Redacción Wayka
Espera interminable. La Sala Penal Nacional ha emitido una resolución que dispone la entrega de los restos de las víctimas a sus familiares del caso Accomarca, sucedido en Ayacucho hace 34 años. El documento especifica que luego de una larga lucha de los familiares, la entrega deberá realizarse la quincena de abril de 2020.
Como se recuerda la masacre de Accomarca se dio el 14 de agosto de 1985, cuando una patrulla del Ejército Peruano ingresó al distrito y dio muerte a 69 personas, tanto hombres, mujeres y niños. Este hecho constituye uno de los mayores crímenes cometidos por agentes del Estado durante el periodo del conflicto armado entre los años 1980 y 2000, según el informe de la CVR.
Uno de los implicados en el caso, y principal autor material fue el subteniente del Ejército, Telmo Hurtado, quien confesó en parte su responsabilidad y señaló a sus superiores como autores intelectuales de estos hechos. Según testimonios, Hurtado fue quien ordenó a su personal de tropa disparar contra los compesinos de Accomarca.
En el 2016, la Sala Penal Nacional dictó sentencia por el asesinato de 69 comuneros en Accomarca y se impuso una pena de 23 a 25 años a 3 militares como autores mediatos, y a penas entre 10 y 25 años a otros 7 militares como autores materiales.
Para el abogado Carlos Rivera, del Instituto de Defensa Legal (IDL) y abogado de las víctimas, el proceso conlleva tres acciones «Primero, la exhibición de prendas de las víctimas. Segundo, el compartir perfiles genéticos de las personas no identificadas. Tercero, coordinar el proceso de restitución de los cuerpos», sostiene Rivera.
La primera acción se realizará a fines de enero y culminará a mediados de febrero, en Accomarca y luego en Lima. Para ello, la Fiscalía debe ordenar al Instituto de Medicina Legal el cumplimiento de esta disposición.
Hasta el momento solo se ha identificado 24 cuerpos y quedan pendientes 38 por identificar. A todo esto, el abogado agrega que no se ha considerado la desaparición forzada de los esposos Pulido Baldeón, ni el operativo limpieza en el que se liminaron entre 5 y 7 testigos. Ambos hechos ocurrieron casi un mes después de la matanza de Accomarca, en septiembre de 1985.