Mientras las cifras de fallecidos y contagiados con COVID-19 en Iquitos se incrementan, también se suman las denuncias por desabastecimiento, precios excesivos en medicinas y oxígeno. Además, maltrato y robo en hospitales COVID.

Zintia Fernández

La subdirectora de la Dirección Regional de Salud Loreto, Clara Bustamante, aseguró a Wayka que Iquitos pasó de la etapa de contagio comunitario al desborde, debido al incremento de fallecidos y contagiados con COVID-19. En las cifras de infectados figuran 73 trabajadores de la salud, entre médicos, enfermeras, técnicos y obstetras del Minsa y EsSalud.

Iquitos sufre también de desabastecimiento y precios excesivos de medicamentos y oxígeno. A ese escenario, se suma el desabastecimiento y precios excesivos en medicinas y oxígeno. También maltrato y robo en los dos hospitales COVID de la región.

Familiares sin respuesta

Los familiares de Eva Pizarro Guzmán (63 años) la vieron por última vez el domingo 3 de mayo por la mañana, antes que fuera ingresada a la carpa de contingencia acondicionada por el Hospital III EsSalud (Hospital COVID). Al irse, dejaron tres números telefónicos para cualquier necesidad de la paciente.

La primera llamada que recibieron fue por una sábana, una colcha y una chompa, la misma noche que ingresó. La segunda llamada ocurrió el martes 5 de mayo por un balón de oxígeno lleno. Este fue entregado a un técnico, quien incluso comunicó que ella estaba recuperándose. Esos pedidos eran luces de esperanza para la familia de Eva, que esperaba verla recuperada bajo vigilancia médica.

El miércoles insistieron para conocer sobre el avance en el tratamiento, pues no escuchaban un reporte sobre los pacientes de la carpa. Según la familia, ese día hablaron con el mismo gerente de la Red Asistencial Loreto de EsSalud, Percy Rojas Ferreira, pero tampoco les respondió sobre el paradero.

El jueves volvieron al hospital y el personal dejó ingresar a una familiar para buscarla. “Tuvo que ponerse protección y mirar a cada uno de los pacientes. Solo encontró los materiales que habían pedido en una bolsa, pero ella no estaba. Subieron a la Unidad de Cuidados Intensivos y el médico a cargo recién le informó que ella había fallecido el lunes en la madrugada”, contó a Wayka Manuela Rodriguez, la hermana.

La amargura e indignación no terminan para la familia de Eva. “No nos entregan el certificado de defunción para retirar el cuerpo. Ahora nadie responde. Tuvimos que tramitar en línea otro documento de identidad porque el que tenía mi hermana se ha perdido en el hospital. Ella estaba luchando por vivir, ponía mucho esfuerzo. Estaba bien. Yo pido que se investigue y espero que no suceda esto a las demás familias. ¿Cómo pueden existir personas que nos han pedido oxígeno cuando ella ya no estaba con vida?”, indicó este viernes 8 de mayo.

Volvieron a comunicarse a los números que solicitaron el oxígeno, pero determinaron que se trataba del número de vigilancia, quien “prestó” el celular. El gerente de la Red Asistencial Loreto de EsSalud, Percy Rojas Ferreira, negó a Wayka que la familia se haya comunicado con él o exista una denuncia “formal” sobre el caso.

Rojas Ferreira considera que ahora Iquitos se encuentra “en una guerra”. “Vamos a investigar pero ahora estamos intentado salvar vidas con el poco personal que tengo, porque han caído médicos, enfermeras y personal técnico. Entiendo las denuncias, pero déjennos trabajar”, señaló.

Robo y estafas en tiempos de crisis

En la Cuarta Fiscalía Penal Corporativa de Maynas se investiga el presunto delito de hurto agravado y homicidio culposo contra quienes resulten responsables, tras la denuncia de los familiares del Brigadier CBP José Migdonio Hidalgo Pinedo, quien murió en el Hospital Regional de Loreto (Hospital COVID Minsa) el 29 de abril.

Hidalgo Pinedo, exjefe del Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) Loreto, requería medicinas que no se podían conseguir con facilidad en Iquitos. La familia hizo el esfuerzo de enviarlas desde Lima pero desaparecieron tras ser entregadas a una enfermera. “Voy a llegar hasta el final para honrar la memoria de mi papá”, aseguró Joana Hidalgo Tuesta.

De este mismo hospital, Raul Chu denunció públicamente a presuntos trabajadores de la empresa Medic por venta de oxígeno, pese a que su distribución es gratuita. Ante la necesidad de conseguir oxígeno para su familiar, se contactaron con números encontrados en las redes sociales. Los “vendedores” de la empresa Medic le dijeron que consiga el balón y que ellos se encargarían incluso de entregarles el oxígeno a domicilio.

Por el tiempo en contra acordaron el precio de S/ 500, según la narración, pero ante la demora en la entrega y las quejas de dolor de su abuelita se trasladaron al hospital regional y notaron que había recarga de oxígeno gratuito. No había personal que asesore a las familias para acceder a este beneficio.

“Una tía ingresó como pudo (…) no se imaginan la sorpresa que nos llevamos. Esas personas, supuestamente trabajadores de Medic, son los mismos trabajadores del hospital regional. Los mismos que fueron a la casa con su carro a recoger los balones de oxígeno. Entraron a la habitación por los balones vacíos para ser recargados”, escribió Raul Chu.

En tanto, la empresa Uniformes Médicos “Medic” publicó un comunicado para pedir “tener cuidado ante estafadores que toman nuestro nombre ofreciendo llenado de oxígeno, lo cual jamás hemos ofrecido ni ofrecemos”.

Carlos Calampa del Águila,quien se desempeñó hasta el jueves como director del Hospital Regional y es actual director de la Diresa, pidió formalizar las denuncias. También confirmó que se registran robos ante la falta de control por el escaso personal que sostiene a los pacientes y el ingreso de nuevo personal para reemplazar a quienes han caído contagiados.

“Yo estoy ahora padeciendo los síntomas y prefiero con dignidad morir en mi casa”, dice a Wayka resignada Y.E.A después de conocer lo que sucedió con Eva Pizarro, su amiga.

Contagio del personal médico

La subdirectora de la Diresa, Clara Bustamante, reafirmó la situación crítica del personal de salud en el Hospital Regional. «Tengo a una enfermera hospitalizada que, a pesar de su salud, está ayudando a los técnicos porque no se dan a basto”, explicó a Wayka.

El Colegio de Médicos del Perú informó que Iquitos es la segunda ciudad con más médicos contagiados, después de Lima. De acuerdo a las cifras de la Diresa Loreto, 34 médicos se encuentran hospitalizados, 10 luchan en la Unidad de Cuidados Intensivos – UCI y 6 fallecieron durante la emergencia sanitaria.

Así mismo, 13 enfermeras están hospitalizadas, dos en UCI y tres perdieron la vida. Una obstetra ingresó a la Unidad de Cuidados Intensivos en el Hospital Regional, así como dos técnicos. Las cifras son de ambos hospitales COVID, EsSalud y Minsa.

Frente a pedidos del gremio médico en la región, el Gobierno trasladó a Lima a personal médico afectado por COVID-19. Tres médicos fueron internados en el hospital Rebagliati, mientras que otros 20 profesionales fueron trasladados al Hospital de Ate y a la Villa Panamericana.

Levantamiento de cadáveres

El drama del colapso también se presenta en la Dirección de Salud Ambiental –DESA, encargada del levantamiento de cadáveres por COVID-19. El gerente Ray Fernández Noriega estimó hasta 100 llamadas por día que reportan fallecidos con el virus, incluso por leptospira y dengue, en sus viviendas o en las calles.

También por causas aparentemente desconocidas, como la alerta del 4 de mayo sobre una adolescente de 17 años y su bebé cerca al centro de salud 6 de Octubre, en el distrito de Belén. Los vecinos de la Prolongación Yurimaguas denunciaron que no fue atendida a tiempo para el parto.

El Reporte COVID-19 del 6 de mayo muestra 151 fallecidos por COVID o sospecha. Sin embargo, la base de datos de la DESA del 5 de mayo registra 200 víctimas mortales desde que empezaron con el protocolo de levantamiento de cuerpos, señaló Fernández Noriega en entrevista a Wayka.

“Soy médico de 74 años y si voy a morir quiero hacerlo dignamente, no suplicando por oxígeno y medicamentos”, escribe Hermann Silva Delgado, quien fue director
de la Diresa Loreto.

Tres brigadas de seis integrantes laboran en tres turnos con apoyo de un equipo de oficina encargada de llevar la base de datos y los trámites. “Los trabajadores tienen miedo porque también nos faltan implementos de seguridad. Yo he solicitado pero hay demora y hemos buscado por nuestra cuenta. Es terrible el panorama, ver diariamente la cantidad de cuerpos”, detalla, tras informar a Wayka que cinco de sus trabajadores han mostrado síntomas y para cubrir la falta buscó más personal. “La convocatoria tuve que hacerla por Facebook porque no había tiempo”, agregó.

Como observación pidió al gerente de la Red Asistencial Loreto de EsSalud, Percy Rojas Ferreira, implementar una brigada para el levantamiento porque “la mayoría son asegurados”. “No estamos teniendo el apoyo que se necesita de parte de ellos”. Esta última frase es reiterada también por otros funcionarios de la Diresa quienes califican de “divorcio” entre ambas instituciones. “Yo entiendo que quiera sacarme ese tema, pero no estamos para pelear (…) Hay coordinaciones con el Minsa. Por favor, más bien pediría ayuda para salvar vidas”, respondió Rojas Ferreira ante la consulta.

En Loreto, 1 576 personas dieron positivo para COVID-19 con las pruebas moleculares y rápidas realizadas en 26 distritos, de acuerdo al último reporte publicado.