Escribe Daniel Meza,

(Si no leíste el Motivo #1 lo puedes leer aquí)

Lo dijeron y evidenciaron abogados expertos, lo confesó el propio Montesinos y hasta Matilde Pinchi Pinchi. Aquí les contamos el dudoso cuento educativo de Keiko (y sus hermanos)

Keiko Fujimori, nacida en 1975, ya tenía una educación envidiable cuando era niña. Tanto ella como sus hermanos menores Hiro, Kenji y Sachi fueron inscritos en el exclusivo colegio Colegio Sagrados Corazones Recoleta de La Molina. Digamos que Fujimori, rector de la Universidad Agraria La Molina y después presidente golpista, no tuvo problemas en costear los estudios de sus vástagos. Estos pagos y las denuncias de entonces al hoy reo por evasión de impuestos con 34 propiedades no eran un tema ético que involucraba a Keiko por haber sido, durante aquella época, una infante. La niña Keiko entonces culminaría el colegio en 1992.

En 1993, con la mayoría de edad cumplida, Keiko Sofía enrumbó a EE.UU. para cursar administración de negocios en la State University of New York at Stony Brook, carrera que culminó en Boston University en 1997 (y que por cierto, nunca en su vida ejerció).

Lo propio hizo Hiro Alberto, con estudios en la State University of New York y Boston University; Kenyi Gerardo en Kansas University; y Sachi Marcela en la California Community College y la State University of New York.

Pero… ¿qué tiene de malo que hayan estudiado en los EE.UU.?

No tiene nada de malo estudiar en los EEUU. Lo que despierta sospechas es el cómo se pagaron sus estudios. Si Keiko y sus hermanos hubiesen costeado sus carreras y manutención por casi una década con alguna beca, esta tribuna estaría en silencio. Pero hasta donde se sabe, no hubo beca de por medio.

Veamos: en el 2004, un informe de la Contraloría General de la República desveló que:

Además, abogados especializados indicaron que Fujimori no gastó ni un centavo de esos $80.000 que le correspondían. La pregunta se cae de madura ¿De dónde salió el dinero para pagar los estudios de Keiko y sus hermanos en el extranjero?

¿Y POR QUÉ LOS HIJOS TENDRÍAN QUE SER CULPABLES DE ESTO?

Hay –increíblemente– quienes defienden la inocencia de Keiko y de sus hermanos. Dice la mediática abogada Rosa María Palacios que no existiría complicidad de parte de Keiko en estos gastos irregulares. Según Palacios, Keiko como hija, no podría sospechar ni mucho menos pedirle cuentas a su padre por el dinero éste le daba para sus estudios. Ok, supongamos que esto es verdad.

Sin embargo hoy lo de Keiko, con 40 años encima y un período de congresista, es injustificable. En estos tiempos, la aspirante al sillón presidencial no parece tener el decoro de reconocer lo que ya es evidente en cuanto a sus estudios, y mucho menos colaborar con las investigaciones que se le abren.

Por el contrario, consultada sobre una investigación que la Fiscalía le abrió por la presunta comisión de complicidad y enriquecimiento ilícito en materia de sus estudios, declaró: “Mis hermanos y yo hemos sido absueltos de este proceso”. MENTIRA: Keiko ni sus hermanos fueron “absueltos”; el proceso fue en realidad archivado, que es distinto.

¿Archivado? Sí. Para procesar a alguien por enriquecimiento complicidad, es necesario que haya un autor del delito principal. Pero para suerte de Keiko (¿u omisión deliberada de algún funcionario?) Fujimori no fue sentenciado por el caso específico de los estudios.

Es posible que este “millón educativo” haya pasado inadvertido entre los investigadores, si los comparamos con los 10 mil millones que robó descaradamente la mafia fujimontesinista.

KEIKO EN SU PROPIO LABERINTO

Keiko ha dado declaraciones incongruentes sobre sus estudios durante todo este tiempo. En el 2001 le dijo a la Comisión Waisman que su padre le daba dinero en la mano y en efectivo en Palacio de Gobierno para pagar sus estudios y los de sus hermanos. Ya congresista y candidata presidencial, Keiko sostuvo desde hace pocos años que su padre financió sus estudios en EE.UU. con la venta de un inmueble en Surco, que costó $660 mil dólares.

Lo llamativo es que la transacción inmobiliaria se hizo a fines de 1999, fecha en que Keiko y Hiro ya habían terminado sus respectivas carreras, lo que desbarata fácilmente esta teoría (más falsa que doctorado de Acuña). Se comprobó también, gracias a los registros bancarios, que Kenyi y Sachi no destinaron el dinero recibido a las cuentas de sus respectivas universidades.

Por si fuera poco, el propio Vladimiro Montesinos afirmó el 2001 –en declaración judicial– que pagó los estudios universitarios de Keiko con fondos del Estado. Fujimori Higuchi, era de esperarse, lo niega todo y dice que Montesinos habla porque “la odia”. No obstante, lo afirmado por el ex asesor presidencial fue reforzado por los testimonios de María Angélica Arce y Matilde Pinchi Pinchi, ambas sus ex secretarias personales, quienes indicaron que vieron a Keiko visitar al ‘Doctor’, y que ellas mismas prepararon los sobres llenos de ‘cash’.

Pero hoy, todo esto no le despierta la más mínima curiosidad a la candidata presidencial de Fuerza Popular quien, en intempestivos arranques de moral, se atreve a dar conferencias anticorrupción, ¡por favor!

En simple:

  • Keiko recibió dinero ilícito para sus estudios (lo confirman expertos e investigaciones oficiales) pero se salvó de ser juzgada.
  • Keiko hoy por hoy no condena el hurto y no piensa devolver ni un sol.

En el próximo capítulo (por si aún no te convences): las ‘joyas’ que Keiko Fujimori ostenta en su lista congresal.

 

PD. (Si no leíste el Motivo #1 lo puedes leer aquí.