El informe de Amnistía Internacional revela el grave retroceso en materia de Derechos Humanos en 2020 a causa de la pandemia, la desigualdad y la falta de capacidad de los Estados para atender estas problemáticas.

Redacción Wayka

Altos índices de mortalidad por falta de acceso a atención médica, violencia y abuso policial, aumento de violencia contra las mujeres e incremento de vulnerabilidad a los derechos de pueblos originarios. La COVID-19 agravó y puso en evidencia la desigualdad sistémica y las políticas que contribuyeron a que las Américas sea la región más afectada por la pandemia, con más de 54 millones de casos y 1,3 millones de muertes.

Las muertes por COVID-19 en América representan el 49% del total de decesos a nivel mundial, según revela el informe ‘La situación de los derechos humanos en el mundo’ de Amnistía Internacional (AI), movimiento global a favor de los Derechos Humanos. En este escenario, Perú ha sido uno de los países más impactados, con una de las tasas más altas de mortalidad del mundo.

Sin salud

Al menos 10 mil 558 trabajadores y trabajadoras de la salud de las Américas murieron a causa de la COVID-19 hasta el 5 de marzo de 2021. El personal sanitario de casi todos los países, incluido el de Perú, advirtió que sus respectivos gobiernos no les proporcionó condiciones de trabajo seguras ni suficientes equipos de protección personal para mantenerse a salvo de los contagios.

En Perú, la falta de registros oficiales sobre el número de personal de salud que se ha contagiado y fallecido por la COVID-19 ha dificultado conocer el real impacto, así como la implementación de políticas para su protección, según detalla el informe de AI. La nula transparencia y acceso a la información también ha sido la regla en las negociaciones con las farmacéuticas para obtener las vacunas y la elaboración del plan de vacunación nacional.

“Hemos visto la incapacidad de las autoridades peruanas para responder a esta crisis sanitaria y seguimos viendo cómo mueren miles de personas al no poder acceder a atención médica oportuna o a medicamentos básicos como el oxígeno para salvar sus vidas, especialmente entre los grupos de población más vulnerable”, resaltó Marina Navarro, directora de Amnistía Internacional Perú.

Crisis de derechos

La pandemia se tradujo en una crisis de derechos humanos. América Latina y el Caribe siguió siendo en 2020 la región más peligrosa para los defensores y defensoras de derechos. La Defensoría del Pueblo de Perú informó que cinco defensores de la tierra, el territorio y el medio ambiente fueron asesinados el año pasado en Huánuco, Ucayali, Junín, Amazonas y Madre de Dios,

A la par, los riesgos a las vidas de las mujeres y niñas también se vieron agravados. La violencia de género se intensificó en varios países de las Américas. De acuerdo al Ministerio del Interior de Perú, 11 828 mujeres adultas, niñas y adolescentes fueron reportadas como desaparecidas en 2020. En los Centros de Emergencia Mujer se reportaron 13 843 casos de violencia sexual, de los cuales 11 325 correspondieron a niñas y adolescentes.

La Defensoría del Pueblo informó que se produjeron 132 feminicidios. El 25 % de casos se reportó inicialmente como desaparición, sin activarse los mecanismos de búsqueda inmediata e investigación suficientes. Además, las cifras oficiales dan cuenta de que el número de niñas menores de 10 años de edad forzadas a ser madres se triplicó con respecto a 2019. 

“Las cifras son alarmantes y contundentes, y muestran que las autoridades no han podido proteger a mujeres, niñas y adolescentes, quienes durante los periodos de cuarentena han estado expuestas a más violencias. Tampoco se ha hecho lo suficiente para priorizar la salud sexual y reproductiva de las mujeres con servicios esenciales, lo que representa un problema de salud pública», enfatizó la directora de AI.

En similar situación se encontraron los derechos LGBTI. En los países de la región americana, al menos 287 personas trans y de género diverso fueron asesinadas en 2020. En Perú, sigue sin aprobarse una ley de identidad de género que permita que la población trans cuente con un documento de identidad que los reconozca con el género que elles han identificado para sí mismes.

El 2020 también estuvo marcado por la brutal violencia policial. En más de una docena de países de la región se registraron actos de uso excesivo de la fuerza por parte de autoridades policiales y miembros de las fuerzas armadas. Esta práctica se utilizó a menudo para negar a las personas su derecho a la libertad de reunión pacífica y se aplicó de manera desproporcionada contra comunidades marginadas.

En Perú, en el marco de las protestas sociales tras la vacancia del expresidente peruano Martín Vizcarra, se generaron movilizaciones que fueron reprimidas por la policía de manera violenta y desproporcionada, registrándose el uso ilegal de armas de fuego y de otras armas de baja letalidad, como proyectiles de perdigones y gases lacrimógenos. Como resultado, los jóvenes Inti Sotelo y Bryan Pintado, murieron, y cientos de manifestantes resultaron heridos.