Pacientes del Hospital Jorge Reátegui demandan atención de las autoridades y el cumplimiento para la adquisición de 20 máquinas nuevas que les permita garantizar su tratamiento en óptimas condiciones.

Por Malú Ramahí, corresponsal en Piura

Las máquinas para el tratamiento de hemodiálisis del hospital Reátegui de Piura ya cumplieron su ciclo de vida. Es decir, que de los 6 a 7 años útiles para el buen funcionamiento de estos equipos, todas superan los límites. Una realidad que pone en riesgo la vida de los pacientes de hemodiálisis en la región, quienes llevan años exigiendo la renovación de los equipos.

El tratamiento de hemodiálisis consiste en un fuerte proceso de eliminación de sustancias nocivas en la sangre que no han podido ser eliminadas por el organismo de los pacientes, sobre todo de quienes sufren insuficiencia renal. Algo así como un lavado de sangre donde la máquina de hemodiálisis funciona como un riñón artificial.

Cristian Jara, paciente y vocero de las personas que reciben hemodiálisis en Piura, expresó a Wayka su preocupación por la situación que viven desde hace más de 10 años a espaldas de las autoridades.

Jara señala que un paciente de hemodiálisis tiene una vida promedio de 15 años; siempre y cuando sea en óptimas condiciones. Ahora, él teme que su tiempo de vida se acorte a causa del mal funcionamiento de las máquinas y asocia esta situación con la prematura muerte de algunos de sus compañeros.

“Yo he visto en varias oportunidades a los técnicos arreglando las máquinas mientras el paciente se está dializando, porque ya se estaban malogrando. Si por regla, EsSalud les pide a las clínicas de hemodiálisis que sus máquinas no pasen de siete años, cómo es posible que ellos tengan máquinas de 13 años de antigüedad. Eso es un abuso total, nos están matando de a poquitos”, enfatizó Jara.

Cristian Jara, paciente y vocero de las personas que reciben tratamiento de hemodiálisis en Piura. Foto: Malú Ramahí.

Carlos Rufino Sernaqué, otro paciente de hemodiálisis, cuenta que la atención que reciben los usuarios frente a sus demandas es casi nula, y que hasta el momento las autoridades competentes han sido indiferentes a sus pedidos. “Ya no sabemos a quién recurrir. Nadie se acerca a hablar con nosotros. Llegó el Ministro de Salud y ni nos miró”, comenta.

Rufino Sernaqué, quien también es presidente de la Asociación de Pacientes con Discapacidad Unidos, se realiza el procedimiento de hemodiálisis desde los 16 años. Durante ese tiempo, tuvo un trasplante, pero a puertas de cumplir 50 años, ha reanudado la diálisis. Su caso es muy crítico, pero también reclama por la vida de sus compañeros. “Es por eso que reclamo, porque lo vivo en carne propia”, comenta.

A LA ESPERA DE MÁQUINAS NUEVAS

En abril de este año, la gerencia de EsSalud entregó a Piura alrededor de cinco máquinas derivadas del Centro Nacional de Salud Renal. Estos equipos, aunque no son nuevos, se mantienen en mejores condiciones. Sin embargo, solo son utilizados en casos de emergencias para los pacientes que “por diversos motivos no pueden desplazarse a un servicio tercerizado”.

El gerente de EsSalud en Piura, José Enrique Cruz Vílchez, precisó en ese entonces que de las cinco máquinas; dos iban a quedar en el Hospital José Cayetano Heredia y tres en el Hospital Jorge Reátegui. También reconoció que esa cantidad era insuficiente para atender las demandas de los pacientes.

En una entrevista con Wayka, Wilton Pacherre, director del Hospital Jorge Reátegui Delgado, anunció que desde mayo, EsSalud inició un proceso de adquisición de 20 máquinas nuevas y actualmente están revisando algunas observaciones técnicas para la compra.

Según confirmó Pacherre, el nosocomio que dirige posee 11 máquinas operativas distribuidas en dos salas, También las dos máquinas de contingencia que se utilizan para casos de emergencias.

Foto: Correo

LECHE NEPRO

Al finalizar cada diálisis, el sistema de los pacientes queda totalmente debilitado. Es por ello que se recomienda una leche especial llamada “Nepro” para que los pacientes dializados puedan recuperar cierta parte de los nutrientes que perdieron. En ese sentido, su consumo es esencial y su distribución, según los usuarios de EsSalud Piura, debería ser totalmente gratuita luego de cada tratamiento.

Pero, ¿cuál es la situación de la distribución de este complemento en Piura? Según indicó el director del Hospital Reátegui, luego de conversar con los representantes de los pacientes de hemodiálisis, pudo gestionar la entrega de la leche Nepro, pero solo para siete de las personas hospitalizadas.

Los pacientes insisten en que la entrega debería ser para todos. “Al paciente siempre se le da la leche cuando ya está mal, pero al paciente debe dársele después de la diálisis. El procedimiento es un lavado de sangre que debilita todo el sistema, por eso la leche se le debe dar a todos y no esperar a que estén en estado crítico”, manifestó Carlos Rufino.

En Perú, el precio de la leche Nepro oscila entre los 18 y 20 soles, por lo que los pacientes deben gastar un aproximado de S/. 240 al mes para consumir este complemento después de cada diálisis. Agregado a este gasto, se suman las medicinas y el costo que requiere alimentarse saludablemente.

Piura registra alrededor de 900 pacientes que reciben el tratamiento de hemodiálisis. En el hospital Jorge Reátegui, los usuarios de EsSalud llevan más de 10 años exigiendo máquinas nuevas. Ahora se encuentran a la espera de que se cumpla con la adquisición de 20 máquinas completamente sin uso previo y que se respeten los años de vida útil de cada aparato.