Niña víctima de violencia sexual lleva un mes esperando que Fiscalía tome su testimonio

Por Graciela Tiburcio Loayza

Lucía*, una niña piurana de 10 años, denunció en quincena de julio haber sido víctima de violencia sexual. Según señaló a la Policía, su vecino de 65 años, Erasmo Aguilera Ulloa, le hizo tocamientos a la fuerza cuando paseaba a su perrito. Ha pasado un mes, pero la Fiscalía aún no programa la entrevista en Cámara Gesell para tomar su testimonio e iniciar con las investigaciones. El caso fue publicado por Wayka el pasado 12 de agosto.

Tras la difusión de la denuncia en nuestro medio, la organización Plan Internacional Perú tomó contacto con la familia de Lucía y, con su apoyo, se logró que la niña sea atendida por la Unidad de Atención a Víctimas y Testigos (UDAVIT) del Ministerio Público. José Velásquez, responsable de UDAVIT, asesorará legalmente a la familia y designó una psicóloga para atender a Lucía y su madre.

Sin embargo, la fiscal coordinadora de las Fiscalías Provinciales Corporativas Especializadas en delitos de violencia contra la mujer de Piura, Carolina Cordova Yauri, aún no programa la entrevista en cámara Gesell para que Lucía brinde su testimonio e inicien las investigaciones. Cabe resaltar que, en noviembre de 2020, la fiscal fue duramente cuestionada en Piura por dejar en libertad a un hombre de 51 años que golpeó a su expareja en presencia de sus hijos.

Al hacerse público el caso, el abogado del Programa Aurora del Ministerio de la Mujer asignado al caso, Richard Espinoza Montenegro, envió un oficio, el mismo 12 de agosto, a la Fiscal reiterando el pedido para que se disponga la entrevista en cámara Gesell y se dé inicio a las diligencias necesarias para investigar la denuncia. Aún falta recabar la declaración de Erasmo Aguilera y sus antecedentes.

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Justicia que tarda

Según detalló Lilian Cabrera, especialista de Plan Internacional Perú, en las denuncias por tocamientos indebidos, el testimonio es el único medio probatorio que se tiene para demostrar el delito. Cuando las víctimas son menores de edad deben pasar una entrevista única en Cámara Gesell, a más tardar el mismo día de la denuncia, pero esto casi nunca se cumple.

En Piura, una región donde en 2020 se registraron más de 9 mil casos de violencia contra niñas, según cifras de los Centros de Emergencia Mujer, solo existen seis cámaras Gesell disponibles en toda la región. Las niñas deben esperar hasta 8 meses para rendir sus testimonios. Mientras esperan a que la Fiscalía programe sus casos, no reciben tratamiento psicológico y la investigación de sus denuncias no avanza.

Las medidas de protección emitidas por el Poder Judicial prohíben que Erasmo Aguilera esté a menos de 100 metros de la niña, pero esto no se cumple porque vive a solo tres casas. La familia de Lucía ha tenido que llevarla a vivir con una tía, pues no soporta estar en su propio hogar por temor a cruzarse con él.

El 9 de agosto, la Corte Superior de Justicia de Piura dispuso que se instale la aplicación del ‘Botón de pánico’ en el celular de la madre de Lucía para que alerte a Serenazgo y a la policía en caso de que el denunciado vuelva a acercarse a su hija. Aunque para la familia de Lucía, estas disposiciones siguen siendo insuficientes. La niña no puede dormir y ha perdido el apetito.

“Que vayan a detenerlo porque ese señor es un peligro para cualquier niña por aquí, porque si lo ha hecho (tocarla sin consentimiento) con mi hija, lo puede hacer con cualquier otra”, reclama la madre de Lucía. “Ese señor está libre. Yo siento que la justicia no hace nada. De qué vale que una denuncie si a las finales el agresor está ahí”, expresa con rabia pues ve cómo su hija vive con miedo, mientras el denunciado continúa su vida sin mayores complicaciones.

*Las verdaderas identidades de Lucía y su madre se mantienen en reserva por motivos de seguridad

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