Por Jharold Pino, corresponsal de Arequipa
Un niño de dos años vio por última vez a sus padres el 09 de octubre del 2020, cuando su papá, Ambrosio Henry Yallerco Samata (38), golpeó hasta matar a su mamá, Karina Esther Mendez Ríos (32), en presencia suya. El hecho ocurrió en Camaná, Arequipa.
Tras el feminicidio, el menor, que en adelante llamaremos «G», inicialmente, fue cuidado por el hermano del agresor de su mamá. Sin embargo, el Ministerio Público informó el 13 de octubre del 2020, que la custodia temporal del niño fue otorgada a su tía y abuela materna.
Al igual que «G», según el Programa Nacional AURORA, hasta abril del 2021 se reportaron 54 niños, niñas y adolescentes huérfanos por feminicidio a nivel nacional, hijos de 45 mujeres víctimas de feminicidio.
En el 2020 fueron 156 huérfanos por feminicidio en todo el territorio nacional, y en el 2019 se contabilizaron 212 menores, 12 de ellos en Arequipa.
Pero, ¿qué pasa con los menores que quedan huérfanos tras el feminicidio de sus madres?
LUEGO DEL FEMINICIDIO
Según el Decreto Legislativo Nª1297 “Para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes sin Cuidados Parentales o en Riesgo de Perderlos”, ante un caso de feminicidio, se deben brindar medidas de protección a los menores “para garantizar o restituir sus derechos y satisfacer sus necesidades”.
Cuando la Fiscalía, la Policía o los medios de comunicación informan sobre un posible feminicidio, la UPE (Unidad de Protección Especial) debe aproximarse al lugar para verificar si hay menores que estaban bajo el cuidado de la víctima. Las UPE son instancias del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), que actúan ante casos de desprotección familiar de las niñas, niños y adolescentes.
A nivel nacional existen 25 UPES,en Arequipa se encuentra en la capital de región como en la mayoría de lugares, en el resto de provincias interviene la Fiscalía de Familia.
Cuando hay niños huérfanos por feminicidio, según la Omayra Casapia, directora de la UPE Arequipa, existen dos posibilidades. La primera, es que los menores tengan familia extendida que pueda encargarse de ellos. La UPE hace un análisis rápido para que los niños huérfanos por feminicidio no estén mucho tiempo alejados de su círculo familiar, y otorgan medidas de “acogimiento de urgencia”, es decir, que los niños puedan quedarse con algún familiar.
Tres o cinco días después, se realiza otro análisis a quién está cuidando del menor, de ser positivo, la UPE determina “desprotección provisional”, con el objetivo de asumir la “tutela estatal del menor”, para que después el Poder Judicial otorgue la custodia al familiar que está haciéndose cargo. Si el análisis es negativo se busca otro familiar. En la experiencia de Omayra Casapia, casi todos los niños huérfanos por feminicidio son criados por su familia extendida.
Pero cuando los menores, no tienen familiares que puedan hacerse cargo de ellos, inicia otro proceso. En ese caso, el equipo interdisciplinario de la UPE, conformado por un psicólogo, un abogado y un trabajador social, lleva al menor a las oficinas de la UPE.
Existen lugares donde los menores pueden estar temporalmente, hasta que aparezca algún familiar que reclame su custodia.En la mayoría de los casos, se lleva al menor a un CAR (Centros de Atención Residencial), mejor conocido como albergue temporal.
Otra alternativa, son los Bancos de Familias Acogedoras, que están a cargo de la Dirección de Protección Especial (DPE). Estas familias “brindan protección temporal y cuidados diarios a menores en situación de desprotección familiar. Este acogimiento dura hasta que se defina la situación jurídica de la niña, niño o adolescente”
Pasado un tiempo podrían llegar familiares que pueden hacerse cargo de los menores, previo análisis de la UPE. Cuando no es el caso y ningún familiar obtiene la tutela, la UPE debe dictar la “desprotección definitiva del niño”.
MÁS OPCIONES
Si algún niño, niña o adolescente huérfano por feminicidio, es declarado en “desprotección definitiva”, según el D. L. Nª1297, puede tener “una modalidad de cuidado alternativa”. Una de ellas es la adoptabilidad, que se lleva a cabo tras una evaluación psicosocial a quien lo solicite.
Los menores huérfanos por feminicidio en desprotección definitiva, no solo podrían ser adoptados, que es un proceso a cargo del MIMP, también podrían ser atendidos en CARs (albergues).
Para Jimena Rojas, coordinadora de la Red de Albergues de Arequipa, la última opción para menores en desprotección familiar deberían ser los CAR, porque los alejan de un ambiente familiar. Existen tres tipos de albergues, los “temporales” que se usan por periodos cortos, los “básicos” que son permanentes, y los “especializados” con servicios para menores con habilidades diferentes.
Según el diagnóstico de la Red de Albergues, hasta abril del 2021, existen aproximadamente 26 CARs en la región Arequipa. La presencia de mujeres es del 60%, el mayor grupo etáreo es de 15 a 18 años, seguido de 6 a 11; la mayoría son derivados por la UPE, por abandono moral y material, y más del 50% tienen problemas de aprendizaje.
SALUD MENTAL
La psicóloga Danna Castro, indicó que los niños, niñas y adolescentes que perdieron a sus madres por feminicidio, presentan problemas de salud mental asociados mayormente a depresión, ansiedad, problemas de conducta alimentaria, abandono escolar, conductas autolesivas, dependencia emocional y corren el riesgo de volver a repetir ambientes de violencia en la adultez.
Indicó que el shock traumático que vivieron y los episodios de violencia a los que fueron expuestos los menores que quedaron huérfanos, necesita un seguimiento y atención que “muchas veces no son los mejores”.
ASISTENCIA ECONÓMICA
Según el D.U. 005-2020 “Decreto de Urgencia que establece una asistencia económica para contribuir a la protección social y el desarrollo integral de las víctimas indirectas de feminicidio”, publicado el 8 de enero del 2020, el Estado otorgará una asistencia económica de 600 soles de manera bimestral.
Los beneficiarios serán niños, niñas y adolescentes huérfanos por feminicidio, hasta cumplir los 18 años, o hasta que culminen sus estudios superiores de manera satisfactoria. La asistencia se otorgará a solicitud de los menores, familiares o autoridades competentes. El monto está destinado para fines de alimentación, educación, salud física y mental, terapias de recuperación y demás temas ligados a la protección de los menores.
Cabe resaltar, que los menores que se encuentren en los Centros de Atención Residencial (CAR), no pueden acceder a este programa del Estado. Según la anterior ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Rosario Sasieta, 750 huérfanos(as) por feminicidio recibieron la asistencia económica hasta finales del 2020.
MEJORAS
Según Dessy Zanabria, directora del Centro de Prevención del Abuso Sexual Infantil (CPAS), existen tres puntos prioritarios que deberían modificarse para prevenir situaciones donde niños, niñas y adolescentes queden huérfanos por feminicidio.
Primero, deben modificarse los artículos 121 y 122 del Código Penal, que determinan la gravedad de las lesiones de acuerdo a la cantidad de días de descanso médico, “para frenar desde el inicio un círculo de violencia familiar» que podría terminar en feminicidio.
También, acelerar los procesos judiciales relacionados a pensión por alimentos, para no alargar una dependencia económica que pueda generar violencia familiar. Con estos dos primeros pasos se podrían evitar situaciones donde menores queden huérfanos por feminicidio.
Por último, derogar o modificar el D.U. 005-2020, que excluye a niños, niñas y adolescentes huérfanos por feminicidio que están en “albergues” del respaldo económico del Estado.
“No existe un seguimiento de casos cuando hablamos de huérfanos de feminicidio. Los niños son un grupo olvidado por el Estado, vistos como la última rueda del coche”, indica Zanabria.