Por Alvaro Meneses

En su condición de jefe Político Militar de la región Ucayali, el actual congresista fujimorista Carlos Tubino Arias Schreiber suscribió el “Acta de Sujeción” para garantizar impunidad a los jefes militares del régimen de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos ante los procesos judiciales por violaciones de los derechos humanos, como los casos Barrios Altos y La Cantuta.

El 13 de marzo de 1999, durante los preparativos del fraude electoral para la re-reelección de Fujimori, con autorización del entonces jefe de Estado, su asesor de seguridad Montesinos y la cúpula castrense organizaron la firma del documento en la que participó el vicealmirante en retiro Carlos Tubino.

Sobre la actuación de Tubino en la ceremonia cuyo objetivo también fue defender el golpe de Estado del 5 de abril de 1992 -que implicó la instalación de un gobierno que se hundió en acusaciones de corrupción-, solo existían versiones difundidas por publicaciones periodísticas, pero esta vez Wayka lo confirma mediante el registro fílmico y la transcripción del acto.

En medio de una ceremonia con 400 altos mandos militares reunidos a vísperas de la caída del régimen fujimorista, aparece en escena el actual congresista fujimorista Carlos Tubino, entonces Jefe Político Militar de la región Ucayali, para firmar la conocida y vergonzosa “Acta de Sujeción”, documento impulsado por el ex asesor Vladimiro Montesinos y con el que buscaba asegurar la impunidad del entonces presidente Alberto Fujimori.

De izquierda a derecha: Vladimiro Montesinos, Humberto Rozas Bonucelli, José Villanueva Ruesta, Julio Salazar Monroe, César Saucedo Sánchez, Américo Ibárcena Amico, Elesván Bello Vásquez y Fernando Dianderas Ottone.

Además de Montesinos, presidieron la mesa de honor los generales de división del Ejército Julio Salazar Monroe, José Villanueva Ruesta y César Saucedo Sánchez, todos presos por corrupción y el primero por las masacres de Barrios Altos y La Cantuta, perpetradas por agentes del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) organizados como el “Destacamento Colina”.

También compartieron la mesa los comandantes generales de la Marina, Américo Ibárcena Amico, y de la Fuerza Aérea, Elesván Bello Vásquez; además del jefe nominal del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), contralmirante en retiro Humberto Rozas Bonuccelli; y el director de la Policía Nacional, general en retiro Fernando Dianderas Ottone. En su momento, todos fueron condenados por actos de corrupción.

El “Acta de Sujeción” fue diseñada por Montesinos para blindar a Fujimori, a los miembros de la cúpula militar y a él mismo de los juicios por asesinato, secuestro o torturas que sabía se originarían de inmediato si el jefe de Estado no conseguía la re-reelección en el año 2000.

“¿Responsabiliza a Vladimiro Montesinos de los delitos cometidos en el régimen de Alberto Fujimori?”, consultó Wayka al parlamentario fujimorista Carlos Tubino.

“Lo que sí puedo decir es que durante el gobierno de Alberto Fujimori, cuando estuve en servicio activo, Vladimiro Montesinos y su camarilla cometieron delitos. Yo lo censuro a él, pero no por eso yo tengo que cargar (por) esos hechos”, respondió, tajante .

“¿Usted recuerda la ceremonia del 13 de marzo de 1999 que concentró a altos cargos de las Fuerzas Armadas para firmar el Acta de Sujeción?”, preguntamos.

“Las personas que condujeron esa reunión y (redactaron) esos documentos han sido censuradas y condenadas Y sobre ese tema no hay más que hablar”, señaló Tubino, dando por cerrado el tema.

“¿Usted también firmó el acta?”, indagó Wayka.

“No hay más que hablar, es un tema concluido”, contestó Tubino en tono fastidiado.

El fujimorista Carlos Tubino firmando el Acta de Sujeción.

Lo que el parlamentario de Fuerza Popular no quiso admitir es que, como demuestra el video y la transcripción del contenido audiovisual, sí firmó el documento en el que se comprometía a defender a Fujimori, Montesinos y a la cúpula militar ante las denuncias por violaciones de los derechos humanos.

Estricto Secreto

“Antes que nada, recordar a todos los señores oficiales, generales y almirantes, que la sesión número cinco, esta sesión especial, también tiene el carácter de estrictamente secreto. Todo debe quedar en este auditorio (de la Fuerza Aérea del Perú)”, se escucha decir al maestro de ceremonias antes de llamar a los asistentes, uno por uno, para que firmen el acta aquella jornada del 13 de marzo de 1999.

El acta incluye una defensa irrestricta a la Ley de Amnistía que promulgó Fujimori el 16 de junio de 1995 con el único propósito de excarcelar a los oficiales y agentes del Destacamento Colina que perpetraron los crímenes de Barrios Altos y La Cantuta y otros hechos de sangre, y que alcanzaba también al ex presidente y a Montesinos.

“Precisar que la Nación ha dictado leyes de amnistía general que están en plena vigencia, en las cuales queda establecido muy claramente que no le corresponde responsabilidad alguna, institucional o individual, al personal militar, policial y de la comunidad de inteligencia que participaron en la lucha contraterrorista”, señala el documento.

Para el director del Instituto de Defensa Legal, Carlos Rivera Paz, el Acta de Sujeción fue uno de los hechos más vergonzosos de la historia militar peruana. “Era una carta redactada y manipulada por Vladimiro Montesinos, quien no mucho tiempo atrás había sido sancionado por el Ejército por traición a la patria. Ese hecho pinta casi de cuerpo entero a quienes no tuvieron reparo en someterse a Montesinos”, explicó Rivera a Wayka.

Al consultarle si el Acta de Sujeción fue un intento por politizar las Fuerzas Armadas, la politóloga y docente en George Mason University, Jo-Marie Burt, aclaró que estas ya estaban politizadas. “Ellos actuaron como el partido político que Fujimori no tuvo al llegar a la presidencia en 1990. Fue un intento de consolidar el espíritu de cuerpo de la fuerza armada en un momento en el cual el régimen fujimorista entraba en crisis” recordó Burt.

Tanto Rivera Paz como Burt coinciden en que haber firmado el Acta de Sujeción es un acto vergonzoso. “Al destaparse el acta en el año 2001, también se descubrió que los tres jefes de las FFAA de entonces firmaron el documento. Tal fue el escándalo que el entonces presidente Paniagua se vio obligado a despedirlos y los institutos castrenses emitieron un comunicado pidiendo perdón”, relató la politóloga para Wayka. “Fue un momento clave aunque poco recordado”, concluyó.

Como recordó Burt, Valentín Paniagua destituyó a los comandantes generales del Ejército, Carlos Tafur; de la Marina, almirante Víctor Ramos; y de la FAP, Pablo Carbone. Pero no fueron los únicos cuestionados.

“¿No va a responder si usted firmó el acta?”, repreguntó Wayka finalmente al congresista Carlos Tubino.

“Lo que te puedo decir es que el acta es un tema procesado y sentenciado. Y no hay más que hablar sobre ese tema”, concluyó Tubino, uno de los congresistas fujimoristas más duros de su bancada.