Ley promete subsidio económico a cada trabajador que sea familiar de un niño con cáncer. Pero reglamento no especifica que los beneficiarios podrán ser personas que laboran de manera informal o independiente. Los más perjudicados son los menores que viven en condición de pobreza.

Por Nicol León

El 2 de setiembre de 2020, el gobierno de Martín Vizcarra promulgó la Ley de urgencia médica para la detención oportuna y atención integral del cáncer del niño y del adolescente. Desde entonces, los padres de los menores con esta enfermedad insistieron para que el reglamento especifique algunos artículos de la ley. Así, exigían que las familias más pobres también sean beneficiarias.

Sin embargo, los afectados denunciaron que el Gobierno publicó el reglamento sin considerar sus observaciones.

Para ellos, urgía que el reglamento indique si los trabajadores informales e independientes, familiares de los niños con cáncer, también recibirán el subsidio de dos remuneraciones mínimas vitales durante el tiempo que dure el tratamiento oncológico.

Ellos explicaron al Ministerio de Salud (Minsa) que el 80% de los familiares de niños con cáncer no trabajan de manera formal, por lo que no recibirían el subsidio. Los más perjudicados son las familias que llegan a Lima desde regiones para que sus niños con cáncer reciban atención especializada; deben pagar alquileres y servicios para subsistir lejos de sus hogares.

«Hemos dicho que, en el caso del trabajador informal, el MEF (Ministerio de Economía y Finanzas) debería dar un presupuesto así como lo da para Pensión 65, bonos para personas con discapacidad; lo puede hacer a través de ese tipo de protocolo, pero no lo han hecho. En los únicos que recae la responsabilidad ahorita es Minsa y el MEF. Al MIDIS (Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social) no lo han tocado. El MIDIS ha podido solucionar este tema», contó a Wayka uno de los padres.

Otra indicación que dieron al Minsa fue que el protocolo de atención para niños con cáncer es distinto para el Servicio Integral de Salud (SIS) y Essalud. Así, cuando los pacientes cambian de atención, les modifican el tratamiento y, en consecuencia, los medicamentos, lo que puede ocasionar que su estado de salud empeore.

Pidieron que se aclare esta observación en el reglamento, pero no fue así.

«Nosotros iniciamos la propuesta de reglamento en la comisión de Salud con INEN (Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas) y especialistas, y les explicamos. (…) Hay más de 64 observaciones que se han hecho al prereglamento y ninguna de las observaciones más importantes (se han considerado)», comentó la fuente.