Redacción Wayka

Aunque suene inverosímil, la defensa legal de uno de los 14 militares en retiro denunciados por violar sexualmente a campesinas de las comunidades de Manta y Vilca (Huancavelica) durante el conflicto armado interno, presentó como testigo a un comunero de la zona que tendría apenas 3 años cuando ocurrieron los hechos.

En la audiencia de ayer del caso Manta y Vilca, el abogado de uno de los militares acusados presentó a Armando Soto Paucar, quien nació el 6 de febrero de 1982, como testigo que podría contar cómo fueron los hechos.

Como se recuerda, los casos de abuso sexual contra las 9 campesinas de Manta y Vilca ocurrieron entre 1984 y 1985, en pleno conflicto armado interno. Armando Soto tenía apenas 3 años.

Desde la Fiscalía y la defensa legal de las víctimas se opusieron a incluir a Armando Soto como testigo en el juicio, por su corta edad durante esos años. Uno de los abogados de los militares acusados argumentó que la declaración de Armando sería necesaria para conocer la relación entre los comuneros y el Ejército durante la época.

Finalmente, el Colegiado A de la Sala Penal Nacional conformada por los magistrados Edhin Campos, René Martínez y Jhonny Contreras, admitió a Armando Soto como testigo.

Para Cynthia Silva, abogada de la asociación DEMUS que defiende a un grupo de las campesinas afectadas, la declaración del testigo podría ser la de una persona que ha normalizado un contexto de graves violaciones de derechos humanos.

“Lo que ese testigo diga va a tener mucho que ver con  la normalización de un contexto de violencia, porque la persona nació y creció en una situación de violencia (…) No sabemos, y siempre es una posibilidad, que además haya incentivos, influencias o presiones de los acusados hacia los testigos. Eso se evidenciará cuando venga a declarar», manifestó Silva a Wayka.