El pasado 11 de mayo se aprobó en el Congreso de la República el Proyecto de Ley 075/2016–CR impulsado por el fujimorista Carlos Tubino, que plantea declarar necesidad pública e interés nacional el desarrollo sostenible de la provincia de Purús, en Ucayali. Esta medida incluye elaborar obras de conectividad con la construcción de carreteras.

Dentro del proyecto se propone unir el Puerto Esperanza (Purús) e Iñapari (Madre de Dios) sin tomar en cuenta los territorios que conforman el Parque Nacional Alto Purús, la Reserva Comunal Púrus, la Reserva Indígena Mascho Piro y la Reserva Indígena Murunahua para pueblos aislados, lo cual pondría en peligro a estas poblaciones indígenas no contactadas.

Según el parlamentario Carlos Tubino su proyecto de ley no afectará las áreas naturales protegidas y los derechos de los pueblos nativos, pues aplicarán la condición multimodal en territorio brasilero.

«Hay ambientalistas, que por desinformación o algunos intereses económicos, piensan que la condición multimodal involucra la construcción de una carretera en nuestro territorio y, es al revés, lo que planteamos es solucionar el aislamiento que tiene Purús», aseguró Tubino a la Agencia Andina.

Sin embargo, pese a que se señala que se priorizará «la conexión multimodal», no se excluye dentro de la norma la modalidad terrestre. Por su parte, la congresista por el Frente Amplio, Tania Pariona, manifestó que la implementación de una vía terrestre es un «amenaza a la vida de los pueblos indígenas». Añadió que no se está tomando en cuenta la consulta previa correspondiente conforme a ley para la aprobación de este proyecto.

«Nosotros pedimos que se precise que no se haga una carretera. Estamos de acuerdo con el desarrollo, pero de acuerdo a ley, se tiene que hacer una consulta previa antes de promulgar la ley», sostuvo la parlamentaria Tania Pariona.

Además, la organización amazónica Asociacion Interetnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), que articula 1800 comunidades indígenas, alerta que esta medida promueve “la tala ilegal y el etnocidio”, debido a que abre la puerta a territorios 8 millones de héctareas de bosques donde se hallan poblaciones indígenas no contactadas y bosques atractivos para la tala y la minería ilegal.

Organismos del estado como el Ministerio del Ambiente (MINAM) o el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) también ya han advertido de los peligros y rechazaron la iniciativa en anteriores oportunidades.

Madre de Dios ya vive las consecuencias

La construcción de vías sin tomar en cuenta la vulnerabilidad de los bosques amazónicos o las poblaciones indígenas ya ha traído anteriormente consecuencias ambientales y sociales, como lo que sucedió en la región Madre de Dios con la Carretera Interoceánica.

Desde su inauguración de la carretera en 2010 la vía facilitó que ingrese la minería y la tala ilegal. Siete años después se ha alcanzado la alarmante cifra de más de 30 mil hectáreas de bosque amazónico deforestadas.

A eso se le suma la trata de personas. A lo largo de la Carretera Interoceánica en los últimos años han proliferado cientos de prostíbulos donde se ejerce la prostitución infantil y forzada de cientos de mujeres. 

Está ahora en manos del Presidente de la República, Pedro Pablo Kuczinski, la promulgación de este proyecto de ley, que podría vulnerar significativamente la sostenibilidad de los pueblos y territorios indígenas.