Pacientes con VIH sin tratamiento: el Minsa oculta nuevamente crisis de desabastecimiento
El martes 15 de julio, personas y organizaciones dedicadas la luch contra el VIH se manifestaron a las afueras del Ministerio de Salud (Minsa) para expresar su molestia ante el desabastecimiento de diferentes medicamentos antirretrovirales, entre ellos, dolutegravir, efavirenz, abacavir + lamivudina, emtricitabina+ tenofovir.
Alertan que esta situación se ha agravado en los últimos meses y no solo se presenta en los hospitales del Minsa, sino también de EsSalud. Además, que no es un problema puntual o de logística, sino es una crisis estructural, que se ha venido agravando con la llegada del ministro de Salud, César Vásquez, a pesar de que siga negando la realidad.
“Lo que estamos viviendo no es un episodio aislado. El desabastecimiento es permanente. Solo ha habido un año, aproximadamente en 2019, donde no se presentaron faltantes. Todos los demás años, desde 2010 que hacemos seguimiento, ha habido escasez de medicinas en uno u otro momento”, denuncia Marlon Castillo, vocero del Grupo Impulsor de Vigilancia del Abastecimiento de Antirretrovirales (GIVAR), para Wayka.

Medicinas que no llegan
El sistema de compras y distribución de antirretrovirales está a cargo del Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos (Cenares), una instancia técnica del Minsa. Pero la mala planificación, la falta de stock de seguridad y la dependencia total del mercado externo hacen que cada error o retraso genere quiebres graves.
“El Perú no produce antirretrovirales, depende del mercado externo. Pero además no hay planificación adecuada. No se calcula bien cuántos tratamientos se necesitan ni se proyectan los nuevos diagnósticos. Por eso el sistema colapsa fácilmente”, advierte Marlon Castillo.
Ante ello, las instituciones, con tal de cumplir su meta, han modificado los esquemas terapéuticos de manera arbitraria hacia los pacientes, ofreciéndoles medicamentos según lo que hay a disponibilidad, cuando solo debería darse estos cambios en caso el paciente no responda o tenga efectos secundarios.
“No somos un juguete. No pueden estar experimentando con el usuario, porque es él quién vive la reacción, vive la angustia de saber que quizá no le va a funcionar, o si funciona saber que luego te lo puede cambiar”, enfatiza el especialista.
Esta crisis de desabastecimiento no solo afecta a la población adulta, sino también desprotege a los niñas y niños con VIH. Un caso documentado por GIVAR es el de una niña de 8 años en Tarapoto debido a que no hay el jarabe pediátrico en el centro de salud, por lo que le han pedido a la madre que lo prepare de forma artesanal con pastillas de adultos.
“Me dijeron que no sabían cuándo iba a llegar, y que yo misma debía mandarlo a preparar. Pero me explicaron que lo que me van a dar no será igual al jarabe original, que solo es una sustancia. Me alcanzará para diez días nomás. Y lo peor es que yo vivo en una zona lejana, y tengo que viajar hasta Tarapoto cada vez que se acabe. Imagínese, cada diez días. Es un gasto, es desgaste, y no me aseguran que después haya”, comenta la madre de la menor.
Minsa lo niega, a pesar de las pruebas
Luego de la manifestación del 15 de julio, el Ministerio de Salud se pronunció en sus redes sociales que ellos sí estan garantizando el abastecimiento de medicamentos antirretrovirales para las personas que viven con el VIH y siguen tratamiento en sus establecimientos.
“Actualmente, se cuenta con stocks para los distintos esquemas establecidos en la Norma Técnica Nacional, tanto para lo que queda del año, así como para el 2026, gracias a las compras anticipadas que ha realizado la institución”, dice el comunicado
Esta postura no solo es contradictoria con la realidad en hospitales y centros médicos, sino que se desmonta con documentos del propio sistema de salud que han sido difundidos por Givar.
“Nosotros tenemos un correo electrónico que llegó hace una semana a varias direcciones institucionales y decía —literal—: ‘Para el tercer trimestre, los primeros cinco productos listados no cuentan con existencias hasta la fecha’. (…) Eso está firmado por la química farmacéutica Neli Heredia Alvarado, del equipo técnico de Diris Centro”, denunció Castillo.

En ese mismo documento se detalla que, para el segundo trimestre del año, solo se entregó el 18% del medicamento Abacavir, una de las combinaciones más utilizadas en tratamientos para personas adultas con VIH. Y para el tercer trimestre —es decir, entre julio y septiembre de 2025— el reporte muestra abastecimiento cero para otros fármacos vitales como Dolutegravir, Efavirenz y Lamivudina, a pesar de que la demanda está claramente registrada en las proyecciones del sistema.
“Están los cuadros. Por ejemplo, se requieren 36,360 tabletas de Abacavir y se han abastecido cero. Se requieren 25,380 tabletas de Dolutegravir y han abastecido cero. Y así con los demás. Yo no sé cómo el Minsa puede seguir negando algo que su propia gente técnica documenta”, agregó el vocero de GIVAR.
El documento incluso detalla cuántos establecimientos se ven afectados y anticipa una posible entrega de algunos medicamentos recién para la segunda semana de septiembre. Asimismo, centros como VíaLibre, que también reparten medicamentos antirretrovirales, han reportado la escasez de la misma forma.

En EsSalud sucede lo mismo. Según la denuncia de una paciente, difundida por Givar, cuando acudió al centro de salud el personal de farmacias le dio otro medicamento y no el que debe tomar según su esquema debido a la escasez.
“Esto no hay, pero acá le indica su médico: ‘Si no hay los anteriores, lleva el otro’, señala el personal de EsSalud. No obstante, la usuaria señaló que no podía tomar ese reemplazo debido a que sufría osteoporosis y que su médico sabía que ella no podía cambiar de medicamento.
Acciones de las organizaciones
Para GIVAR y otras organizaciones, como Promsex y Acción Internacional para la Salud (AIS), el desabastecimiento solo se resolverá si el Estado reconoce el problema y toma medidas estructurales.
“El Perú necesita modificar su sistema de compras, mejorar la planificación, prever nuevos diagnósticos y garantizar un stock mínimo de seguridad. No se puede justificar que no había medicina en el mercado internacional. Eso no es excusa cuando están en juego miles de vidas”, sostiene Castillo.
Frente al silencio del Minsa, estas organizaciones han decidido pasar a la vía legal. Desde diciembre de 2024, han interpuesto una acción de cumplimiento para exigir que el Estado garantice el suministro continuo y completo de antirretrovirales. Además, se ha denunciado penalmente al presidente ejecutivo de EsSalud ante la Fiscalía de Prevención del Delito.
“Hemos hecho acciones judiciales también, no solamente nos hemos quedado en la denuncia pública. Estamos en un proceso para juntar más elementos de prueba, porque estos son los mayores indicios de que no se está cumpliendo y hay documentación oficial que nos acredita. Es más, no solamente es el Minsa quien informa, sino también las propias instituciones que entregan tratamiento, como Vía Libre”, concluye Castillo.