Por Álvaro Meneses

Con la lengua y los dedos cortados, y otros signos de tortura, fue hallado el cadáver del awajún Americo Entsakua Santiak, de la comunidad Pumpshat en el distrito de Santa María de Nieva Condorcanqui, en Amazonas, un día después de que el Gobierno Regional cediera a las protestas de las comunidades indígenas contra las maniobras para favorecer a la minera Afrodita.

Tras dos días de protestas de indígenas awajún y wampis, el gobernador regional de Amazonas, Oscar Altamirano Quispe, anuló el pasado miércoles 12 de febrero las resoluciones que creaban dos supuestas comunidades indígenas. De acuerdo a los testimonios de los dirigentes awajún, esto se hizo para llevar a cabo un proceso de consulta previa manipulado que respalde un proyecto minero de la empresa Afrodita.

Al día siguiente, cuando las protestas ya habían cesado, el cuerpo del comunero awajún Americo Entsakua fue encontrado en el pueblo Juan Velasco Alvarado, del distrito de Santa María de Nieva Condorcanqui, con signos de tortura sobre el cuerpo. Su sospechosa muerte deja cuatro niños huérfanos de padre y una viuda.

Además, por la distancia y el peligro en la zona, la familia aún no ha podido denunciar el asesinato ante las autoridades. Según la versión de los comuneros awajún, el presidente del Comité de Lucha de la Organización de Desarrollo de las Comunidades Fronterizas del Cenepa (ODECOFROC), Luis Shigkin, se dirigía ayer a la comisaría de Nieva para presentar la denuncia, pero en el camino, exactamente en los alrededores de la comunidad de Urakuza, fue atacado.

La Organización Nacional de Mujeres Indígenas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP), por su parte, ya alertó al Gobierno sobre el asesinato del comunero awajún en Amazonas. “Hacemos un llamado para que el Gobierno Central escuche y atienda las demandas de estos pueblos (…) el Estado sigue sin garantizar la seguridad jurídica de los territorios indígenas ancestrales y sin consultar las concesiones mineras”, sostiene el pronunciamiento de ONAMIAP.