El pasado jueves 28 de abril se realizó una nueva audiencia en el juicio que entabló por difamación el exministro de Cultura y docente de la PUCP, Luis Jaime Castillo, contra Marcela Poirier, su exalumna que lo denunció por acoso sexual. Se presentaron a los testigos de ambas partes. En el caso de Luis Jaime Castillo asistió su amigo y colega José Canziani, mientras que la defensa invitó al periodista Michael Balter. Estas fueron sus declaraciones.

Claudia Risco

Empezado el juicio oral contra Marcela Poirier por el delito de difamación, Raúl Pérez, abogado del profesor principal de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Luis Jaime Castillo, exclamó que la arqueóloga que ha denunciado al docente no es una víctima. Sin embargo, fue interrumpido por la jueza Gabriela Torrejón Comeco, quien le llamó la atención señalándole que no era momento de brindar alegatos.

Ante las observaciones y críticas de la opinión pública la audiencia que en un primer momento la jueza quiso llevar de manera reservada, ahora se determinó que haya presencia virtual de público, una traductora, y dos testigos, uno de la parte querellante y otro de la parte querellada.

Desde el lado del exministro Luis Jaime Castillo se invitó a participar al profesor de la PUCP y amigo personal del catedrático, José Canziani Amico. El arquitecto resaltó la calidad profesional del arqueólogo a quien conoce hace 35 años.

«El doctor Luis Jaime Castillo es uno de los más destacados arqueólogos peruanos y el mayor investigador sobre la cultura moche, ese es un reconocimiento nacional como internacional», expresó Canziani.

Canziani también refirió que había trabajado con Luis Jaime Castillo en el proyecto arqueológico San José de Moro, donde se habrían producido presuntos abusos sexuales del arqueólogo a sus alumnas. El arquitecto negó que se haya tomado bebidas alcohólicas durante las jornadas en este sitio, sin embargo, hay varias fotos que desmentirían lo dicho por el colega de Castillo Butters. 

«Rechazo esa afirmación, donde hay un proyecto arqueológico donde profesores, estudiante, obreros salen al campo desde las 6 am. No he visto de ninguna manera consumo de alcohol», sostuvo.

Para Canziani, la relación de Castillo con sus alumnas en San José de Moro fue de respeto, compañerismo y con presencia de diálogo horizontal. «Eran grupos de estudiantes muy numerosos (…) un ambiente muy familiar. Luis Jaime llevaba a su esposa y sus hijos. Nunca he visto nada extraño». 

EL INVESTIGADOR

Otra es la opinión del testigo invitado por la defensa de Marcela Poirier, el periodista estadounidense independiente Michael Balter, quien denunció los presuntos vejámenes cometidos por Luis Jaime Castillo contra sus alumnas.

«He publicado un artículo sobre el abuso sexual, de poder y la homofobia de Luis Jaime Castillo contra sus alumnos. Hablé no solo con las víctimas, yo encontré otros testimonios de manera independiente. Estas fuentes provenían de personas que no conocían a las que inicialmente se acercaron a mí para pedirme que investigue su caso», señaló el periodista en la audiencia. 

Balter también dijo que le pidió a Marcela Poirier que le brinde su testimonio, sin embargo, ella se negó. «Sucedió en junio de 2020, ella dijo que no, después de ese contacto que tuvimos no hubo ningún otro tipo de acercamiento con la joven», relata. 

El periodista estadounidense manifestó que empezó a investigar a Luis Jaime Castillo porque habló con antropólogos y arqueólogos reconocidos que le mencionaron que el profesor principal de la PUCP tenía este antecedente de presunto abuso sexual desde hace más de 20 años. «Ellos me dijeron que no era ningún secreto, pero que Castillo tiene mucho poder. Se mantuvieron en silencio porque temían perder la oportunidad de trabajar en el Perú», subraya. 

Balter también mencionó que habló con 5 exestudiantes del profesor Castillo, también con dos profesores universitarios y 15 testigos. «Tengo entendido que el profesor Castillo se encontraba en el nivel más alto de la red de poder, donde todos dependían de él para iniciar una línea carrera. Eso no es tolerable, ni aceptable. Es muy deprimente ver que grandes personajes ilustres que contribuyen como arqueólogos y antropólogos sean parte de este tipo de comportamientos. Desilusiona mucho». 

El periodista precisó que las víctimas prefirieron mantenerse en el anonimato por miedo a las represalias. «Todas las personas tenían temor de ser identificadas, se requiere de mucho coraje para contar sus historias. Es muy probable que el abusador identifique quien ha dado determinado testimonio anónimo». 

En sus palabras finales, Balter expresó que si Luis Jaime Castillo quiere demandar a alguien, debería ser a él. «Yo he sido quien ha investigado, Marcela (Poirier) no ha tenido nada que ver en mi trabajo de investigación. Yo asumo la total responsabilidad de mi publicación. Él ha amenazado con demandarme, pero no lo ha hecho, lo hace con otra persona».

WAYKA ACLARA:

La nota publicada el lunes 2 de mayo, consideró una fotografía en la que se observa a terceras personas fotografiadas sobre cajas de cerveza. Wayka ofrece disculpas a las personas que fueron expuestas, debido a que no era de su conocimiento la publicación de la foto y no se pudo explicar el contexto de esa imagen que ya fue retirada de la publicación.