Luego de que la Comisión de Ética abriera una indagación contra Miguel Castro Grandez por la denuncia periodística de haber asistido dos días al gimnasio durante su semana de representación; ahora el parlamentario aparece involucrado en los casos de falsos aportantes en la campaña presidencial de Keiko Fujimori en el 2016.
Miguel Castro Grandez, excongresista de Fuerza Popular y hoy de la bancada Alianza para el Progreso, habría utilizado las firmas de su cuñado Ricardo Adolfo Lay Gutiérrez y de su amigo Jorge Palomino Orozco para justificar dichos aportes económicos, según un informe publicado por el diario La República.
De acuerdo a la declaración testimonial de Ricardo Adolfo Lay Gutiérrez y Jorge Palomino Orozco, la Fiscalía de Lavado de Activos sostiene que la campaña de Keiko Fujimori de 2016 también se financió con dinero de origen incierto, como habría sucedido en el 2011.
Según Ricardo Lay, Miguel Castro le pidió apoyo para su campaña y que “le firmara un documento pues le faltaban firmas”. Sin embargo, no sería hasta el 2018 que se enteraría que figuraba como aportante, cuando su nombre fue difundido a través de los medios de comunicación. Por otro lado, Jorge Palomino declaró que habría firmado un recibo a solicitud de Castro, suponiendo que se trataba de un aporte a su campaña como congresista por la región de Amazonas.
El congresista aseguró que ambos tenían conocimiento de los aportes. “Todos saben cuál ha sido la condición y la situación, yo no he obligado a nadie a decir una cosa distinta a la otra”, declaró a La República.
Se tiene el antecedente de su declaración, donde afirmó que fue Jorge Yoshiyama Sasaki quien le entregó dinero otorgado por Jaime Yoshiyama Tanaka para depositarlo con falsos aportantes y financiar la campaña de Keiko en el 2011.
Se conoce que Castro solicitó al fiscal del equipo Lava Jato, Domingo Pérez, tener la condición de testigo protegido y colaborar para brindar información sobre los casos de falsos aportantes a la campaña de Fuerza 2011, hoy Fuerza Popular.