron el tratamiento antirretroviral, según datos del Ministerio de Salud, siendo principalmente los jóvenes de entre 18 y 29 años. 

“Hay una característica distinta entre los usuarios del MINSA y EsSalud, y es que los de EsSalud tienen un contrato laboral que cumplir. Al tener un contrato laboral, hay permisos médicos que solicitar para ir a recoger los medicamentos, y son en horario laboral. La persona que va a pedir sus medicinas, y les dicen que no hay, que regrese en dos o tres días, o que llame para saber cuándo habrá, prioriza el tema laboral antes que su salud. Porque pedir más permisos puede resultar en descuento. Aunque haya una Ley, muchos no quieren mostrar sus boletas de citas porque es infectología, y no quieren que su empleador conozca que irá a infectología. Incluso si pide muchos permisos, el empleador lo puede ver como no productivo ”, explicó Castillo. 

Cabe señalar que según el coordinador del GIVAR, este desabastecimiento ha generado un incremento en la venta ilegal de este medicamento, que se ha empezado a comercializar a través de redes sociales, poniendo en riesgo a los usuarios. También señalaron que esta falta de medicinas se presentó en hospitales del Ministerio de Salud, pero que ya se subsanó. 

GIVAR solicita además un pronunciamiento del sector, debido a que existe mucha desinformación y ello genera alarma y preocupación en los usuarios. «Varios dicen que les han dicho que no hay medicamento en el mundo, o que llega en junio, o que no saben. El sector no puede quedarse callado. La defensoría del asegurado tampoco quiere recibir las quejas, y les dicen que no habrá hasta julio, agosto y son forzados a cambiar el esquema de medicación», concluye.