Edgar Alarcón Tejada, flamante congresista electo por Unión por el Perú (UPP) y excontralor general de la República habría usado para sus gastos personales más de S/ 8,800 pertenecientes a la caja chica de la Contraloría. Según la denuncia fiscal, la mayoría de esos gastos de tipo doméstico fueron realizados entre diciembre de 2012 y los primeros meses del 2013, cuando Alarcón era gerente de Operaciones de la Contraloría.

Entre las decenas de compras de carácter personal y doméstico, realizadas sobre todo en supermercados locales, aparecen adquisiciones tan poco relacionadas a la función pública, como libros de Barney y Mickey Mouse, desodorante, pañitos para bebé, crayones, cereales para niños y pasta de dientes de Spiderman, además de vegetales, frutas, aceite de oliva, etc.

Para el procurador anticorrupción, Amado Enco, se trataría de un modus operandi común entre malos funcionarios, destinado a apropiarse de recursos públicos del Estado.

Confrontado por un periodista de Punto Final, Edgar Alarcón, el hoy flamante congresista por UPP -partido liderado por Antauro Humala- trató de justificar dichas compras, arguyendo que eran productos para usar en un kitchenette de la oficina del contralor. Mencionó también que eran para atenciones al personal de la contraloría en sus paseos al club Cusipata de Chaclacayo.

Una llamada anónima fue la que advirtió de estas irregularidades a la Primera Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción, liderada por Zoila Sueno. Este despacho opina que Alarcón «permitió que se utilizara dinero del Estado, adquiriendo productos para uso que en modo alguno se vincula con la función publica”. Y en consecuencia, solicitará la investigación respectiva por peculado, entre otros delitos.

Cabe recordar que en setiembre del año pasado, la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, formalizó una investigación en contra de Alarcón por enriquecimiento ilícito, tras detectar que el excontador presentó un desbalance patrimonial de casi S/ 3 millones.

Asimismo, Alarcón fue previamente removido de la Contraloría por mantener negocios particulares en simultáneo con su función pública.