Para el entorno del cine y audiovisual peruano ha sido un año de turbulencias, sorpresas y de confirmación que el apoyo monetario no es el único estímulo para lograr un cine con impulso y de calidad. Películas con abruptos para su estreno en cartelera comercial, fondos públicos para distribución pero sin garantías o condiciones de acceso y permanencia en los multicines, visibilidad del cine local afuera, y hasta la desaparición de un festival que ni rozó a la comunidad peruana. Aquí una lista de los diez hechos más significativos de este año que se va.
1. El decreto de urgencia de Petrozzi. Tras la renuncia del ministro de Cultura, Francisco Petrozzi, era vox populi que aprovechando la ola de decretos de urgencia se iba a apurar la aprobación de la ley que tanto anhelaban los cineastas. Y es así que el domingo 8 de diciembre se aprobó una actualización de la ley anterior en medio de la renuncia de Petrozzi, y que el Ministerio de Cultura denominó como Nuevo Marco Normativo para el Cine y Audiovisual. Con esta norma se aumentan los recursos al cine, que resultó la mejor noticia para los cineastas, y que también permite las donaciones por y para entidades sin fines de lucro, sobre todo. Más allá de los pro y contras de la ley en sí, ha sido preocupante el modo en que se aprobó esta norma, revelando procesos poco democráticos del Ejecutivo, y que en la justificación del decreto publicado en El Peruano se revela también el poco rigor técnico para su aprobación y firma.
2. La revolución y la tierra en las salas comerciales. El film de Gonzalo Benavente fue más allá de todas las expectativas; tanto en su capacidad de atracción para un espectador poco acostumbrado a los documentales, como para su permanencia en salas comerciales. El público demandó su visionado, tanto que logró estrenos en ciudades como Puno, Pucallpa o Huamanga. Puso en agenda el tema de la reforma agraria desde el vacío de la representación y gracias a su campaña comunicacional, que logró enfatizar los prejuicios de la derecha más rancia en torno a la historia y al cine peruano. No solo el slogan de “El documental más visto de la historia del cine peruano” es una grata verdad, en la medida que abre camino a producciones de este tipo de narración, sino que sus 88 mil espectadores reflejan que una película peruana en cartelera necesita de un proceso de maduración para poder llegar a más gente.
3. Canción sin nombre en Cannes. Luego de muchos años que una película peruana retornaba a la Quincena de Realizadores del Festival de Cine de Cannes, y lo hacía de la mano de una ópera prima y de una directora, Melina León. El film recupera la investigación del robo de recién nacidos en tiempos de Alan García y de terrorismo, en un blanco y negro excepcional de Inti Briones, uno de los mejores directores de foto de la región. Tuvo su estreno cultural en el Festival de Cine de Lima y se espera su estreno comercial para marzo del 2020.
4. El maltrato de films en salas. Este tema siempre estará en la lista de los hechos más relevantes del cine peruano de cada año, mientras no se solucione una de las problemáticas que poco ayudan al crecimiento del cine en el país: la distribución y exhibición. Por más apoyo que el Estado peruano pueda dar, vía concursos o estímulos directos (se ha dado un promedio de cien mil soles por película mediante esta modalidad), las películas peruanas no se están acercando a la gente. Por un lado, debido al poco compromiso de los multicines que ponen los films en horarios suicidas y sin promoción en sus salas; y por otro lado, la escasa difusión y la desconexión y desconocimiento del perfil del espectador peruano. Este ha sido el caso de Prueba de Fondo, Los Helechos, Norte, La Bronca, o Vivir Ilesos.
5. La cancelación del Festival Lima Independiente. Lima se quedó sin un festival de cine y esto no significó nada para la comunidad peruana. Una pena porque gracias a este festival de cine alternativo pudieron venir al país personalidades del cine de la talla de Apichatpong Weerasethakul, Sylvain George o Pedro Costa, y contribuyó a que films reconocidos en festivales internacionales, o que no tenían fácil acceso a muestras, tanto nacional como internacional, pudieran exhibirse. Junio no fue igual sin Lima Indie.
6. Anuncio de la Cinemateca Peruana. Como parte de las acciones del Bicentenario, se anunció que por fin se iba a tener una cinemateca ubicada en Cusco. Sin embargo, las buenas noticias se difuminaron ante las pocas acciones. Incluso el nuevo decreto de urgencia es poco claro en su apartado, donde señala la creación de una “cinemateca” a partir de lo que el Ministerio de Cultura tiene como archivo. Como contraste, hace unas semanas un grupo de cineastas salvó de la desaparición unas latas de película de lo que fue la antigua Cinemateca Universitaria de la Universidad Agraria de La Molina. Esto deja en evidencia que la recuperación de nuestro patrimonio audiovisual depende de la ayuda de los interesados.
7. La mejor película del año: Casos complejos. El trujillano Omar Forero entregó en este 2019 uno de los mejores films peruanos en cartelera (y de los últimos años). Si bien no tuvo un reconocimiento esperado en taquilla, de Lima sobre todo, este trabajo logró una cuota de reflexión y de creatividad para abordar un tema en boga: el caso de ‘Los cuellos blancos’ y la lucha anticorrupción de los fiscales peruanos. Un film grabado en 2018 y con una completa vigencia. Podríamos ver Casos complejos en el 2024 y comprobaríamos que la situación no ha cambiado.
8. Las pre nominaciones de Retablo. Una de las favoritas del espectador peruano, Retablo, logró ubicar a Perú en las preselecciones de fin de año, para los Oscar, el Goya o los Bafta. Ha logrado una nominación para los Independent Spirit Awards, un reconocimiento del cine independiente en Estados Unidos. También tuvo un apreciable paso por cartelera en un contexto difícil, logrando cincuenta mil espectadores durante varias semanas.
9. Claudio Caldini en Arequipa. El Encuentro Latinoamericano de Cine de No Ficción, Corriente, que se desarrolla cada año en Arequipa, tuvo el privilegio de contar con uno de los cineastas experimentales más importantes del mundo, el argentino Claudio Caldini. Esta visita permitió, sobre todo, que jóvenes pudieran asistir a un masterclass o a proyecciones con conversatorio, y ver sus trabajos en panorama dentro de una oferta festivalera muy buena fuera de Lima.
10. Conformación del sindicato de trabajadores del audiovisual. Hace algunas semanas se formalizó el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores Audiovisuales y Cinematográficos del Perú; un espacio para el fortalecimiento de medidas laborales para el sector, y que tuvo un breve antecedente en la década de los dos mil con la conformación de la Asociación de técnicos de cine publicitario. Una excelente iniciativa que apuesta por reconocer el trabajo de sus afiliados y que debe impactar para el establecimiento de una industria del cine en el país con todas sus reglas.